XVII.

3.4K 414 87
                                    

La mañana vino pronto. Apareció suave y cálida. El sol había bañado poco a poco cada recoveco posible dentro de aquella casa. El cuerpo de Donghae estaba de espaldas a la ventana, pero eso no impidió que sintiera cierta calidez en su cuello que él pensó era por el sol. Pero no. Cuando se hubo despertado por completo, notó que esa calidez iba y venía. Como si fuera una respiración.

Y es que eso era.

Donghae no podía verlo, pero Hyuk Jae lo tenía extrañamente acunado contra si. Estaba respirando suavemente contra su nuca, y uno de sus brazos seguía rodeando posesivamente su cintura. Y Donghae se sintió tan dichoso que se avergonzó de sí mismo. Estuvo realmente a punto de volverse a dormir, dada la comodidad a la que estaba sometido. Pero si Heechul volvía pronto y los encontraba así, las preguntas no iban a parar en todo el maldito mes.

Se dio la vuelta sobre la cama, notando como aquel brazo se levantaba apenas un poco, dándole la libertad necesaria para moverse. Cuando Donghae estuvo de frente con aquel cuerpo tan cálido, se dio cuenta de que, de hecho, también estaba despierto. Estaba despierto y de frente con el. A tan solo unos pocos centímetros de su rostro. Sus ojos aún estaban adormilados y algunos mechones ligeros de cabello le caían en la frente.

Hyuk Jae estaba simplemente encantado con la imagen que tenía enfrente. Las facciones de Donghae se veían tan tranquilas y relajadas que tuvo la necesidad de sonreír apenas un poco, levantando al mismo tiempo el brazo con el que (conscientemente) rodeaba al cuerpo cerca suyo. Acarició una de las mejillas de Donghae y este último entrecerró un poco los ojos, sintiendo como Hyuk Jae pasaba delicadamente sus dedos por la piel de su rostro. Aquellos falanges pasaban por su pómulo, por su mandíbula, acariciando con un aprecio y admiración tan enormes que casi eran palpables. Los ojos de Donghae comenzaban a brillar pero el no se daba cuenta, al igual que los de Hyuk Jae. Estaban tan cerca, compartiendo un momento tan intimo en silencio, metidos debajo de las cálidas cobijas en la misma cama, dándole la bienvenida a un nuevo día que pintaba de maravilla.

—Buenos días.

Dijo Hyuk Jae, quitando algunos mechones de cabello de la frente de Donghae y dedicándole una de sus mejores sonrisas mañaneras llena de aprecio.

—Buenos días, Hyuk.

Donghae por su parte, y sin quererlo (aparentemente) se acurrucó un poco más contra el cuerpo ajeno, viéndolo directamente a los ojos en todo momento. Ambos sentían sus respiraciones chocando la una con la otra y no podía importarles menos.

—Si, si, buenos días.

Una tercera voz llena de algo parecido al sarcasmo inundó inesperadamente toda la habitación. El rostro de Hyuk Jae se llenó de confusión y el de Donghae de pánico total. Se giró solo para encontrarse a Heechul parado en la puerta ligeramente abierta, y con el rostro en una mueca de "te atrapé".

Donghae trató torpemente de levantarse de la cama, pero como las cobijas envolvían sus piernas, aprisionándolas por completo, cayó de cabeza contra el suelo, alcanzando apenas a amortiguar la caída con sus manos. Se levantó como pudo pero Heechul ya se estaba partiendo de la risa, aún viendo toda la bonita escena desde la puerta.

—Bajen ambos, Hankyung preparó el desayuno. Y Donghae... tu lavas las sábanas.

Pero claro. Las bromas sexuales no podían faltar en un momento así, claro que no. Heechul tenía que humillar a Donghae forzosamente.

Cuando el "intruso" se fue, cerrando la puerta tras de sí, Hyuk Jae se permitió hundir el rostro entre las almohadas y comenzar a reír con fuerza, rodando un poco por toda la cama.

—¡No es gracioso!

Le gritó Donghae, aprovechando para golpearlo suavemente con una de las almohadas que habían caído junto con él. Nadie se reía de sus desgracias.

|Out of Control|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora