Capítulo 1

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Last Hurrah Bebe Rexha


Guardo las gafas en su estuche, suspirando con un gran alivio; las clases han terminado. Aunque resulte muy satisfactorio, puede llegar a ser complicado estar rodeada de tantos niños pequeños. Esos locuelos sólo quieren jugar y dormir su siesta. A veces, tenemos que pelearnos con ellos en la hora del almuerzo para que coman algo. En cambio, otras, debemos asegurarnos de que nadie empiece a robar el almuerzo de otros. Para ser tan pequeños, estos críos de hoy en día son de lo más astutos.

—¿Qué piensas hacer ahora?

Agotada y algo despistada, miro a Jordan pestañeando varias veces. Tengo la vista cansada, al igual que la mente.

—Voy a comer a un bufet libre con unos amigos —respondo con una sonrisa. Ante su silencio añado—: ¿Te apetecería venir?

—¿Qué? ¡Oh, no! No es necesario que... —Carraspea—. Quiero decir, son tus amigos, no quisiera molestar. Pero... —Cierra su maletín, meditando cómo seguir la frase—. Podríamos... No sé, ir a comer tú y yo al salir del trabajo.

—Sería fantástico.

Él me sonríe y he de admitir que es un chico encantador. Pero eso lo supe desde el primer día que entré a trabajar en este colegio; fue él quien se aseguró de hacerme sentir como en casa.

Una vez hemos recogido nuestras cosas, nos dirigimos a la salida del colegio para controlar a los niños, que corren impacientes hasta sus padres. Algunos piden que le llevemos de la mano, algo angustiados por no ver a sus padres entre tanta gente. Otros se despiden de nosotros, abrazándonos con fuerza antes de salir corriendo. Y están aquellos que nos sacan la lengua con burla.

Jordan y yo nos situamos junto a las escaleras que están en la puerta y observamos cómo sale la marea de niños. Sonreímos y nos despedimos con la mano de los niños.

—¡Profesor Jo!

Bajamos la mirada hasta la pequeña Claire, una niñita de coletas rubias y grandes ojos azules que es la dulzura personificada. Ella corre hacia nosotros, sujetando torpemente una hoja de papel entre sus pequeñas manos.

—Es para usted, profesor —dice jadeante por la carrera.

Jordan y yo nos miramos, sorprendidos por la formalidad de Claire. Él le sonríe con amabilidad y acepta el dibujo. Son ellos dos, dibujados con monigotes. Ha debido gastar todo el color amarillo en el pelo de Jordan, pues ella ha coloreado su pelo de color rosa. Ambos monigotes se dan la mano y hay varios corazones en la hoja.

Antes de que él pueda abrir la boca para agradecerle el detalle, Claire sale corriendo con sus pálidas mejillas rojas. Su mochila de Frozen se mueve de un lado a otro sobre su espalda.

—Vaya... Últimamente recibo muchos dibujos como estos —comenta con una sonrisa divertida.

—Lógico. Un profesor tan apuesto... —Bromeo, dándole un suave codazo en el costado.

—Tú tampoco estás mal —ríe—. Si organizásemos una fiesta con todo el profesorado, seríamos los reyes del baile.

—Oh... Chelsea también es muy guapa. —Miro a nuestro alrededor para comprobar que no está. Me acerco a Jordan para poder hablar en voz baja—. Además, el otro día me dijo que le gustabas.

Jordan frunce el ceño y arruga la nariz.

—No es mi tipo —se encoge de hombros—. Las rubias no me van.

𝐓𝐞𝐫𝐫𝐞𝐧𝐜𝐞 © [F #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora