|Out of Control|

LXIII

—Te voy a ser sincero, llevaba todo este tiempo creyendo que lo decías en broma...

Donghae soltó un risa que podría describirse como burlona mientras escogía un buen cuadro. Sus ojos escudriñaban cada pequeño detalle, cada color y forma. Si iba a hacer esto, lo iba a hacer bien. Mientras tanto, su mejor amigo lo veía, manteniendo los brazos cruzados. Caminaba a un lado suyo con una expresión escéptica en el rostro.

—Hablaba muy en serio en aquel entonces y hablo muy en serio ahora, Heechul. No tiene nada de malo y creo que es buena idea que asistamos.

Heechul bufó. Rodó los ojos mientras veía hacia todos lados, fingiendo un interés que claramente no existía.

—Por cierto, ¿cuándo regresa Hyukjae?— preguntó.

Donghae se encogió de hombros mientras sentía a sus orejas ponerse calientes. Hyukjae ya llevaba más de una semana en Londres por un viaje de negocios y, sintiendo la culpa subir por su garganta, no habían hablado desde que se fue. No le había comentado nada a Heechul, por supuesto, pese a que este último sentía que algo no andaba bien y sin embargo había decidido callarse hasta que Donghae fuera quien se lo comentara. Pero ya casi pasaban dos semanas y Donghae no decía nada. Solo caminaba cabizbajo por ahí y de vez en cuando se sorbía la nariz mientras revisaba su teléfono. Hasta el dulce Hankyung lo había notado.

—Y... has hablado con él, me imagino. — atinó a decir, mirando desinteresadamente el azulejo verde jade que cubría una columna de la tienda.

—S-si, claro que si, bastante seguido. — respondió Donghae, tratando de fingir demencia mientras su tímido tono de voz lo delataba. Por eso Donghae era tan malo mintiendo.

Heechul rió en silencio. Se llevó una mano al cabello para apretar su cola de caballo y después tomó a Donghae por el hombro, obligándole a girarse. Se encontró con una carita nerviosa y unos dientes que mordían insistentemente sus rojizos labios.

—¿Hasta cuando me vas a decir qué pasó?— preguntó por fin. Ya le había colmado la paciencia.

Donghae negó ávidamente con la cabeza mientras soltaba su labio y lo reemplazaba con la uña del dedo pulgar. Era tan obvio cuando se ponía nervioso o no quería hablar de algo.

—Fue una tontería. — le dijo, fingiendo distraerse con un cuadro a colores pastel detrás de Heechul. Este negó con la cabeza y suspiró pesadamente.

—Tratándose de ti, es lo más probable, pero Hyukjae es conocido por perdonarte hasta la más mínima qué haces, así que no me fio esta vez, ¿desde cuando no hablan?

Aquella pregunta tomó desprevenido a Donghae, quien terminó mordiéndose con más fuerza de la cuenta y soló un jadeo. Terminó cediendo, dejando caer los brazos a sus costados. Soltó un largo suspiro antes de recargarse en una columna detrás suyo y comenzó a jugar con sus dedos.

—Desde... desde que se fue. — confesó.

Heechul rió, no con malicia, si no como un "ya lo sabía" implícito.

—¿Y por que?

Donghae hizo muecas con los labios. Mordió la piel interna de sus mejillas y suspiró una vez más.

—Pues... quizás, quizás tuvimos una pequeña discusión un día antes de que se marchara.

—¿Quizás?

No, quizás no. Habían discutido. Donghae lo recordaba bien porque había sido la primera vez que Hyukjae le hablaba con tal dureza. Se lo tenia bien merecido y lo sabía.

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—¿Me repites a donde viajas?