El tiempo escapa de forma irremediable... Pero los corazones nunca olvidan....
Bea está cansada de los excesos que conlleva el vivir en el capítulo. Comida, lujos, falsedad y diversión... La diversion más cruel que pueda existir, Los juegos del ham...
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Los días pasaban, Finnick seguía en su búsqueda para sobrevivir mientras que Bea buscaba a toda costa que eso fuera posible, hubo un momento en que solamente quedaban dos personas.
Un chico del Distrito uno, de nombre Justin y Finnick.
Este momento era decisivo, donde ambos tendrían que luchar para que sólo uno pudiera sobrevivir.
Todo el Capitolio y los Distritos debían de estar presenciando el momento crucial de los juegos, Bea estaba más que pálida al ver cada paso de Finnick.
El chico del Distrito cuatro llegó a la parte donde había mar, si iba a luchar, sería en su territorio y apostaba que Evan intentaría cazarlo en ese lugar, por ser a la intemperie.
—Vamos maldito, sal de una buena vez—decía Finnick haciendo guardia con su tridente en la mano recorriendo la pequeña isla, pero no había señales de Evan
Al caer la noche, Finnick ideó un plan, puso su tridente a lado de él y lo cubrió con arena para que no pudiera ser visible, luego, se recostó a un lado de el e hizo como si fuera a "dormir" eso haría que Evan se acercará y poder hacer un ataque sorpresa.
En la maleza del bosque, Justin había estado vigilando al chico para ver en qué momento sería bueno atacar, era su última oportunidad y quería hacerlo bien, al ver que Finnick se había recostado dispuesto a dormir, salió de su escondite sigilosamente.
Aunque no sabía que, durante el inicio de los juegos, el dejo una red enterrada como una especie de "sensor de movimiento" y Justin al pisar un área cercana a Finnick, la red se comenzó a mover indicando al chico que alguien se acercaba.
Justo cuando escucho que Justin estaba a unos pasos de él, se levantó rápidamente y tomó el tridente para chocar contra la espada de Evan, la lucha inició, ambos se golpeaban y atacaban mutuamente tratando de dar al enemigo.
—¿De verdad crees que vas a ganar los Juegos, mariquita?—dijo Justin sin dejar de estar atento
—No lo creo. —Finnick tiro de un movimiento a Evan—. Lo sé—al decir esto, le clavó el tridente justo en el pecho y con ello escuchándose por una última vez más el cañón, anunciando que había un ganador
En el Capitolio, Bea saltaba de emoción y lloraba de felicidad, lo había logrado, realmente Finnick lo había logrado, no perdió tiempo y se preparó para ir a recibirlo, tenía que verlo, necesitaba abrazarlo y decirle cuando lo odiaba por darle un susto así.
En la arena, Finnick vio al aerodeslizador descender hacia él para recogerlo y llevarlo al Capitolio para la ceremonia de premiación, Finnick sentía un alivio terrible, terrible por haber asesinado a chicos para sobrevivir, pero aliviado por que sobrevivió, iba a regresar a casa... vería a Bea nuevamente, después de largas semanas
Ambos chicos estaban impacientes, parecía eterno el momento en que los dos volverían a reunirse, todos hablaban del vencedor del Distrito cuatro, Finnick Odair, ya era una celebridad en todo Panem.
Al llegar a la torre de los tributos, prepararon a Finnick para su entrevista y luego ser coronado por el presidente Snow.
Bea no podía llegar a la torre por la intensa muchedumbre que había en las calles, querían conseguir un buen lugar para ver la entrevista del vencedor, y eso le hacía a Bea casi imposible poder llegar.
—¿No ha aparecido?—preguntó Finnick en el balcón de la torre cuando vio a Mags llegar, pero la mujer negó al no tener algún rastro de Bea—. Está bien—dijo con un tono triste
La hora llego, tenía que hacer la entrevista para después ir a la coronación, mientras Bea corría por las calles esquivando a las personas con tal de llegar.
—¿Tiene pase?—preguntó el guardia de la torre cuando Bea llegó
—Bea Mallory—dijo tomando bocanadas de aire para recuperarse de lo que había corrido
Sin dudar, la dejaron pasar al interior del foro y busco por todos lados a Finnick, pero no aparecía.
—¡Mags!—gritó al ver a la mentora de Finnick—. ¿Sabes dónde está?
Con las manos señalo la pantalla donde aparecía la toma de Caesar, y supo que debía de estar en la entrevista.
—Gracias—dijo con una sonrisa y corrió hacía el área donde se ponían las personas antes de entrar a cámara
Se puso detrás de las cortinas que cubrían los lados del escenario, podía ver a Finnick sentado frente a Caesar con un hermoso traje azul.
—Y dinos Finnick ¿Qué fue lo que te mantuvo vivo ahí adentro?—preguntó el conductor
Finnick pensó la respuesta, y al mirar detrás de Caesar, vio a Bea, inconscientemente sonrió y Bea al ver que Finnick la había notado, le devolvió el gesto.
—Una chica, ella me mantuvo vivo—dijo el chico regresando la mirada a Caesar
—Uhh huelo romance en el lugar. —bromeó como era de costumbre—. ¿Podemos saber el nombre de tu chica misteriosa?
Finnick lo pensó un poco, no sabía si metería a Bea en problemas por sus declaraciones.
—Sólo diré que es de aquí del Capitolio—dijo y eso causó emoción en los asistentes
—Vaya, el chico sabe elegir mujeres. —bromeó nuevamente Caesar
Finnick miro a Bea como si pudiera decirle que era ella a quien se refería, y la chica sólo sonreía con las mejillas sonrojadas, agradeciendo no estar al aire.
