Notas: Ningún personaje me pertenece, todo es obra de su respectivo creador.
Advertencia: Pareja lésbica. Incesto. Headcanons. Modern AU.
-Hermanas-
Aquel día, el sol se había alzado al cielo con fiereza, rostizando cada centímetro a su paso y obligando a muchos a permanecer en la seguridad de una sombra o acondicionador de aire.
Solo que... Ese no era el caso de Angélica Schyler. A ella algo tan simple o banal como lo era el terminar cubierta de su propio sudor o perder sus actividades del resto del día no la frenarían.
Rápido, rápido... ¡Más rápido, piernas!
Ella no tenía nada de eso en su cabeza, solo el seguir avanzando hasta llegar a su hogar, y por ende, a donde suponía encontraría a quien en ese preciso instante suponía toda su atención.
Cada músculo de su cuerpo se tensaba, junto al innegable estirón que le subía desde la pantorrilla al muslo. El sudor iba descendiendo por su frente, mezclándose con su propio aliento agitado entre cada paso. La hora actual todavía se encontraban dentro del itinerario escolar, pero poco o nada le importaba.
Y se preguntarán: ¿Por qué alguien estaría haciendo todo esto?
La respuesta era sencilla: Por su hermana.
Apenas habían transcurrido algunos minutos desde que escuchó algo sobre su hermana que la dejó helada. No podía ni quería creerlo, tendría que escucharlo de su propia boca para aceptarlo.
¿Qué fue lo que sucedió? ¿Qué hizo Alexander?
Mil y un ideas golpeaban su cabeza, pero ni la más positiva lograba calmarla.
Porque ella fue quien apoyó aquel romance desde el inicio, porque ella era la amiga de Alexander y la hermana de Eliza, porque ella era quien siempre sobró y creyó que el sumarlos a ambos traería algo bueno incluso si le dolía, pero... Al parecer no fue así.
¿Era su culpa? Porque así lo sentía...
Eliza... Perdóname, yo... Mordió sus propios labios, apenas conteniendo parte de su aliento una vez visualizó al fin el portón de su casa.
Finalmente había llegado, pero la calma seguía lejos. Todavía le faltaba cerciorarse de que la menor estuviese allí, y luego... Tratar el otro asunto.
– Ugh... -No entendía nada.
Había oído rumores y sobre lo que Laurens le dijo hoy sobre Eliza de manera vaga, sin embargo todo seguía muy confuso para ella.
¿Alexander terminó con Eliza? ¿Fue al revés? ¿Pasó algo que lo provocó? ¿O fue un alguien?
No lo sabía, realmente no sabía nada y eso la desesperaba.
Hasta donde creía recordar, su hermana y amigo estaba muy bien, incluso ya lo había traído a cenar a casa y ahora, venía a enterarse que rompieron y que su querida Eliza ni se molestó en regresar a su salón luego.
¿Pero cómo todo terminó de esta manera? ¡No tenía sentido! Todo iba bien hasta hace poco ¿Cierto? ¿Acaso se perdió de algo?
No quedaba tiempo para seguir reflexionando al respecto, ahora tocaba entrar a su casa y recorrer cada rincón en busca de su hermana. La conocía tan bien como a sí misma, había apostado todo en creer que estaría allí, pero... A la vez le temía a la posibilidad del error.
Si no la encontraba ¿Entonces qué haría?
Su corazón temblaba de solo pensarlo; y por ello el alivio fue súbito una vez que subió al piso de arriba y cierto sollozo llegó a sus oídos.
¡Eso es...!
No tardó en seguirlo, llegando a su propia habitación en cuestión de segundos y encontrándose con aquella a quien tanto había buscado, acurrucada y entre lágrimas sobre su cama.
– ¡Eliza! -Ni dio tiempo a que la aludida reaccionara, tan solo corrió hasta ésta y la abrazó con fuerza. Luego de tremendo susto, no podría hacer menos.- ¡Oh, Eliza! ¡Estás aquí! Oh, Dios. Sabía que estabas aquí, estoy tan aliviada ¿Por qué te fuiste así de la nada?
Sinceramente, tenía miles de dudas gritando por escapar de sus labios y con justa razón luego de tal maratón, pero apenas sus ojos llegaron a encontrarse con los de Eliza, toda esa ansia disminuyó de golpe.
– Angélica... U-ugh, yo...
Había algo diferente en ella. Tan apagada, tan triste, tan dolida. No existía una palabra para describir por completo el dolor que esos ojos reflejaban y que incluso a Angélica hizo temblar mientras la envolvía nuevamente entre sus brazos.
– Shh, Shh. Aquí estoy. No pasa nada. -Se apresuró a arrullar, sintiendo como un nudo ahogaba su cuello al percatarse del tembloroso lloroso ajeno que mojaba su hombro. Eliza estaba mal, demasiado para tratar el asunto ahora.- M-mira, está bien si no quieres hablar, yo no me iré ¿Sí? No me iré.
Nunca se iría, no importaba cuanto tuviese que esperar y lo que esto acarrearía.
Para eso estaban las hermanas ¿No? Apoyar y no abandonar.
– Todo estará bien. Lo prometo...
Notas finales: Y no, el incesto nunca falta cuando voy a nuevos fandoms, señores.
Las cosas como son (?)
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•|• Songs of the heart •|• [Musicales]
FanficSerie de drabbles y Oneshots de musicales variados como: - Dear Evan Hansen - Be More Chill - Heathers - Hamilton - 21 Chump Street - Waitress - The guy who didn't like musicals - Etc...