Capitulo 19
Mientras el viento helado golpeaba su rostro Sesshomaru recordaba los hermosos ojos de Kagome.
Pero de inmediato en su mente se cruzaba la hermosa imagen de los otros ojos a la luz de la luna en el río de aquellas noches de campamento.
Juraría que eran los mismos ojos, pero en el cuerpo de un masculino.
Su corazón, para muchos seco y helado, latía desenfrenado al recordar los dos pares de ojos. Tan azules que eran como negros abismos insondables, no se cansaba de compararlos, no quería compararlos, eran ojos humanos, sagrados y pertenecían a un hombre y una mujer.
Un hombre...Impensable, imposible pero no podía quitárselo de la mente.
Se sentía más que abrumado por esos sentimientos encontrados y tan extraños.
Solo la imagen de la hermosa Miko vestida en las ropas de la legendaria Midoriko era quizás más fuerte en lo que a atracción se refería, La mujer no solo era bella, sino poderosa, y mucho. La boca se le llenaba de saliva al pensar en todo aquello.
Pero ese estúpido prejuicio con los humanos lo traía de pésimo humor.
¿No podría haber sido youkai, que tenía que ser una hembra ningen y para peor sagrada? Los humanos eran extremadamente débiles, algunos viles, despreciables, otros simplemente molestos y volubles.
Las hembras no le habían parecido demasiado atractivas nunca, pero algunas eran bastante aceptables.
El solo pensamiento de intimar con ellas era incómodo.
Se adaptaría una mujer humana a sus gustos y necesidades?
Satisfaría su desmedido apetito carnal una frágil y delicada mujer humana?
Lo que era más importante la gustaría a él estar con una hembra ningen?
Pensarían las mujeres que era asqueroso copular con un demonio?
Eso jamás, él veía la cantidad cada vez más creciente de hanyou en todo Japón y sabía que los youkai en su mayoría eran extremadamente atractivos para las humanas. Y su resistencia y magistral desempeño en las "relaciones físicas" eran muy conocidas por todas ellas...
La comisura de su boca se levantaba recordando los suspiros y expresiones de las "damas" al visitar él, la aldea de los humanos. Se sabía hermoso y atractivo.
El problema estaba en que si de verdad intimaba con una mujer humana, debería controlar su "ímpetu" y cuidar ciertos aspectos del frágil y delicado cuerpo de las féminas. También debería averiguar de qué se trataba ese ... misterioso sitio oculto entre las piernas de ellas que sabía se diferenciaba en algunas cosas de las hembras youkai...
Había observado varias mujeres desnudarse frente a él, pero jamás les prestó la debida atención... Rechazaba sus intenciones románticas y se alejaba. Ahora se sentía estúpido por no haberlo hecho, observar y tal vez tomar aquellas "ofrendas" hubiese sido útil en estos momentos...
Si...Él podría tranquilamente probar el sabor de esas mujeres que se arrojaban a él, pero no le atraían demasiado las humanas...
O eso pensaba.
Hasta que vio a Kagome.
Aún volando y pensando percibió un olor nauseabundo que lo hizo olvidar en qué pensaba.
El hedor de muerte y humo se colaba por sus fosas nasales.
Mirando hacia el horizonte reconoció el cordón montañoso de las tierras de los lobos, ya estaban llegando a destino, los pensamientos anteriores eran reemplazados por atención extrema a los peligros y amenazas.
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CAPITAN HIGURASHI
RomansaNo todo lo que brilla es oro...Y no todo lo que no brilla, no lo es.