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Los días siguieron pasando, donde Finnick ayudaba a Bea a salir adelante con su tratamiento, que, para buena noticia de ambos, parecía que, en unas semanas, harían un último diagnóstico para saber si Bea ya había logrado superar el trauma del secuestro.

Todos los días, Finnick iba a estar un rato con Bea antes de ir a sus actividades con los soldados en entrenamiento, y en las comidas, Bea iba con él a pasar el almuerzo, aunque hoy iba a ser un día diferente.

—¿Quería vernos?—dijo Finnick llegando a la sala de mando junto con Katniss

—Tenemos que comunicarles que mañana mismo los enviaremos al Capitolio, no podemos esperar más, tenemos que atacar ahora—dijo la presidenta, Alma Coin

Finnick sintió un nudo en su garganta, no podía ser tan rápido que los enviarán a la batalla, ¿Cómo se lo diría a Bea?

—Pero antes queremos grabar un último spot—dijo Plutarch—. Este es el que emitiremos mientras ustedes son enviados al Capitolio

—Está bien—dijo Katniss de forma seria

—Finnick—lo llamó Plutarch—. Queremos que en esto, también salga Bea, después de eso, tienes el día libre para estar con ella

Finnick no entendió el por qué la necesitaban a ella, no la habían llamado para los spots pasados, pero no se negó, tenía que aprovechar las últimas horas que tenía con ella.

—Claro—dijo Finnick y salió de la sala para ir por Bea al hospital

Iba pensando en cómo le diría que recién ella llega, él tendría que ir a dar una última pelea antes de poder liberar a Panem y estar con ella viviendo felices y libres.

—Finnick. —Bea corrió a abrazarlo cuando lo vio llegar al hospital

—Hola cariño. —Finnick beso los labios de la chica—. ¿Cómo te sientes?

—Mucho mejor, los doctores dicen que en un par de días me darán de alta del hospital—comentó emocionada

—Eso es genial cielo, oye, Plutarch dice que tenemos que grabar un último spot—dijo Finnick—. Pero quiere que me acompañes a grabar

—Por supuesto, me encantaría acompañarte a tu grabación. —Bea seguía con su ánimo muy alegre

—Entonces vamos—tomó la mano de Bea y juntos avanzaron por la base hasta llegar a la entrada del Distrito

Cuando llegaron, Finnick le presentó a Bea todo el personal que los habían estado ayudando en las últimas semanas.

—Bien, primero quiero grabarte a ti Finnick—dijo Cressida—. Quiero que nos cuentes algo sobre ti, ábrete al público

Finnick asintió y dejó a Bea un momento para sentarse en una piedra grande que había cerca.

—Cuando quieras—dijo la chica comenzando a grabar a Finnick

—Mi nombre es Finnick Odair, y quiero decir, que cuando fui vencedor de los Juegos del Hambre, nuestro querido presidente, Coriolanus Snow, me obligó a prostituirme—contó Finnick—. Me obligaba a servir sexualmente a las personas del Capitolio, y si no lo hacía, iba a asesinar a las personas que más amaba

Bea al oír eso tuvo que tapar su boca con su mano para ahogar su sollozo, después de diez años, se había enterado de la verdad que le había comentado Snow, pero nunca creyó que llegaría a tal grado como para usar a Finnick.

—Pero descubrí una mejor paga que el dinero, los secretos se volvieron mi sustento, y créame señor presidente, que se lo que hizo en las elecciones—siguió contando—. Poner veneno en los alimentos de los otros competidores, así muriendo "accidentalmente" para que usted fuera el único que quedará en la contienda

Después de grabar la experiencia de Finnick, todos quedaron sorprendidos por lo que acababan de escuchar.

—¿Quieres hacerlo tu, Bea?—preguntó Cressida a la chica

—Si, quiero hacerlo—dijo segura y poniéndose donde hacía unos minutos había estado Finnick

—Cuando quieras—volvió a decir Cressida iniciando la grabación

—Mi nombre es Bea Mallory, soy una chica del Capitolio, que después del Vasallaje de los veinticinco, fui secuestrada por el presidente Snow. Según él, yo tenía información de los rebeldes, algo que era una total mentira, pero eso no le importó, y pase semanas siendo torturada con métodos que no tienen nombre. —Bea hizo un esfuerzo para no llorar, no tenía que mostrar debilidad—. De no haber sido por los chicos que están aquí, Peeta Mellark y yo, hubiéramos muerto ahí dentro

—Gracias Bea, se lo difícil que es para ti esto—dijo Cressida—. Déjame decirte que eres una chica demasiado valiente

—Gracias—dijo Bea con media sonrisa

—Ven Bea, quiero enseñarte algo. —Finnick tomó la mano de Bea y avanzaron en el exterior del Distrito para llegar a un pequeño lago que estaba cerca

—Finnick, esto es hermoso—dijo Bea cuando llegaron, pero al voltear a ver al chico, vio que tenía la mirada baja—. ¿Ocurre algo?

—Bea. —Finnick soltó el aire que tenía guardado—Me han dicho que tengo que prepararme, porque mañana tomamos camino hacia el Capitolio

—¿Entonces está es nuestra última noche juntos?—preguntó Bea con la voz rota y Finnick sólo asintió—. Si está va a ser nuestra última noche juntos, hay que aprovecharla lo más que podamos

—Claro que si—Finnick beso su cabeza y se sentaron en la orilla del lago

Se abrazaron y así estuvieron toda la tarde hasta que a Finnick lo llamaron de la base para regresar, ya que tenían que preparar las últimas cosas, así que tomaron camino de regreso al interior del Distrito trece.

—Vendré por ti mañana para despedirme—dijo Finnick cuando llegaron al hospital, Bea no respondió, sólo lo abrazó con todas sus fuerzas

—Te amo demasiado—dijo Bea en el cuello de Finnick

—Y yo te amo más que a mi vida—dijo evitando llorar

Después de que Finnick se fue, Bea paso al cuarto de Peeta para visitarlo y contarle que ellos se irían mañana.

—Hola Peeta—saludó Bea entrando al cuarto donde tenían al rubio

—Hola Bea—saludó el rubio que se encontraba pintando

—Se van mañana hacia el Capitolio. —se sentó a lado de él

—¿Ya le dijiste a Finnick que estas embarazada?—preguntó Peeta sin dejar de pintar

—Todavía no, no encontré el momento, pero mañana le diré—dijo Bea acariciando su vientre

—Si es niño quiero que se llamé Peeta. —bromeó el chico

—Ni en tus más locos sueños—respondió Bea con una sonrisa—. Tengo que irme, sólo pasaba para avisarte de mañana

—Gracias, aunque sabes que aún no estoy tan bien para que me dejen salir—dijo Peeta

Bea asintió y se levantó del asiento para regresar a su cuarto y pensar en cómo le diría a Finnick que iban a ser padres.

Fugit Irreparable Tempus||Finnick Odair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora