Mamá

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Yulia fue hasta la habitación y volvió con un par de botellas de champagne, unos golpes en la puerta reclamaron la atención de la madre de la morena, quizá era un invitado retrasado, al abrir la puerta se encontró con una mujer pelirroja, jamás le había visto pero no hacía falta, sabía quien era, ese cabello y la blanca piel eran la identificación de la madre de Lena, buenas noches, saludó Innesa con voz suave, Larissa saludó y preguntó que en qué podía servirle, quiero ver a mi hija... Elena, ya para ese momento, la pelirroja había prestado atención a la puerta, vio a su madre allí hablando con Larissa y se acercó... ¡Mamá!, dijo emocionada, el amor pudo más.. sus ojos verdigrís se llenaron de lágrimas al igual que su madre, ambas se abrazaron... entrecortadamente la madre dijo a su hija, mi amor, perdóname, te amo y eso es lo que debe importarme... ambas, madre e hija lloraron durante unos minutos, el corazón de la morena se encontraba feliz, su amada por fin había recuperado a su familia, al fin su amor era completamente feliz... Nadya y su novio se despidieron al igual que los vecinos quienes ya llevaban en brazos al pequeño Vlad, era mejor dejar solamente a la familia, incluso, los hermanos de Lena prefirieron marcharse y dejar que su madre hablara cómodamente con Lena... los padres de Yulia empezaban a despedirse cuando Innesa les detuvo, deseo hablar con ustedes también, dijo en tono de súplica, quería hacer las cosas bien, Yulia, dijo acercándose a la chica delgada, diga... quiero que me disculpes...no, que me perdones por haberte tratado como lo hice, no tenía derecho de hacerlo, dame la oportunidad de conocerte... de apreciar las cualidades que desde un principio Lena ha podido ver en ti y que al parecer Sergey ya ha descubierto... Yulia bajó la mirada, era difícil decir algo, cómo responder a la madre de su amada niña, usted tenía sus razones para odiarme, no la culpo, dijo la morena, usted ama a Lena, es totalmente comprensible... Innesa se acercó hasta Yulia y le abrazó, la chica correspondió al abrazo, Sergey, Lena y los padres de Yulia observaron en completo silencio... gracias a ustedes, por tratar a Lena como una propia hija, por hacer todo lo que yo he dejado de hacer... nosotros, agregó un tono bajo Sergey, olvidamos nuestro deber de padres... el hombre prosiguió el discurso empezado por su esposa... debimos apoyar a Lena desde el principio, si la gente de fuera iba a ser dura con ellas nosotros debimos haber sido quienes le comprendieran... la plática llegó hasta poco más allá de las once de la noche, los padres de ambas comprendieron que era mejor dejarlas solas, Innesa se enteró de las promesas hechas por las chicas... abrazó a ambas antes de retirarse con su esposo, las quiero a las dos, te conoceré más Yulia, también tú serás mi hija... gracias mamá, dijo la pelirroja al abrazar y besar a su madre... soy completamente feliz... espero que vuelvas pronto... y yo espero que vayas a casa... se te extraña tanto... besó a su padre al igual que la morena... se retiraron y dejaron a aquel par en el pequeño apartamento... el sitio más bello para estar... el paraíso en una calle estrecha de un barrio obrero de Moscú.

Te amo pecosa... dijo Yulia al tomar la mano de su niña para ir a descansar, soy tuya alfiler, lo sabes... claro que lo sé, soy feliz por ello, hoy... soy completamente feliz, lo sé, sé que eres feliz porque me amas y el que mi madre haya venido hoy y comprenda.. el que haya recuperado a mi familia te hace feliz, porque yo lo soy...hace un año mi amor, hace un año... me perdí en tus ojos y tus rizos rojos... ja! Sonrió Lena, hasta poeta te ha vuelto el amor... sabes?... tienes razón... escribí algo para ti, algo por ese año en que todo cambió y se volvió perfecto... ven... se condujeron hasta la habitación, la morena sentó a su niña al borde de la cama y agachó frente a ella, apoyó uno de sus brazos en las piernas de Lena, sacó del bolsillo trasero de su pantalón una hoja de papel doblada en cuatro... la extendió y leyó con la voz un tanto quebrada.. “la helada tarde de aquel día, de nuestro encuentro fue testigo... mi corazón encontró su camino, eres desde entonces mi alegría. Azar, suerte, no sé... destino, antes de ti mi vida estaba vacía, eres desde entonces mi alegría, cambié tanto desde que estoy contigo. Por nada del mundo el hoy cambiaría, vivir sin ti ya no es posible... desde que te conocí soy más sensible... eres desde entonces mi alegría. Te doy mis manos y junto a ellas mi vida, sin duda mereces más, pero soy tuya... problemas habrán pero no quien destruya, este amor que nació aquel día... pues eres desde entonces... mi alegría” ...sé que no es bueno, dijo Yulia, lo mío es la música... no me defiendo bien con las letras... la pelirroja levantó a la morena tomándola de las manos, esto es lo que pienso de lo que escribiste... dijo la pelirroja antes de besar los labios de su amada... suavemente deslizó su lengua para sentir la dulce humedad de su niña... el beso suave poco a poco se transformó en un beso lleno de pasión y de deseo... exploraron sus bocas, Yulia llevó sus manos hasta los cabellos de la pelirroja, siempre lo hacía, le encantaba el perfume que desprendía de ellos, ese perfume que le acompañaba durante el día entero... si niña, su amor... Lena posó sus manos en la cintura de la morena y la atrajo contra sí... te amo Yulia... tú me das fuerza, contigo al lado sé que no hay imposibles...recorrió con las yemas de los dedos la piel de su niña, aquel lunar que tenía un poco más abajo del cuello, ven acá... dijo al llevarla hasta la cama, se quitó la bufanda que llevaba suelta y vendó con ella los ojos de Yulia... ahora solamente vas a sentir... rió al tiempo que retiraba los botones de la blusa de su amada, la morena intentó llevar sus manos hasta el cuerpo de su pecosa, ésta no se lo permitió, mm mm, dijo, nada de tocar, sólo sentir... descubrió despacio el delgado cuerpo de Yulia, besó su bronceada piel... suavemente la acomodó en el lecho y trazó senderos de besos por aquella geografía que amaba, dibujó cada uno de sus accidentes, sus montañas... pequeñas pero dispuestas y deseándola... mordisqueó los botoncitos que estaban allí firmes y con el calor del deseo posesionados de ellos... la morena sujetaba con fuerza la sábana que no retiraron, deseaba tanto poder sentir a su pecosa... no sabía que venía, solamente se estremecía cuando sentía nuevamente los labios de su amante recorrerla... un nuevo sitio, una nueva caricia... Lena se alejó... supo que estaba liberando a su cuerpo de las ropas al escuchar la cremallera de sus pantalones... sintió la piel de su amada pelirroja fundirse con la de ella, sintió cómo sus cabellos le acariciaban el pecho al sentirla besar su cuello, Yulia intentó nuevamente buscar con sus manos a su amada, Lena sujetó con sus manos las de la morena y no se lo permitió... espera... aún no... recorrió su delgada cintura, besó el vientre de la morena y siguió la ruta que la morena deseaba y ella misma quería, Yulia gemía con cada beso, la oscuridad obligada en la que estaba la excitaba, no sabía que esperar... y allí estaba su niña, amándola por completo, haciéndola sentir, vibrando con cada caricia, con sus manos y su boca estaba llevando a la pelinegra a sitios insospechados, jamás ninguna chica le había amado como la pelirroja, jamás ninguna mujer le había podido brindar tanto placer... ese era el amor, volar de la mano de su pecosa... de esa mujer... la que le pertenecía así como ella se daba... completa... Yulia empezó a gemir, si Lena, así, decía entrecortadamente, no pudo más y retiró la bufanda de sus ojos y atrajo a la pelirroja hasta sus labios, te amo preciosa, eres a quien necesito para ser yo... la morena giró para quedar sobre la chica que amaba, la estrechó fuertemente entre sus brazos, aún delgados la fuerza de su amor hacía sentir completamente segura a la chica... besaba el cuello de su pecosa amada, se aferró fuertemente a su cuerpo... besó su boca como si no lo hubiera hecho en mucho tiempo, con sus dientes sujetó el labio inferior de la pelirroja para no permitirle escapar, era un dolor dulce, esa morena la amaba y la quería para ella... descendió aquel camino conocido y deseado, hizo salir jadeos de la boca de la pelirroja cuando con su lengua acarició sus senos, sus hermosos y dulces senos... notó como la piel de Lena se erizaba con sus besos, la excitación se apoderó de sus cuerpos, Yulia llegó hasta el sitio que le esperaba, con sus juguetonas manos hizo vibrar a Lena, la pelirroja la sentía por todo su cuerpo, le haló un poco por los cabellos para besarle, la morena llegó hasta ellos, el mejor sabor lo bebía de allí, el dulce sabor de su niña, el ritmo se incrementó y Lena ahogaba sus gemidos en los labios de la pelinegra, esta vez Yulia si sintió como se trazaban unas líneas en su espalda, ese pequeño dolor coincidió con el grito de placer de su niña, los espasmos de su cuerpo le indicaban que estaba volando... su corazón se llenaba de felicidad cuando veía el gesto de la pelirroja, cuando sabía por la expresión de sus ojos que la estaba sintiendo, que ahora eran una sola, Yulia apretó fuertemente a Lena mientras temblaba... te amo... Yulia, eres mi vida... el corazón de la morena también se encontraba acelerado, ambas sentían cómo palpitaban estruendosamente dentro de sus pechos... llevamos un año juntas... y deseo que sean miles... susurraba Yulia al oído de la pelirroja, acariciaba sus rojos cabellos y se perdía en el verdigrís de su mirada... Lena sonreía al ver su reflejo en los azules de su morena, eres bella... dijo la pelirroja, me amas y te amo... este año ha sido toda una aventura que volvería a repetir sin ninguna duda, estar contigo es mi destino... ser de ti... acompañarnos por el resto de nuestras vidas... sonrió y dijo a su morena... espera un segundo, ahora vuelvo... se levantó y caminó fuera de la habitación, la pelinegra observó aquel espectáculo apoyando su rostro en una de sus manos, que bella era aquella chica, vio su cuerpo desnudo, la blanca piel salpicada de pecas, sus formas bellas... vio saltar sus rizos luego de guiñar un ojo antes de cruzar por la puerta... volvió a los pocos segundos... asomó la cabeza por el marco de la puerta, de lado sonrió maliciosamente... se me antojó helado... dijo a la morena, ¡en invierno!... rió Yulia, si, y me lo quiero comer ahora, respondió levantando una de sus cejas coquetamente... volvió al lecho llevando un tarro con helado de vainilla, con una pequeña cuchara sacó un poco y lo llevó a la boca de la morena...mmm, mmmm, rico, Lena tomó un poco y lo saboreó, con sus labios fríos besó el cuello de su niña, la morena dio un saltito... ahora sientes frío, dijo Lena... espera... tomó otro poco con la cuchara y lo puso en el pecho de Yulia, la pelinegra empezó a reír, el helado le estaba haciendo cosquillas... entonces Lena dirigió sus labios hasta el sitio y empezó a retirarlo con su lengua, Yulia cerraba sus ojos, gemía con cada contacto... primero algo frío... luego el placer de sentir las caricias delicadas de su amada, le estaba llenando de calor, de una urgencia de tenerla por completo, el cuerpo de la chica de ojos azules fue cubierto de helado y besos, la pelirroja retiró despacio el dulce para llegar hasta donde su niña quería que llegara, hasta el sitio que le hacía temblar...Lena estaba en ella, brindándole amor y placer... sabía que la morena la deseaba, podía sentirla con sus labios... con sus dedos enredados en los cabellos rojos de su amada niña Yulia era transportada a otro mundo, sólo podía pronunciar el nombre de su pelirroja, afirmar porque lo que sentía por su cuerpo también lo sentía en su alma... la pelirroja había aprendido a conocerla, sabía cómo hacerla sentir, la morena apretaba sus caderas contra su niña, quería sentirla por completo... el ritmo y el calor se incrementaron, la morena echó su cabeza hacia atrás y formó un arco con su cuerpo... alcanzó el orgasmo aferrada a su pelirroja... te amo Lena... dijo casi sin aliento... se abrazaron fuertemente y así, enlazadas en ese abrazo durmieron... desde hacía un año eran una sola, le felicidad era completa, Lena había recuperado a su familia, tenía un empleo en el cual se apreciaban sus talentos, Yulia iba a tener una oportunidad para ingresar a la sinfónica de Moscú, era talentosa, no era posible que ese talento pasara desapercibido, estaban juntas, se amaban, tenían amigos que las apreciaban y cada mañana podían; una en los ojos de la otra, ver que la vida sonreía, que el sol brillaba más... abrazadas podrían enfrentar al mundo, ya lo habían hecho y su amor había ganado.

Despertaron hasta bien entrada la mañana, no había nada que hacer, era sábado y podrían disfrutar del descanso y de la soledad que era su perfecta compañera. La pelirroja se levantó mientras su morena aún dormía, hacía un poco de frío así que buscó una frazada para agregarla a la que ya cubría a su chica...su bello rostro estaba de lado sobre la delgada almohada que acostumbraba, sus cabellos ya habían crecido un poco más, ya necesitas un corte... dijo en voz baja, quizá hoy por la tarde... fue hasta el baño y observó su rostro, no podía quitar esa sonrisa que tan bien sabía colocar la pelinegra... se sabía bella y lo comprobaba cada día al ver la devoción de aquellos ojos azules que tanto amaba.

A media ducha con sus ojos cerrados para quitar el enjuague del cabello estaba cuando las manos de su morena sujetaron su cintura y sintió sus suaves labios besarle el cuello... nos duchamos juntas?... preguntó... claro, respondió Lena mientras tomaba la esponja para lavar el cuerpo de su niña... el día 17 será la prueba para la sinfónica... me gustaría mucho que estuvieras conmigo, comentó Yulia, a qué hora es?, a las 3:00 de la tarde, mmm, sabes que debo trabajar hasta las cinco, pediré una hora para salir más temprano y llegaré... de acuerdo?... claro, así cuando digan el resultado tú estarás conmigo, si mi amor, estaré contigo. El baño terminó y optaron por vestir prendas cómodas, se abrigaron y fueron hasta la abarrotería para comprar unas cuantas cosas para el apartamento y el diario, había que enterarse de cómo marchaba el país... Lena leyó el periódico para las dos, así lo acostumbraban, la pelirroja leía y muchas veces comentaban por bastante rato las situaciones locales y mundiales, su amor jamás podría caer en la rutina, ellas compartían muchos intereses y cada día descubrían nuevas situaciones que hacían de su amor uno bastante singular... por la tarde la pelirroja sugirió salir para que la morena se cortara el cabello, te gusta que lo lleve corto... afirmó Yulia, claro amor, hace resaltar aún más tus bellos ojos... por qué no me lo cortas tú?... dijo la morena mientras buscaba unas tijeras entres las cosas de la gaveta del mueble de la sala...pero no sé si podré... no es tan difícil, tú solo corta un poco de cada lado y ya... Yulia se sentó en una silla del comedor, se puso una toalla en los hombros y sonriendo dijo... bueno señorita... a cortar... Lena empezó con la tarea, un poco aquí, un poco allá, al cabo de unos minutos había cortado ya el cabello, quizá se le pasó un poco la mano, creo que corté mucho... dijo disculpándose, no, está perfecto, de ahora en adelante sólo tú me cortarás el cabello, Yulia pensó que en efecto estaba un poco corto, pero el placer de sentir los dedos de la pelirroja enredados en sus cabellos no tenían comparación, así se cortara el cabello cada semana, quería disfrutar de esa atención más de su amada chica.

Luz de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora