L.

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—Así que... ¿a ustedes también les llegó invitación?

Si, llegaron por correo. Sehun las recibió porque yo estaba en el trabajo.

—Ya veo.

Donghae hablaba por teléfono con Luhan, tratando de vislumbrar algún plan malévolo detrás de aquellas invitaciones. No lo encontró, claro esta. Quizás era una invitación sincera a una boda sincera. No dejaba de sentirse raro por la situación en general. No hacía mucho tiempo, literalmente, Siwon había sido su pareja. Y ahora se iba a casar con otra persona. Todo en menos de un mes.

Vaya.

Tengo que cortar Donghae, necesito llamar a la florería porque me han avisado que se hizo mal mi pedido.

—¿Que ha salido mal?

Confundieron los adornos florales y en vez de armarlos con baby breath los armaron con bugambilias. Bugambilias, ¿puedes creerlo? ¿quien en su sano juicio usa bugambilias para adornar una recepción?

—Probablemente alguien que quiere que su boda sea muy colorida, supongo.

Luhan soltó un suspiro bastante grave y Donghae tuvo que morder su labio para evitar reírse. Sabía que el menor debía estar estresado por la organización de su boda, así que un par de comentarios tontos no estarian de mas, solo para hacerlo sonreír aunque sea.

Oye, hablando de bodas, que bueno que la mía no será en el mismo mes que la de ese par tan ocurrente. Hubiera sido trágico.

—Con que no sean ambas el mismo día basta. Eso si seria trágico.

Luhan solto una risa bastante ligera y Donghae sonrió para si mismo, satisfecho.

Tienes razon. Te llamo después, ¿te parece?

—De acuerdo, suerte.

Donghae colgó el teléfono y lo dejó a un lado mientras el sol le pegaba tenuemente en la cara. Dirigido la vista hacia el cielo y se encontro con varios pedazos grises. Llovería bastante esa semana, al parecer. Bajando la mirada descubrió algunas familias adornando los jardines de sus hogares con luces y esferas relucientes de mil y un colores. Su época favorita del año ya estaba aquí y no podía estar mas feliz por ello. Incluso Heechul ya había sacado la enorme caja en donde guardaba el dichoso arbolillo de plastico, como lo llamaba él. Por lo general siempre dejaba que Donghae escogiera el color con el que lo adornarían, y ese año a él se le antojaba dorado. El arbol era blanco, por lo que definitivamente resaltaría todo. Y ya con las luces puestas... uh. Se lo imaginaba todo con una sonrisa muy ilusionada, como si fuera un niño pequeño emocionado por la tan esperada llegada de Santa.

Realmente esperaba con ansias que esta navidad fuera cien veces mejor que la anterior, en la cual había tenido que pasar noche buena haciendo videollamada con Donghwa. Siwon... bueno, había tenido que salir. Ahora sabía a donde, pero en aquel entonces lo ignoraba.

En eso se estaba hundiendo dentro de su cabeza hasta que Hyukjae apareció frente suyo, haciendo detener el columpio del arbol con sus dos manos. Donghae le miro con un puchero enojado y le empujo por el hombro.

—¿Por que lo detienes? Me estaba divirtiendo.

—Esta empezando a hacer frío y Heechul quiere que te pongas esto. — Hyukjae le extendió una bufanda blanca de lana con pequeñas bolitas del mismo material en los extremos. La abuela de Heechul se la había regalado en la navidad de hace tres o cuatro años. Donghae la adoró desde el primer instante, por supuesto. Era sumamente adorable.

—No había que detener el columpio, pudiste haberla lanzado dentro. — respondió, tomando la prenda y enredándosela en el cuello.

—No hagas berrinches, ya eres algo grande para eso, ¿no crees?— le dijo Hyukjae, metiendo la cabeza en el columpio y acercando el rostro muy cerca del suyo. Donghae puso los ojos en blanco mientras le empujaba hacia afuera con una mano.

|Out of Control|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora