Capítulo 48

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Joke's on You – Charlotte Lawrence

Terrence me sonríe desde la cama, sentado al borde, sólo vistiendo un pantalón de pijama. Ha conseguido relajarse y, tal vez, al igual que yo, ya vea el final a este día devastador. El final de esta desagradable situación. Él palmea sus rodillas, abriendo los brazos para mí, invitándome a sentarme. Y yo corro rápidamente hacia él. Le abrazo con tanta fuerza que suelta un jadeo, sorprendido y sin aliento. Aparta un mechón de pelo de mi cara y la acuna en su mano, dibujando círculos con su pulgar en mi mejilla. Sus ojos grises son cálidos, tranquilizadores, y es todo lo que necesito esta noche.

Nos besamos durante unos minutos. Suave, lento, sólo con cariño, sólo con el cariño que ambos necesitamos ahora para reponer energías. Mi pelo comienza a molestar cuando algunos mechones de pelo se cruzan entre nuestros labios haciendo reír a Terrence, quien enseguida me dice que me lo recoja con el coletero que hay en mi muñeca. Me hago una coleta bastante floja, pero que consigue apartar todo el pelo de mi cara.

Terrence me mira sonriente, acariciándome la mejilla.

—Así estás más guapa —comenta en voz baja.

—Tú siempre estás igual de guapo, sin embargo —replico con voz juguetona, haciéndole reír bajito.

—¿Qué es lo primero que harás cuando lleguemos a casa? —Pregunta con interés.

—Probablemente, ver cómo Artie y Zoe se llevan todo tu cariño durante un buen rato. —Me muerdo el labio para contener mi sonrisa inútilmente—. ¿He acertado?

Se encoje de hombros.

—Tal vez —ríe.

Cierro los ojos y me acerco lentamente a él para volver a unir nuestros labios.

En cambio, un estruendoso golpe nos separa al momento, haciéndonos mirar hacia la puerta.

—¿Qué ha sido eso?

—No lo sé, pero creo que venía del otro lado del pasillo.

Terrence me mira con el ceño fruncido.

—¿La habitación de Thomas?

Otro portazo.

—¡No te atrevas a dejarme con la palabra en la boca, Thomas! —El grito de Patrick es atronador, hasta el punto de conseguir que me encoja en mi lugar.

—¡No quiero escucharte en este jodido momento! ¡Lárgate de una vez!

Me levantó rápidamente y corro hacia la puerta, ignorando a Terrence, que intenta retenerme. Pego mi oreja a la madera para escuchar mejor la conversación, aunque estoy segura de que podría oírla a la perfección desde el exterior.

—¡Eres un crío, ¿lo sabes?! ¡Un crío! —Ruge Patrick—. ¡Como esta actitud continúe, olvídate de que siga pasándote dinero! ¡¿Me has oído?! ¡Thomas!

—¡Te he oído! ¡Y ¿sabes qué?! ¡No quiero tu puto dinero!

—¡¿De qué coño vas a vivir si no?! ¡Porque quedas totalmente expulsado de la empresa!

—¡Genial, así pierdo de vista tu puta cara!

Las voces se alejan un poco, probablemente por estar bajando a toda prisa las escaleras, pero tienen tanta potencia que sigue escuchándose a la perfección. Las pisadas fuertes y apresuradas no dejan lugar a dudas de que Thomas está intentando huir inútilmente de su padre.

𝐓𝐞𝐫𝐫𝐞𝐧𝐜𝐞 © [F #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora