One-shots - [BNHA x Lectora]

Especial cuarentena

Amar en tiempos de pandemia

Apenas habían pasado unos meses desde que el nuevo virus había comenzado a expandirse por todo el mundo y como consecuencia, la humanidad estaba aprendiendo a adaptarse a los cambios.

Usar mascarilla, desinfectante y mantener las distancias de seguridad era necesario. Desgraciadamente, alejarse de nuestros seres más queridos, también. Los aspirantes a héroes de la clase 1-A estaban completamente aislados en sus residencias y aunque quisieran, no podían visitar a sus familias.  Por suerte, Aizawa había conseguido establecer horarios para hacer videollamadas con los padres y los tutores legales de los alumnos. Aún así, las clases en línea eran una tortura y no todos conseguían lidiar con el estrés, la preocupación y la ansiedad que llevaban encima. Uno de esos casos era el de [T/N], quién apenas conseguía reunir fuerzas para levantarse de su cama e ir al baño.

Estaba sentada en su cama, su cuerpo estaba hecho un ovillo y las bolsas que tenía bajo sus ojos parecían permanentes. Suspiró, ya ni siquiera tenía ganas de arreglarse o peinarse decentemente. Se sentía triste y desanimada, echaba de menos a sus padres y, a pesar de que recién había terminado de hablar con ellos, sentía un enorme hueco en su estómago. 
Tal vez su apetito le decía que tenía hambre, pero decidió ignorarlo ya que tenía miedo de engordar gracias a los "efectos de la cuarentena" porque  sus compañeras ya habían caído en ellos. Uraraka había comenzado a comer de más, Ashido se había teñido el pelo más de una vez, Jirou no paraba de componer baladas tristes y Yaoyorozu devoraba con más ansias sus libros para intentar distraerse de la realidad. Las únicas que sabían aprovechar el tiempo eran Hagakure y Asui, quienes de vez en cuando hacían yoga o meditación.

Volvió a suspirar, ella en cambio tenía un montón de crisis existenciales y estaba a cada dos por tres llorando mientras se planteaba que hacer con su vida.

— Soy un desastre... — murmuró para sus adentros, tenía la garganta seca y tenía pereza de ir a la cocina para servirse un vaso de agua.

En cuanto llamaron a la puerta, inmediatamente sintió como las pulsaciones subían de manera desbocada, los nervios de que la
vieran en pijama y con el pelo sucio aumentaron. Tragó saliva, escuchó como pronunciaban su nombre un par de veces y el mundo se le vino abajo. Sabía perfectamente quién era, pero en ese preciso momento no tenía ganas de hablar con nadie. Se mordió la lengua y aguantó la respiración, tal vez si se quedaba callada...

— Sé que estás ahí dentro porque no has salido en ningún momento. — la voz prominente del pasillo la delató, quería enterrar su cabeza bajo tierra — Soy yo, abre, por favor.

— Shouto, yo... — su voz salió algo entrecortada, ahora mismo incluso se sentía mal por estar evitando a su novio — No estoy presentable ahora mismo... Lo siento.