HIELO Y FUEGO JAMAS ( Pausada )

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Cid no acompañó a Degel, ya que solo podían entrar ellos dos, Cid y los demás fueron guiados hacia un lugar en donde poder descansar.

Cid algo aburrido decidió salir de aquel lugar, caminando sin rumbo notando como el cielo comenzaba a ponerse de negro y finas gotas comenzaban a caer.

Entonces decidió volver pero cuando giro choco con alguien de su misma altura que poseía una ropa de un guardia, haciendo pensar a Cid que era otro de los guardias.

- perdón no...

De pronto ese guardia se quedo mudo al verle, quedando sin aliento a verlo, poniendo algo incómodo a El Cid, el pelinegro miró bien a ese guardia que era de su misma altura, su pelo marrón, pelo corto y su impotente figura que le hacia sentir vulnerable.

- disculpame yo no me fije.

Cid no sabia porque pero ese hombre le hacia sentir incómodo, aquel hombre le hacia sentir algo que no supo descifrar, pero lo mejor era salir de ahí.

Cid se fue de ahí, aquel hombre se quedo viéndolo hasta que desapareció de su vista, sonriendo, notando que aquel hombre le había robado el corazón con solo verlo.

- señor Sisifo

Dijo un guardia que al verle con esa vestimenta se imaginó que estaba haciendo.

- escapó de nuevo ¿no es así?

Sisifo asintió mientras el guardia sólo suspiro, pensando que su señor no tenia remedio.

- perdón, pero sabes que me gusta estar mas con los guardias que estar caminando con esa ropa y sentarse en una silla que para mi no vale nada.

El guardia asintió, todos conocían como era el rey de aquel reino, pero el consejo siempre se molestaba y se las agarraba con ellos.

- tiene visita

Sisifo asintió, era imposible que aquel soldado fuera de sus tropas cuando el conocía a cada uno de sus soldados.

- ya lo sé

El guardia lo acompañó hasta sus aposentos donde debía cambiarse de ropa, la que usaba un rey, la cual Sisifo no le veía el honor de ponérsela.

- por cierto, ¿mi hermano ya se fue?

El guardia asintió recordando la cara de aquel muchacho, que era tan bueno como su hermano, vacía, como si aquel matrimonio no le hiciera feliz.

- parecía triste.

Sisifo entró a su habitación notando que aquella ropa que tenia que usar ya estaba en su cama, suponiendo que se enteraron  que había escapado y que si había visitas debía vestir como se debía una vez que el se enterara.

Sisifo pensó en lo que dijo aquel soldado sobre su hermano, el si había notado su ánimo esos últimos días, más bien, desde que regresaron del reino de GEMINIS.

Decidió sacar esos penpensamientos de su mente y cambiarse rápido para ver que pasaba, de seguro era algo rápido, se dijo.

Mu se estaba arrepintiendo de haber dejado que el consejo lo comprometiera, aunque no se podía hacer nada de todos modos, estar con Shaka le parecía sumamente divertido.

Mu al estar tan concentrado con Shaka se había olvidado que su prometido llegaba ese mismo día para conocerse.

Las puertas se abrieron.

Un carruaje entró.

Con símbolos de toros.

Se detuvo frente al castillo.