Capítulo 15

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Two Ghost Harry Styles


Terrence prepara la mesa mientras yo saco la bandeja con el pescado del horno. Huele de maravilla y él pregunta una y otra vez si ya ha terminado de cocinarse. Él ha preparado la guarnición mientras yo aderezaba las doradas. He abierto una botella de vino que he recordado tener por casualidad. No es un gran reserva, pero, al menos, no está mal para acompañar el pescado con él. Es un vino rosado con sabor afrutado que me gusta bastante.

A pesar de su insistencia por ayudarme, llevo yo sola la fuente con las doradas y la dejo en el centro de la mesa. Le advierto que debe esperar unos minutos para que se enfríe, que abra el pescado y deje que el calor se vaya con mayor rapidez. Terrence descorcha la botella de vino y me sirve a mí primero. Ha traído la jarra de agua y un vaso demás para él, por si el vino no le entusiasma demasiado.

Algo que me sorprendió cuando Patrick me contó las cosas por las que Terrence había tenido que pasar, es que él se muestra reacio a todo aquello en lo que pudo caer cuando era un adolescente. Cualquier otra persona que hubiera soportado todo lo que él soportó, habría terminado enganchado a las drogas, al juego o al alcohol. En cambio, Terrence no suele beber cuando salimos, jamás ha hablado de juegos de azar y siente repulsión hasta por el olor a tabaco. Cuando le dije que fumaba hace algunos años pareció algo disgustado por ello, así que le aseguré que no había probado una sola calada desde que tenía veintidós.

Suelto un sonido de placer al degustar el vino y miro a Terrence con una sonrisa, quien también parece sorprenderse por el buen sabor de éste.

—Está bueno —comenta sorprendido.

—Espero que la dorada también lo esté —digo de buen humor.

Sin embargo, carraspeo para aclararme la garganta y le miro con mayor seriedad.

—Me gustaría que me contaras todo lo que pasó anoche —suspiro, temiendo arruinar nuestra comida con este tema de conversación—. Ya sabes... —Hago un par de gestos con las manos sin saber cómo introducir el tema—. Lo que hablasteis anoche y tal.

Terrence arquea las cejas, perdiendo su sonrisa, y suspira.

—Doug se puso en contacto conmigo para hablar —empieza, hablando dubitativo—. Yo no sabía por qué había decidido eso después de tanto tiempo. Es decir, han pasado cuatro meses ya. —Se encoge de hombros—. No quise saber nada de él, así que le dejé claro que no iba a hablar nada. No después de lo que me hizo.

Se me eriza la piel al comprender todo lo que Kelsey le echó en cara.

Asiento con la cabeza, sin decir nada, para que prosiga. Él le da un sorbo a su copa, como si sintiera la boca seca.

—Pero insistió tanto que acepté quedar con él para hablar las cosas y que, así, dejase de tocarme las pelotas —continúa—. Quedamos en el bar que te dije, pero Kelsey apareció minutos después. Yo me enfadé porque pensaba que lo tenía planeado, pero Doug pareció enfadarse también con la presencia de Kelsey. Así que terminamos discutiendo entre los tres. Casi nos echan del bar —dice con una risotada irónica—. Él intentó que se fuera; al parecer le siguió a escondidas para saber qué haría. Doug tampoco le dijo a Kelsey que hablaría conmigo.

Empiezo a cortar un poco de pescado y lo acompaño con su guarnición. Como mientras escucho a Terrence, mirándole en todo momento.

—No queríamos que os enteraseis. Yo para que no te preocupases y él para que Kelsey no jodiera más de lo que ya lo ha hecho.

𝐓𝐞𝐫𝐫𝐞𝐧𝐜𝐞 © [F #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora