Capitulo 10

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NO SOY DUEÑO DE INUYASHA. PERO SI SOY DUEÑO DE MIS HISTORIAS Y NO DOY PERMISO A NADIE A UTILIZARLAS.

HOLA DE NUEVO.

EN ESTE VIAJE LOS LLEVARÉ A UNA HISTORIA DIFERENTE, CON AVENTURAS, CONFLICTOS ROMANCE... UNA HISTORIA MUY DESDE EL FONDO DE MI IMAGINACIÓN. NO ES LA PRIMERA DE ESTE GÉNERO NI SERÁ LA ÚLTIMA, PERO ESPERO QUE SEA UNA DE LAS MÁS ENTRETENIDAS.

ABRAZO ENORME.

Capitulo 10

En la cascada todo era paz.

Al menos por fuera de los "compañeros de baño" sus corazones estaban inquietos.

No había nada más que deseara Kagome en este momento que huir de allí.

Sesshomaru por su parte sentía una gran intriga acerca de todo lo referido al monje poderoso.

Viéndolo de cerca mientras éste mantenía los ojos cerrados, Sesshomaru descubría características únicas en el misterioso sacerdote. Pestañas largas y tupidas, rostro angelical, nada de vello facial... Cuello largo y sensual, hombros fuertes pero redondeados, casi femeninos, sus vendajes ocultaban su vergüenza...

De nuevo aquello de la vergüenza...

El monje había dicho que usar los vendajes era costumbre ya.

Parecía no tener problemas al respecto.

Cuándo se habrá hecho las cicatrices?... Quién lo habrá herido de esa manera...

Tal vez cuando lo emboscaron los Ryu...

Malditos Ryu... Se encontró que quería saber, quería averiguar.

-"Higurashi Sama..."

-"Mmm?"

En eso, una fuente de youki se detectaba junto a las aguas en la orilla detrás de las rocas.

Sesshomaru miró hacia el lugar y Kagome se puso de pie automáticamente.

Su reiki brotaba de sus manos. El Lord Inu se levantó de las aguas.

La Miko lo vio

Enorme y majestuoso. Sus cabellos adheridos al cuerpo, su torso pálido y marcado, abdominales increíbles, los músculos costales pronunciados, las líneas magenta en sus costados perdiéndose en el hakama negro, mojado, ¿dónde quedaba la imaginación a todo esto?. En ninguna parte... Increíblemente perfecto

Kagome tragó duro, pero se enfocó en el visitante.

Adelantándose un poco al Lord, la sacerdotisa se abrió paso en las aguas.

El Daiyoukai la vio.

Su cuerpo casi sin ropa, su cabello mojado pegado a su rostro enmarcando la belleza de su cara. El fundoshi adherido a sus caderas redondeadas, de ellas emergían las piernas más sensuales que había visto jamás, musculosas, pero torneadas, fuertes, la piel relumbraba en rosa por la energía sagrada. El monje comenzó a caminar hacia la orilla atento y con sus manos llenas de poder.

El Lord Inu lo seguía de cerca incrédulo.

-"Hay algo poderoso detrás de esas rocas"

-"Hn."

El Señor del Oeste intentó ponerse delante de Higurashi para protegerlo.

Al acercarse a él sus ojos traicioneros bajaron hacia el redondeado y marcado trasero del hombre que se preparaba para atacar lo que fuera que los espiaba. Su falta de temor llamaba la atención del Daiyoukai.

CAPITAN HIGURASHIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora