Parece mentira, dijo Yulia esa tarde de viernes en que Lena pasó por ella a la academia, qué parece mentira? Dijo la pelirroja mientras abrochaba su cinturón ahora desde el asiento del acompañante... que no encuentre trabajo, no es posible... el tono que había adoptado la morena era uno de enfado, Lena comprendía bien, así que trató de distraerla... a veces tenemos que esperar por algo muy bueno, ve mi ejemplo... esperé 18 años por ti...Yulia esbozó una sonrisa, ese comentario había calmado un poco el enojo que llevaba dentro, adivina? Dijo la pelirroja, nos quedaremos sin combustible?... bromeó Yulia... no, ya sé, perderé el trabajo en el colegio también... Lena dirigió una mirada a su pequeña, lo siento, no me hagas caso, es que tuve un día muy malo...dime, qué adivino?... la pelirroja volvió a su actitud anterior, aunque ese comentario le preocupó... iremos al cine...anunció, recuerdas aquella película que dijiste querías ver?... cuál? Aquella, la del vídeo que no debes ver porque si le ves mueres en una semana?...ah, si, ya recuerdo... pero... por qué mejor no nos vamos al apartamento, estoy cansada... Un momento Yulia, dime qué te pasa?... nada... fue la respuesta de la morena, nada me pasa, sólo estoy cansada...está bien, vamos a casa, descansas y luego hablamos, te amo y lo sabes... descansarás y hablaremos...
La morena condujo en silencio hasta el apartamento...sabía que había llegado la hora de hablar, había agradecido el espacio que le brindaba Lena al no comentar nada sobre su estado de ánimo, pero también sabía que había que enfrentar la situación pues ésta no era justa para su pelirroja. Al bajar del auto, Lena tomó la mano de su amada, fuertemente la sujetó y caminó con ella hasta la puerta, usó su copia de la llave y abrió, se encaminó hasta la habitación y corrió las cortinas, ven mi amor... dijo a la morena... quitó su abrigo e hizo lo mismo con el de ella, vamos a descansar un rato... después hablaremos, si así lo quieres... está bien, más tarde hablaremos... eran para entonces las cuatro y minutos, Lena abrazó a Yulia y trató de transmitir en ese abrazo todo el amor que sentía, le apoyaría... pero tenía que ser Yulia quien hablara, así debía ser.
Durmieron por unas dos horas, Yulia se sintió deliciosamente cómoda, los brazos de su amada eran todo lo que necesitaba para que su corazón y preocupaciones se calmaran. Lena fue la primera en despertar, su pequeño demonio de ojos azules dormía sujetando su cintura, su rostro estaba en calma, dulce, Yulia era para ella todo eso y mucho más, Yulia siempre sabía que la suavidad le gustaba, pero a la vez sabía adivinar algunos otros de sus deseos, amarla no era complicado, amaba todo lo que ella era y hacía... ahora debía hablar con ella de lo que sentía, la pelirroja comprendía muy bien a la morena, ese era su carácter, Yulia también podía ser fuerte y decidida, nunca dudaba en lo que debía hacer.
La morena abrió los ojos, aquellos ojos verdigrís que amaba estaban fijos en los de ella... quieres hablar? Preguntó la pelirroja...la morena aún no respondía... sé perfectamente qué te pasa... continuó Lena, pero creo que debes aprender a compartir tus preocupaciones conmigo... sé que somos jóvenes, pero no somos unas niñas... prometimos decirnos siempre la verdad, no?... la pelinegra asintió con la cabeza, Lena prosiguió... ya hace varios días que te acuestas y apenas me das un beso de buenas noches... no es que me moleste sólo dormir a tu lado, tú bien sabes cuánto disfruto de tu compañía, sé que tienes tantas ganas de mi, como yo las tengo de ti... pero sé que con la preocupación que tienes en tu cabeza no estás para nada.
Es que no quiero preocuparte...empezó Yulia, sé lo que estás pasando, pero aprende a compartir también tus problemas... lo sé... es que el no tener trabajo, el no poder ayudar con el dinero... esa es mi responsabilidad... dijo la morena apretando al tiempo las manos... responsabilidad que tú sola te impusiste... dijo Lena, recuerdas que somos una pareja?... eso implica que es igual para ambas... lo sé, pero es que me siento mal, impotente... no quiero ser una carga para ti.... respondió Yulia...la pelirroja posó una de sus manos en la mejilla de la morena y la acarició suavemente... tú no eres una carga para mi, dijo y besó sus labios... así como sé que yo tampoco lo he sido a pesar de que durante casi un año has sido tú quien ganó el dinero que pagó todo en esta casa... tú has trabajado duro... y con amor me has dado todo lo que ha estado a tu alcance, incluso has sacrificado tus intereses y has hecho grandes sacrificios... cada vez que comí, que me puse ropa nueva, esos zapatos que están junto a la cama, me los diste con amor y así, con amor los recibí, porque perfectamente sé que no soy una carga, sé que me amas... no seas injusta conmigo, déjame hacer algo por ti, deja que yo también comparta contigo lo que puedo y quiero darte con amor...