𝐓𝐞𝐫𝐫𝐞𝐧𝐜𝐞 © [F #2]

Capítulo 47

Heartbreak Weather – Niall Horan

Thomas y yo nos reunimos en la habitación de Mitchell, quien nos espera sentado en la cama, mirando el móvil con desinterés. Al llegar, sigue tan serio como lo ha estado durante la cena, mira a su hermano con fastidio, aunque conmigo intenta relajar sus facciones y parecer más calmado, su rostro extremadamente expresivo le delata, como de costumbre. Peina su pelo dorado con los dedos, dejándolo algo alborotado. Sus ojos azules miran con frialdad, algo que me sorprende, y permanece todo el tiempo con la mirada fija en su hermano.

—No le soporto —es lo primero que dice con la voz llena de rencor y rabia—. Estoy a punto de llegar a mi puto límite.

Thomas le mira inexpresivo, pero un destello de preocupación ilumina su mirada.

—Y, por favor, no me digas que deberíamos quedarnos porque es nuestro padre, porque... —Mitchell casi ríe al llamarlo «padre» y Thomas le interrumpe.

—Deberíamos irnos todos.

Mi boca se abre de par en par y yo le miro fijamente con ojos cristalinos, casi emocionándome por sus palabras. Sin embargo, no digo nada, espero a que él mismo deje claro todo lo que piensa.

—¿Qué coño estás diciendo? —Mitchell no da crédito a sus palabras y no es de extrañar, pues Thomas es quien siempre lo mantuvo atado a su padre, siempre convenciéndole para que le diese otra oportunidad.

—Lo que oyes. —Tensa la mandíbula mientras traga saliva, apretando tanto los dientes que sus músculos se marcan sutilmente bajo su ligera barba rubia—. Lo mejor será comprar un billete de avión e irnos mañana. —Me mira—. Igual que Fiona y Terrence.

Al escuchar nuestros nombres, me dejo caer en la cama, sentándome junto a Mitchell, y sostengo con fuerza las sábanas entre mis dedos, conteniendo mis ganas de abalanzarme sobre Thomas para darle un gran abrazo. Prefiero que no sepa que escuché la conversación.

—Debo estar loco —dice Mitchell sin salir de su asombro—. ¿Tú estás diciéndonos esto? ¿Tú? ¿El hijo ejemplar, el ojito derecho de papá, el futuro de la empr...?

—Es lo mejor para todos —le interrumpe nuevamente—. Y ya no soy el futuro de la empresa —dice casi con un nudo en la garganta, aparentando normalidad—. Estoy barajando otras ofertas que me han hecho. Tal vez las acepte.

—¿Por qué? —La pregunta se escapa como un susurro de mis labios.

Thomas me mira, sin poder contener la lástima que transmite su mirada.

—Hay cosas que cambian y yo he cambiado de opinión respecto a la empresa —dice con simpleza.

—¿Ha pasado algo entre papá y tú? —Mitchell habla rápidamente, preocupado.

—Oh, no. —Suena tan falso...—. Todo va bien —dice forzando una sonrisa que no me llego a creer—. Simplemente han mejorado la oferta de papá.

Mitchell sigue atosigando a Thomas durante unos minutos más, no le complace ninguna respuesta y ninguna de ellas calma su preocupación por su hermano mayor. A pesar de su nefasta relación con Patrick, es consciente de la estrecha relación que hay entre Thomas y él. Desde la adolescencia, Mitchell envidiaba esa relación padre-hijo de la que no había podido disfrutar, siempre eclipsado por Thomas. Fue entonces cuando la relación entre ambos hermanos se resintió un poco durante los primeros años de la adolescencia de Mitchell. Sin embargo, no tardó mucho en darse cuenta de que Thomas no era el problema, sino Patrick. Ahí empezó el periodo de rebeldía constante en el que empezó a vivir Mitchell y hoy en día eso aún no ha cambiado.