Lena estaba preparando algo para la cena de ese jueves, Yulia partía unos cuantos tomates para una ensalada, observaba a la pelirroja, amor... dijo desde la silla dónde estaba, dime... contestó dándose la vuelta para verle de frente... si?... te amo... dijo la morena, la pelirroja bajó un poco su mirada y sonrió, lo sé... sé que me amas, lo puedo sentir.. la pelinegra se levantó y tomó sus manos, Lena, no sé qué sería de mi vida si no fueras tú mi vida entera... amo todo de ti, cada detalle, todo, la manera en que tomas el bolígrafo con el que escribes, cómo me ves cuando me equivoco en algo... tu sonrisa... tus opiniones... tu forma de hacer el amor, el color de tu pelo, el olor de tu piel... Yulia no dejaba de mencionar todos los detalles que amaba de su niña, Lena entrecerraba sus ojos complacida, la morena le sorprendía cada día un poco más... esta declarada devoción hizo saltar unas lágrimas emocionadas de sus ojos verdigrís... yo también te amo alfiler, dijo la pelirroja al tiempo que abrazaba la cintura de su amada, vio directamente a sus ojos, desde que estoy contigo... vivo en el cielo y puedo verlo en tus ojos, amo cada parte de ti, desde tu sentido del humor hasta tu carácter... que a veces te mete en problemas... amo cerrar los ojos y sentir tus manos por mi piel, amo tu pelo revuelto por las mañanas, amo tus silencios... se acercó despacio y rozó su nariz con la de la morena, con sus ojos cerrados recorrió ese rostro que amaba, hasta llegar a los dulces labios que bebían su alma... lentamente se fundieron en un beso largo y húmedo, suave... delicioso... Mañana será un año que mi vida cambió, dijo Yulia al terminar el beso... si, dijo Lena, dime... qué fue lo primero que pasó por tu cabeza cuando me viste a la orilla de la carretera?... Yulia sonrió un poco, sinceramente pensé que eras otra niña mimada que había olvidado ponerle combustible al auto, que sencillamente no sabías que eso se debía hacer... Lena rió, pensaste que era una chica tonta... casi, aunque aún no sé por qué me detuve, nunca lo había hecho. Pero cuando bajé del auto y me pude ver en tus ojos... allí mismo me enamoré de ti... aunque te seré sincera, nunca imaginé que podrías verme como me ves ahora... no te entiendo?... es que tú tan bella, tan lejana a mi, ese día recuerdo que te dije que tú y yo estábamos como de la tierra a la luna... la pelirroja sonrió, a ver, comenzó Yulia mientras acariciaba los rizos rojos de su amada, qué pensaste tú?... me alegré muchísimo de que alguien parara, ya me estaba preocupando y... y?, cuando me diste la mano para saludar... me puse muy nerviosa... quedé prendada de tus bellos ojos azules...esa noche, luego de que me dejaste en casa... apenas dormí, pensaba sólo en ti...
Las chicas cenaron viéndose a los ojos, Yulia sorprendería mañana a su pelirroja, Lena por su lado también había preparado algo para sorprender a su amado terremoto de ojos azules, bebieron un poco de vino que había quedado en la botella, ya era un año, casi, un año en el cual no habían faltado los problemas, pero su amor era firme, además, los problemas eran externos, ellas no tenían motivo para pelear, se amaban, se respetaban y se tenían confianza, la vida no había sido del todo justa, pero estar juntas era lo más valioso que tenían.
Al despertar Lena notó que Yulia se había levantado ya, no sabía qué esperar, su amada morena era totalmente inesperada en cuanto a esas celebraciones, no sabía si ahora tendría otro disfraz, quizá le saltara al salir de la habitación... en fin, sonrió al levantarse y se dispuso a ir al baño y esperar cualquier cosa...la sorpresa de ella tendría lugar por la noche. Fue hasta el baño y aún no pasaba nada, quizá cuando volviera a la habitación... la pelirroja no escuchaba ningún ruido, decidió ir hasta la cocina pues como era viernes aún debían ir a la universidad, colegio y academia, cuando asomó por la puerta... vio como la sala estaba llena de rosas blancas... la morena estaba sentada en el sofá, ya estaba vestida, parecía un chico esperando a su pareja para la fiesta, se había vestido de negro, una camisa blanca, su abrigo y bufanda... sostenía en sus manos doce rosas rojas de tallo largo..., sus cabellos estaban revueltos, así a propósito, no pronunció palabra, solamente dibujó una sonrisa en su rostro al ver la expresión de su amada niña de cabello rojo... amor... dijo Lena al acercarse... la morena se levantó y empezó dando cada una de las rosas al tiempo que nombraba los meses ...noviembre... el mes en que conocí a la mujer que posee mi vida, diciembre... tú y yo, nos volvimos una, nuestro primer año nuevo, enero... el sueño de mi vida... tú y yo... nadie más... febrero, amarnos bajo nuestro techo...el primero de mis mejores cumpleaños... marzo... obtuviste un trabajo, abril, intentaron separarnos, pero nos demostramos que somos más fuertes que eso, mayo... el séptimo mes, cabalístico, te vi dormir casi todas las noches pensando en lo afortunada que soy... junio... el inicio de un gran verano... julio... me dedicaste aquella medalla que te premiaba a ti, delante de todos dijiste que me amabas, agosto... recuerdas... junto al río... septiembre, comprendí que jamás podría volver a estar sin ti, conseguimos el bebé... la pelirroja sonrió, el bebé dijo... y posó su mano en el vientre, aquella cicatriz... octubre, el cumpleaños de mi amor... no puedo darte mucho, pero puedo darme entera... dijo tomando la mano que quedaba libre, y le besó suave y delicadamente... Lena tomó la mano de la morena y la posó en su mejilla, Yulia sintió que se humedecía... vio a los ojos de su chica... estaba llorando... besó sus labios y secó con ellos las lágrimas... te amo Yulia, te amo... no tienes que darme más de lo que me has dado, todo lo que yo quiero lo encuentro en tus ojos al amanecer.