Miracle || GyulSun, Fromis

28

La psiquiatra miró a Gyuri, se mantuvo callada por unos segundos, se levantó de su asiento mientras decía que no tenía la respuesta. La mayor se retiró aún con su duda. ¿Sería adecuado ir a ver a los padres de Jisun? No quería generar más problemas aún pero también se trataba de algo importante. En algún momento ellos iban a tener que saber de su relación y aceptarla, lo mismo para la relación de Jiheon.

Gyuri llegó a su casa y siguió debatiendo en su cabeza la idea, tal vez debería esperar o tal vez el mejor momento era ahora. No quiso hablarlo con sus amigas, sabía que le dirían que hacer aquello era un suicidio para todas y que todo se arruinaría pero una pequeña voz constantemente le decía que lo hiciera. Estuvo despierta toda la noche pensando e imaginando situaciones de lo que debería decir y lo que ocurriría, también escribió una carta para Jiheon y de esa forma estuvo hasta que amaneció. Respiró profundo, intento tomar valor y se dirigió hasta la casa de Jisun.

Ya allí, se mantuvo en la puerta arrepintiéndose de lo que había hecho pero al mismo tiempo se dijo que no había vuelta atrás así que toco la puerta con la sorpresa de que fue la pequeña Jiheon quien le abría, rápidamente Gyuri le pasó la carta antes de que cualquier cosa ocurriera.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó Jiheon en voz baja.

— Aún no lo sé, pero quería saber cómo estabas.

— Estoy bien, ya te pued... —en ese momento su madre aparece con una mirada seria y diciéndole a Jiheon que se retire invitó a la mayor a pasar a la casa.

Gyuri estaba mucho más nerviosa de lo que imaginaba que podría estar, con su cuerpo completamente rígido caminó hasta el centro de la sala, la mujer se dirigió a la cocina y le trajo un vaso con agua indicándole que se siente en la mesa.

— ¿Sigues siendo la pareja de mi hija? —preguntó antes de beber de su vaso, la mayor no detectaba ningún tipo de sentimiento en su voz y mucho menos en su mirada.

— S-sí. —respondió Gyuri tensa.

— Puedes relajarte, estuve esperando a que vinieras. —Gyuri no le relajó esa frase, la ponía más nerviosa que antes pero al menos su cuerpo dejó de estar tan tenso— Lamento lo que tuvo que ocurrirle a Jisun, sé que fue mi culpa. Tan solo quise protegerla y no supe cuando detenerme. Para que me entiendas, no tengo nada en contra de ustedes, siempre acepte que mis hijas fueran homosexuales pero no pude demostrarlo y terminé dañándolas.

Gyuri estaba realmente confundida, no podía comprender lo que le decían, al mismo tiempo sintió un poco de enojo ya que entendía si la madre no las aceptaba pero sí lo hacía por lo que todo esto se podría haber evitado.

— Jisun, cuando era una niña, estaba enamorada de una pequeña que vivía en el mismo edificio que nosotros, ella se pasaba la tarde dibujando y haciendo cartas para esa niña pero un día hubo un accidente donde casi pierden la vida, esa pequeña salvó la vida de mi niña...

— Y ella me salvó a mí. —interrumpió Gyuri. Se formó un silencio muy largo y los ojos de la madre se volvieron llorosos— Yo estuve en ese accidente, tuvimos que saltar desde una ventana hasta el balcón de la escalera de emergencia y yo no pude llegar así que una niña, mejor dicho Jisun amarró unas sábanas para ayudarme.

La madre de Jisun siguió explicando que luego de aquel día su hija tuvo que asistir a muchos psicólogos y psiquiatras, desarrollo muchos problemas e intento lastimarse varias veces aún siendo una niña. Tuvo una vida muy difícil y lo que le hacía peor eran sus pesadillas que no la dejaban en paz. La única razón por la cual su madre no dejaba que sus hijas fueran homosexuales era por la recomendación de varios especialistas, debido al trauma Jisun comenzó a odiar a la niña que la había salvado y al mismo tiempo odiaba las parejas entre el mismo sexo.

— Yo no queria que Jiheon saliera con una chica por como Jisun podría reaccionar, no quería que ella odiara a su hermana pequeña pero no lo habría hecho si demostraba algún tipo de interés en alguien, como tú por ejemplo. Cuando descubrí que Jisun estaba saliendo contigo quise hablarle de inmediato pero nunca me lo permitió, tampoco quise hablar con Jiheon porque primero quiero resolver lo de ustedes y por último, por favor no le digas que tú la salvaste, tampoco le muestres ninguna fotografía tuya de pequeña, aún te sigue odiando.