One-shots - [BNHA x Lectora]

13 - Todoroki Shouto

Dedicado a
c-crushluka

Fiebre 

Una y otra vez, se encontraba tosiendo sin parar. Su cuerpo temblaba sin cesar a medida que se removía mientras sacudía todo el colchón en busca de una posición cómoda, pero no había manera. Llevaba alrededor de unas siete mantas encima y no hacía más que quejarse de que tenía calor.

Shouto suspiró con pesar a medida que acercaba una silla a un costado de la cama, pues estaba completamente preocupado por el estado de su novia. Y todo gracias a que tan sólo hace unos días ambos se habían olvidado de tomar un paraguas en un día completamente frío y lluvioso. Por suerte, el bicolor había conseguido
salir de una pieza, sin embargo, no soportaba ver a [T/N] así.

Y como buen novio que era, se quedaría a su lado pase lo que pase.

— S-Shouto... — gimió la peli____ girando su rostro en su dirección con los ojos ligeramente llorosos — N-No pierdas el tiempo, tu madre te estará esperando...

El heterocromático negó con la cabeza, pues ya había hablado por teléfono avisandole de que ese día no podría ir a visitarla al psiquiátrico porque tenía cosas más importantes que hacer. Porque tenía que cuidar de su querida [T/N].

— Ya he hablado con ella. — contestó el chico bajando la mirada — Me ha dicho que no pasa nada, iré otro día.

Inconforme, la fémina negó con la cabeza y frunció levemente el ceño, pues no quería ser una molestia para él.

— P-Pero...

— Nada de peros. — le interrumpió inclinándose suavemente para meter su mano por debajo de las sábanas y buscar la contraria para entrelazar sus dedos — He dicho que me quedaré aquí, y me quedaré aquí.

Aún con la cara enormemente enrojecida por el calor, la chica se limitó a asentir con una débil sonrisa.

Echando una ojeada a su celular, el bicolor se encontraba al lado de la peli___, quien dormía plácidamente. La tarde había transcurrido tranquila y para su suerte, tal parece que su novia se iba encontrando cada vez mejor.

— Mhm... — gimió la chica a medida que alzaba sus párpados suavemente.

De inmediato, Todoroki dejó su celular sobre la mesita de noche y se acercó para comprobar su estado. Tal parece que sus mejillas no estaban tan enrojecidas como antes y sus ojos no estaban lagrimeando tanto, lo cual era un alivio, porque eso significaba que su temperatura había bajado.

— ¿Cómo te encuentras? — preguntó él inclinándose ligeramente hacia ella.

— Mucho mejor. — contestó esbozando una suave sonrisa — Aunque... sigo teniendo calor.

Antes de que ella pudiera quitarse las mantas de encima, el joven se lo impidió y la comenzó a arropar nuevamente, [T/N] por su parte solo se limitó a soltar un bufido.

— Sabes que lo hago por tu bien. — le dijo bajando la mirada con su característica expresión neutral.

— Lo sé, pero... Me estoy asando como un pollo. — dijo haciendo un leve puchero — Vamos, Shouto...

Algo resignado, el bicolor puso su palma derecha sobre la frente ardiente de la muchacha y le brindó un poco de frío causando una gran mueca de alivio en el rostro de la fémina. Sin embargo, cuando iba a apartarse, el chico fué tomado de las mejillas y fué tironeado hacia la cama. Algo desconcertado, quitó su mano del rostro de [T/N] y parpadeó algo confuso.

— ¿Sabes, Shouto? — habló la joven con una expresión boba en su rostro — Eres muy lindo, siempre tan atento, cualquiera daría lo que fuera por tener un chico como tú...

El bicolor iba a abrir la boca para replicar, sin embargo, al sentir los dedos de la peli____ recorrer sus facciones de arriba a bajo, sintió sus pómulos arder. Desde los mechones albinos y rojizos, pasando suavemente por sus mejillas, delineando su rostro, acariciando suavemente su menton y finalmente, rozando sus labios con el pulgar.

— Shouto, hazme un hijo...

Listo, no bastó decir más para que el chico se apartase rápidamente con una expresión completamente desencajada. Tenía la respiración agitada y no sabía como debía reaccionar. Definitivamente, los delirios de la fiebre podían llegar a ser demasiado lastimeros.

— Shouto... — volvió a formular [T/N] removienose sobre su sitio mientras giraba su rostro en su dirección — Estás rojo...

Lentamente, el chico llevó ambas manos a sus mejillas y una de ellas, estaba más ardiente que la otra.

— Creo que te he pasado la fiebre, perdóname...

Sin nada más que decir, el chico se rascó la nuca y asintió apartando la mirada sumamente tenso por la situación.

Sí, seguro que era por eso.