Qué tal de cumpleaños... pregunto irónicamente Nadya, muy bien, dijo sinceramente la pelirroja, te perdiste de una buena comida... por Dios Lena, cuándo vas a reconocer que estás en un error, esa chica no te quiere, es una oportunista... Nadya por favor, interrumpió, eres mi amiga, pero no voy a permitirte que te expreses así de Yulia, lo siento, contestó, pero puedo probarte que ella no es como tú crees, justo antes de conocerte ella había estado saliendo con una compañera de la Academia, una chica llamada... Katia, dijo la pelirroja, lo sé, justamente por eso se fue a Konakovo... además, continuó la amiga, salió con tres o cuatro chicas más de la academia, un de ellas estudia violín, la otra chelo, ha salido como con seis chicas... insistía Nadya, si, dijo nuevamente Lena, ha salido con Ivana, Katia, Anastasia, Anya, Catalina, Liaya... Nadya no quitaba aquella cara de asombro, Lena debía estar hipnotizada para ignorar eso, cómo podía soportar aquel desfile de mujeres... ah, se me olvidaba, también salió con Martina, allá en Konakovo... no te importa, preguntó asombrada la amiga, no, todo eso es pasado y allí se quedó, Yulia y yo sólo tenemos presente y futuro, además, a algunas ya les conocí y son chicas estupendas, cómo que les has conocido?... si, en Konakovo conocí a martina, fuimos a pescar... qué descaro de chica, llevarlas a las dos... no, interrumpió la pelirroja, Yulia me llevó a mí, Martina está con Svetlana y ellas dos nos llevaron comida a casa, Yulia no es mala por haber salido con varias chicas, en realidad no me siento mal por ello, quizá salió con muchas, pero se quedó conmigo Nadya, eso es lo más importante...
Se dirigieron al salón y recibieron sus clases, cuando llegaron a un receso, las amigas fueron a la cafetería para beber algunos refrescos... Nadya recibió una llamada telefónica... casi muere del susto al escuchar la voz al otro lado del teléfono, era la madre de la pelirroja, si... dijo con la voz quebrada... Nadya quiero que me ayudes en algo... claro, respondió, en qué... está Lena contigo... si, fue el monosílabo que salió de sus labios... te espero por la tarde para hablarte de lo que necesito y colgó...
Qué querrá la mamá de Lena, era la pregunta en la cabeza de Nadya, estuvo distante el resto del día, Lena apenas lo notó, estaba tan ocupada tomando apuntes que no se percató del cambio de actitud de su amiga.
Inessa estaba esperando a la chica, aún con temor llegó a la cita a aquella casa, pasa dijo, indicando que entrara a aquella habitación que contenía la biblioteca... aún no te perdono que mintieras, pero creo que si me ayudas reivindicarás esa amistad que decías tener con mi hija... aquella mujer la intimidaba, y claro que deseaba hacer algo... quiero que me ayudes a separar a esas dos... Nadya escuchó la idea de la madre de Lena, si su hija era testigo de algún engaño por parte de la pelinegra ella se decepcionaría y entonces volvería a su hogar, sumisa... planearon cómo propiciar una situación incómoda, el plan no les fallaría, esa relación no podría durar más...
Los días pasaron, Yulia y Lena seguían viviendo su idílico romance, no necesitaban más, ellas dos eran más de suficiente, las noches en que Yulia no trabajaba en el hotel, ésta ayudaba a su pelirroja con las tareas, se hicieron habituales en un café internet cercano a su pequeño apartamento, Yulia era mejor mecanógrafa que la pelirroja, así que mientras Lena dictaba Yulia copiaba, Lena presentaba siempre sus trabajos perfectos, gracias a la ayuda de su amada morena... claro, que había que hacer economías para poder disfrutar de esos servicios, pero la carrera de su amada chica bien valía la pena...
En esos días, Lena por fin obtuvo un pequeño trabajo, en la universidad ofrecieron un pequeño sueldo para una asistente de biblioteca, en realidad era más una limosna que un sueldo, pero ningún dinero vendría mal, además, le quitaba solamente la hora del receso, no era un problema... una de las vecinas del apartamento también ofreció algo, sus chicos, los gemelos que se encontraban cursando el séptimo grado necesitaban ayuda en un par de materias, sabiendo que Lena era una chica inteligente y que necesitaba un ingreso le ofreció unos cuantos rublos por la tutoría de las materias y otros más por ser la niñera de los chicos un par de horas dos días a la semana, mientras ella trabajaba... poco a poco la economía de aquella pareja iba mejorando y Lena se sentía más a gusto con ella misma por poder colaborar con los gastos...