Cap 17. Rasgada

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"Amenazas, promesas y buenas intenciones no cuentan para la acción"


Las llaves retumbaron en el jarrón en donde Sasuke las dejó, continuando su caminar a su habitación. Sakura lo siguió buscando a Itachi o Sasori con la mirada.

No hay nadie.

Debieron cambiar de planes comentó dejando la chaqueta en la cama y abriendo la ventana de su habitación. Sakura permaneció en el marco de la puerta, no sabía si entrar, y aunque el calentador estuviese encendido no podría quitarse el suéter, porque no quería que nadie más viese las marcas de su cuello al intento de ser estrangulada.

Uchiha la escaneó mientras apagaba el celular y lo dejaba en uno de los nocheros.

Ya vi lo que tenía que ver, quítatelo. No hay nadie más aquí.

Sakura evitó su mirada y desabrochó los botones del suéter de lana, deprendiéndose de la prenda de vestir por completo. Los ojos oscuros la observaron sin tabú alguno, denotando cómo la piel clara de su cuello se tornaba entre tonalidades rojas y amoratadas. Al parecer estaban dispersándose, quizá se puso hielo para acelerar el proceso, pero aún continuaban notables a la vista humana.

Sasuke camino hacia ella y le acarició el cabello, sintiendo el cómo se tensaba al tacto. Aquella reacción le provocó un deje de satisfacción. Le complacía verla así, cómo un animal asustado.

¿Por qué siempre buscas hablar conmigo cuando Naruto no nos ve?

El levantó una de sus oscuras cejas, frunciendo el ceño luego de esto.

No hables como si le tuviese miedo a un perdedor cómo él gruñó y con su dedo índice le levantó el mentón para obligarla a que le mirara a los ojos. Quieres escapar de él, ven conmigo entonces.

Los orbes esmeraldas se tornaron escépticos ante aquella invitación desleal, negando con la cabeza con horror en sus venas. Su instinto le decía que no estaría segura, ni con él, ni con Naruto... Sasuke omitió su repuesta y se inclinó más hacia ella, respirando en la curvatura de su cuello al tenerla encerrada entre su cuerpo y el marco de la puerta. Ya no había escapatoria.

La piel sensible sintió la lengua húmeda sobre las marcas de violencia que había dejado Naruto en su cuello, mordiendo su labio inferior sin alejarse de él. La sensación era exquisita. Sasuke palpó con suavidad y dejó sobre aquellas marcas chupetones, cómo si buscara marcar en ella.

Mejor me voy susurró con las mejillas manchadas del carmín y la respiración en frenesí, a lo que él la sujetó de las muñecas y le levantó las manos por encima de la cabeza.

Te voy a enseñar lo que es estar en pareja, y no en celo, así que permanece en silencio, Sakura.

Los labios varoniles devoraron los suyos, entrometiendo su lengua en su cavidad, buscando la suya. Sakura gimió ahogadamente. Sus piernas temblaban y aquel detalle no pasó desapercibido para él. Sus manos temblaron al ser liberadas del agarre, sujetándola Sasuke de la cintura para cargarla de las caderas y acostarla en la cama.

Esto será un secreto, ¿no es así? preguntó dudosa, no por no querer el acto, sino más bien porque aquello saliera de aquellas cuatro paredes que no juzgaban sus acciones. Él continuó en silencio y tan solo la calló con unos besos.

Sus orbes esmeraldas se comenzaron a nublar por la sensación de suavidad y delicadeza, algo que Naruto le había dado solo cuando iniciaron el noviazgo, después de eso solo se tornó violento y paranoico. Cuando Sasuke iba a descender por sus pechos la puerta sonó, alejándolo ella por el miedo que se instaló en sus venas, sentándose en la cama con la blusa mal trecha.

Odio en movimiento. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora