Capítulo 20 - Dormiste con Dominik

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—Dylan—escucho una voz a lo lejos, para después sentir que me mueven como a una sonaja—Dylan

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—Dylan—escucho una voz a lo lejos, para después sentir que me mueven como a una sonaja—Dylan.

—Déjame— digo tomando una almohada y tapando mi cara con ella.

—Tienes que levantarte.

—No, déjame dormir.

—Ah, no, si es por la resaca, es tu culpa.

—No lo es. — trato de excusarme.

—Si que lo es, ahora levántate.

—No quiero.—digo haciendo un puchero.

—Bueno...—Va al baño, tarda unos segundos y regresa — Yo te llevaré.

Pone sus manos sobre mis caderas y me deja sobre su hombro.

—Hey. — suelto un pequeño grito, y comienzo a moverme como gusano.

—Créeme, es mucho mejor que te ayude en esto.—me quedo quieto.— Bien, tienes 40 minutos.

Asiento, me baja de su hombro y me deja en el piso.

—Gracias.— el rubio sonríe.

—Traeré un café para cuando salgas.—dice y cierra la puerta del baño.

Joder, ¿por qué tomé tanto?, digo, muy apenas tomo.
El alcohol no es algo que me disguste, pero hay cosas mejores, por ejemplo: la Coca Cola, eso es vida.

Me desvisto rápidamente y entro.

Muevo mi cabeza de un lado a otro, el agua cae sobre mi cabello para después recorrer mi cuerpo, tal como de una cascada tranquila.

Termino de bañarme y salgo por ropa, porque alguien olvidó traerla antes de entrar al baño.

Me asomo con la puerta medio abierta, no veo al rubio, es ahora o nunca.

Salgo a paso apresurado en busca de mi maleta.
La encuentro y tomo algunas prendas rápidamente.

—¿Por qué la prisa?—escuchó que dicen a mis espaldas, la toalla casi se me cae por el susto, lo agarro bien y la pongo hasta cubrir mi pecho.—Ya hemos pasado por esto, ademas, ¿por qué te cubres el pecho?, ni que tuvieras senos.

—También tengo pezones, que si quiero, puedo cubrirlo como las chicas.—digo indignado.

—Bueno —dice con una sonrisa que crece a medida que habla— Puedes seguir cubriendo tus pezones, mientras yo admiro lo corta que te queda esa toalla.

De seguro parece que se me saldrán los ojos de las cuencas, bajo la toalla rápidamente.
Siempre termino perdiendo, pero vendrá un día en el que le gane, y yo seré el que sonreirá victorioso.

—H-m, iré a vestirme.—digo saliendo de ahí, cierro la puerta y suspiro.
Me dará un infarto o algo de tanto que me hace pasar este rubio estúpido.

A V A L A N C H E [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora