Celos?

3 0 0
                                    

Yulia contó a sus padres lo del nuevo empleo de Lena, ambos le felicitaron por teléfono, Lena por su lado comentó a su padre lo del empleo, pero no dijo aún que Yulia había perdido el del hotel... Sergey se sintió orgulloso de su pequeña, lograba tanto, era sin duda una chica maravillosa, decidida y segura, ahora que estaba con Yulia habían salido a flote varias de sus cualidades.

Ambas se arreglaron para ir por la noche a la reapertura del departamento... todos los catedráticos sabían la historia de aquel par que ahora llegaba, Lena vistió un traje de pantalón y chaqueta de color gris, una blusa color vino que combinaba perfectamente y sus zapatos oscuros, Yulia vistió pantalones azules y una blusa de cuello alto gris oscuro, el abrigo hacía juego, se veían perfectas... la ceremonia de reapertura fue corta y emotiva, recordaron al joven fallecido y brindaron en su memoria, al presentar a la nueva investigadora del departamento, los aplausos no se hicieron esperar, sobre todo por parte de los maestros que sabían que la pelirroja era una mujer capaz e idónea para el puesto. Sobra decir que ella fue el cetro de atención esa noche, algunos de los hombres jóvenes que asistieron esa noche, dirigieron tanto miradas como palabras a la chica; mientras Yulia conversaba con uno de los profesores de Lena un joven se acercó a la pelirroja, le hizo un par de preguntas a las que ella contestó amablemente... se sintió observada, era Yulia, Lena se encaminó hasta dónde su chica, tomó un par de las copas que ofrecían y le dio una a la morena, se sonrieron una a la otra y bebieron el vino que en ellas estaba, el chico que había estado hablando con Lena se acercó un poco, se reunió con tres o cuatro jóvenes más y hablaron un poco alto acerca de lo bella que era la nueva investigadora, dirigieron miradas un poco lascivas, eran hijos de quienes con su dinero hacían funcionar el departamento, la pelirroja notó el silencio de la morena, ella les reconocía bien y sabía respetarlos, ya conocía sus silencios preocupados, como el de la noche en que la condujo hasta la clínica con sus ojos anegados en lágrimas, los tiernos, cómo cuando se sorprendía siendo observada con devoción por la morena en medio de alguna tarea cotidiana; sabía muy bien de sus silencios de deseo... aquellos que a veces la asaltaban en mitad de la noche y se encontraba siendo amada y besada en las sombras, éste era uno nuevo, pero sabía muy bien de qué se trataba, vio en sus ojos azules una leve chispa de celos, bien sabía que la morena nunca le haría algún reclamo, pues como habían conversado un día, reclamaría si viera en ella una actitud de interés hacia otra persona, pero si el interés era externo pues ella no podría hacer nada, aunque no podría evitar molestarse un poco, no con la pelirroja, pero sin duda la situación no le sería para nada agradable. Lena supo que ese era un buen momento para demostrarle cuánto la amaba, tomó su mano más fuerte y la atrajo hacia sí, besó suave y largamente sus labios, los chicos de los comentarios callaron, algunos dirigieron su mirada a otro sitio, otros observaron atónitos como las manos de la morena sujetaban el rostro de Lena y poco a poco detenía su cabello entre sus dedos... vieron cómo la pelirroja se amarraba a la cintura de la delgada chica, les vieron separarse del beso breves instantes para volverlo a empezar.

Las chicas abandonaron el lugar, ya era tarde y había que dormir, era tan sólo una excusa para volver a casa, Yulia estaba feliz, Lena le demostraba cuanto la amaba y le daba su lugar, maravillosa era una palabra que quedaba corta para nombrar las cualidades de su amada, sonrió durante todo el trayecto de vuelta a casa, Lena llevaba su mano en la pierna de Yulia, poco a poco fue moviéndola del sitio habitual hasta alcanzar uno que hizo a Yulia dar un pequeño salto dentro del auto, allí estaba, la chispa que nunca les abandonaba. Esa noche Yulia llevó hasta la cama unas cerezas... estaba muy imaginativa, dijo que jugarían “Cerezas con premio”.. colocó algunas de las frutillas en sitios estratégicos de la blanca geografía de su chica, y comió una a una mientras lamía el sitio que era el premio...más tarde se invirtieron los papeles, cada una comió del cuerpo de la otra, volvieron a ser una.

La mañana las sorprendió, se les estaba haciendo tarde, tomaron el baño juntas, Dios, aún tengo un poco de miel de las cerezas... dijo la pelirroja al observar una leve mancha rosada en su vientre... te prometo que hoy por la noche hago mejor mi trabajo, rió la morena al tiempo que robaba un beso a su amor, se vistieron apresuradamente, Lena retiró las sábanas de la cama y colocó otras... nos comerán las hormigas... dijo a Yulia mientras hacía el cambio, no si yo te como primero... replicó la pelinegra... de esta noche no pasas... volvieron a reír... Yulia había vuelto a la normalidad, ya la preocupación por lo del empleo no era tal, su actitud volvía a ser la misma... la desenfadada y alegre Yulia.

Luz de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora