LIV.

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—¿Y bien madre? Uhm... y-yo se que todo esto puede parecer demasiado pero...

La señora Lee, quien ahora se manenía pegada a una de las ventanas de la oficina mientras aspiraba desesperadamente del cigarrillo que había encendido apenas unos minutos atrás, levantó un dedo para hacer callar a su hijo. No pretendía ser grosera o intimidante, era solo que Donghae tenía que haber heredado su histeria de algún lado. Dio una profunda calada al cigarro y luego soltó todo el humo, obligando a Donghae a fruncir el ceño, pues le molestaba demasiado aquel hábito de su madre.

—Donghae, querido, tu vida literalmente dio un giro total en este ultimo mes y no tuviste la decencia de de llamarme ni una sola vez y tu...

—Heechul se estuvo haciendo cargo de mi y yo...

—¡Heechul no te parió! Debo reconocer que ha hecho un excelente trabajo pero al final del día soy tu madre y me hubiera gustado estar al tanto de toda esta situación. Tu, tu hermano y yo tenemos un trato respecto a esta cosa de la comunicación, ¿no es así?

—Si mamá...

—Bueno, al menos recuerdas eso. ¿Y tomaste todas las medicinas que te dieron en la clínica a la que fuiste con Hyukjae? ¿Te siguió doliendo el cuerpo después de que ese animal te golpeara? No puedo creerlo, yo habría ido a darle una golpiza a ese pedazo de...

—No te preocupes por eso mamá, creo que Hyuk se encargó de eso.

La señora Lee casi estrelló el cigarro contra el cenicero que mantenía cerca de ella mientras volteaba a ver a Hyukjae con curiosidad y asombro en los ojos.

—¿Le rompiste la cara, no? Nadie toca a mis hijos sin llevarse un buen susto tan siquiera.

Hyukjae soltó una risa nerviosa y después de lanzarle una mirada asustada a Donghae, quien le respondió incitándolo con los ojos para contarle a su madre, asintió ávidamente con la cabeza.

—Yo... me estaba defendiendo... supongo.

La señora Lee sonrió satisfecha y asintió una sola vez. Soltó una enorme bocanada de aire que casi sonó como un suspiro y se quedó viendo a su hijo. Su pequeño bebé de pronto era un adulto y se enfrentaba a las feas jugadas de la vida. Terribles e inesperadas, por cierto. Caminó hasta llegar a él y se inclinó para abrazarlo, besando su cabello y girando el rostro para sonreírle cálidamente a Hyukjae.

—Me hubiera gustado estar ahí hijo... eso es todo. La labor de una madre abarca muchas cosas, entre ellas apoyar y proteger a sus hijos.

—Lo se mamá. Lo lamento.

—Y bien... —la señora Lee recuperó su posición original mientras acomodaba su cabello detrás de sus orejas. — tu, Hyukjae, porque se que la mente de Donghae pasa vagando por ahí la mayor parte del tiempo, ¿cuanto tiempo llevan saliendo?

El mencionado levantó una ceja antes de voltear a ver a un Donghae sorprendido y luego se volvió a la mujer frente suyo. Parpadeó varias veces antes de balbucear lo más torpe posible e intentar responder.

—Nosotros... uh... es que no...

—Vamos, no seas tímido...

—Mamá es que nosotros no...

—No hay una fecha exacta, señora Lee... al menos no todavía. — respondió Hyukjae, removiéndose en su asiento mientras Donghae comenzaba a morder ansiosamente su dedo índice.

—Oh, ya veo. Pues no hay problema, pero espero que me tengas informada de esto, eh niño. — dijo la señora Lee, empujando la cabeza de su hijo con un dedo y obligándole a fruncir otra vez el ceño. —Bueno... ¿ya han comido algo, niños?

|Out of Control|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora