Veo a mi alrededor, estamos parados frente a un edificio.
Noah baja, se acerca a el lado del copiloto, abre la puerta y trata de bajarme.—Yo puedo solo.—se aleja y espera a que baje del auto.
Empieza a caminar, por lo que comienzo a seguirlo.
Entramos por una gran puerta giratoria de, supongo es vidrio, caminamos por el lobby y el rubio se acerca a un anciano de recepción.
—Chico— dice, al parecer algo alegre el anciano—oh, traes compañía.
—Buenos días— ahora dirige su vista hacía mi.—Buenos días—sonrío.
—Buenos días, Ed.—dice el Rubio y saluda—¿Hay correo?
—Por el momento, no.
—Gracias.
—Tengan un buen día— el rubio da la vuelta, y coloca su mano en mi espalda.
—Igualmente, Ed.
Y comienza a arrastrarme, a decir verdad casi me está cargando con un brazo.
Llegamos a un ascensor, entramos y oprime un botón rápidamente.No le tomo importancia a nada, solo me quedo viendo a las puertas del ascensor.
Son muy interesante... no, realmente no, pero no sé qué hacer o decir.
Repentinamente se abren haciendo que pegue un brinco.Me arrastra nuevamente y nos detenemos frente a una puerta, a la derecha de esta, se encuentra una pequeña placa con el número 111.
Busca entre sus bolsillos, para tiempo después sacar sus llaves.
Introduce las llaves, gira el pomo, y abre la puerta.Me hace una seña con la cabeza, indicándome que entre.
Entro y al momento veo detrás de mí cuando cierra la puerta.
Deja sus llaves sobre un mueble de madera y camina, a lo que parece ser, una cocina.
Lo sigo.—¿Soda o agua?— me habla pero no logré escucharlo.
—¿Qué?
—¿Acaso quieres cerveza?, bien.— saca dos botellas del refrigerador y se acerca.
Se sienta en un sillón de color negro, hay otros dos, uno igual a ese y otro individual, todos del mismo color.
Me indica que me siente, me acomodo a un lado de el, obvio dejándole su espacio personal.
Las paredes son grises y blancas, con algunos cuadros, tiene muy buen gusto.
Me extiende la botella y la observo.
—¿Que no eres menor de edad?—asiente—¿Cómo es que te venden esto?
—Simple, Acerco las cosas que quiero pagar, saco el dinero, pago y ya.—dice y toma un sorbo.
—Eso,... no le encuentro fallas a tu lógica.
Nos quedamos callados unos segundos, hasta que comenzamos a reír sin parar.
Me dió risa al principio, iba a dejar de reír pero ver a Noah cómo derramaba lágrimas y ver cómo su sonrisa hacía que se le marcaran unas pequeñas arrugas.—L-Lo siento, suelo reír demasiado una vez que comienzo.—limpia algunas lagrimas con su mano— tengo amigos que me venden las cosas que no podemos comprar.
—Oh...
—¡Cierto!, tú pierna.— sale corriendo y entra en una habitación.
Tiempo después llega con un botiquín.
Comienza a levantar la parte de abajo de mi pantalón, y me alejo rápidamente.
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A V A L A N C H E [Pausada]
Teen FictionEl tener sentimientos es parte del ser humano, pero hay veces que no se pueden controlar, debido a eso, llegamos a odiarlos. Dylan no ha tenido una vida perfecta, gracias a su abuela ha logrado sobrellevar la muerte de sus padres. (Si llegaste aquí...