𝐓𝐞𝐫𝐫𝐞𝐧𝐜𝐞 © [F #2]

Capítulo 39

no tears left to cry - Ariana Grande

Cuando decidí salir de la habitación, me encontré con Terrence casualmente en el pasillo. Me miró decepcionado y me dijo «no puedes huir de los problemas para siempre» antes de volver a nuestra habitación. Su comentario retumbó en mi cabeza durante el trayecto hacia la sala de estar, donde se encontraban Thomas y Mitchell, quienes me miraron preocupados. No había indicios de que Patrick se encontrase por los alrededores, así que aproveché el momento para sentarme con ellos: Debía convencerles de que Terrence era inocente.

     Fueron largos minutos intentando hacerles entrar en razón, algo que suele ser extremadamente complicado teniendo en cuenta que son realmente tercos. Sobre todo, Mitch, quien sólo podía pensar en ir hasta nuestra habitación para darle su merecido a Terrence. Tuve que mentir acerca del incidente con Kelsey, era necesario si quería mantener la inocencia de Terry. Pero no fue hasta que volví a amenazar con mi marcha, cuando comenzaron a tomar enserio mis palabras.

     Patrick regresó a la hora de comer. Ni siquiera me miró cuando nos cruzamos en la entrada del chalet, simplemente le dio un par de órdenes a Amelia con un tono realmente desagradable. Yo le di una sonrisa reconfortante, pero se le notaba en la cara que Patrick le causaba verdadero pavor. La entendía.

     Aunque insistí lo máximo posible, Terrence no se presentó a la hora de comer. Estuvimos los cuatro en silencio todo el tiempo mientras ellos se lanzaban miraditas los unos a los otros. Patrick se cansó del comportamiento de sus hijos y preguntó con malos humos qué ocurría entre nosotros. Por suerte, Thomas sacó el tema que tanto ansiaba; la probabilidad de que Terrence sí fuera inocente. Mitchell aún permanecía algo reacio ante la idea, pero Thomas intentaba hacerle entrar en razón. Por mí. Notaba su mirada de preocupación sobre mí todo el tiempo y sabía que aún dudaba sobre mi palabra, pero realmente quería mantenerme junto a ellos en Los Ángeles y no le quedaba más remedio que apoyarme si deseaba hacerlo.

     Patrick parecía cada vez más molesto a medida que sus hijos ponían una pizca más de confianza sobre Terrence, aunque no estuvieran muy seguros aún. Farfulló estar de acuerdo con la supuesta inocencia de Terrence antes de levantarse de la mesa con fastidio y el orgullo dañado.

     Durante las primeras horas de la tarde permanecimos en el sofá, viendo la tele. Ellos para despejar la mente y pasar un rato en familia, yo para darle algo de espacio a Terrence, quien seguía sin dar señales de vida. De vez en cuando comentaba algo respecto lo bueno que él era conmigo y me animé a enseñarles algunas fotos y vídeos donde salíamos realmente bien.

     Parecían estar convenciéndose poco a poco, pero no podía culparles por tener esa chispa de desconfianza que les animaba a protegerme. Ellos me miraron de arriba abajo, interrumpiendo uno de mis monólogos, y comentaron que iba siendo hora de salir a tomar algo de aire fresco. Pero con las temperaturas tan altas, sólo nos apetecía refrescarnos un poco. Me sorprendió gratamente que fuese Mitchell quien propusiera ir a la playa con Terrence.

     Así que, una hora después y con el sol acercándose cada vez más al horizonte, los cuatros disfrutamos de clima veraniego de la costa. Disfrutamos de la privacidad de la zona reservada en la que nos encontramos, sin bullicios ni basura flotando en el agua. Paz y tranquilidad. El silencio sólo lo rompen las gaviotas y las olas al romper en la orilla.

     Me ha costado convencer a Terrence de que esto era una buena idea y, cuando quise tumbarme junto a él sobre la toalla, guardó las distancias conmigo, algo asustado por las miradas de mis hermanos. Pero ambos se comportaron y relajaron, permitiendo que Terrence y yo disfrutásemos de un abrazo romántico y cálido sobre la arena.