La Profecía del Omega

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De lo que sea que estén hechas las almas, la tuya y la mía están echas de lo mismo...   

Hay amores imperfectos que tienen principios explosivos como meteoritos, se forman en nidos de dulces y caramelos y que no tienen finales de cuento, pero si reencuentros eternos.

Liam se había enamorado ya dos veces en su corta vida y en ambas ocasiones había sido de unos lindos ojos claros como del color de la miel, no sabe si pertenecen o no, a la misma persona, en realidad no lo recuerda, a veces cuando se siente demasiado triste y cuando la melancolía lo ataca, suele pensar que todo fue solo un sueño, una mágica invención de su imaginación de cachorro, pero luego se convence a si mismo de que no puede ser solo eso, no cuando su lobo también lo añora y Liam sabe que él puede ser sólo un cachorro pero su parte animal no lo es; su espíritu y el de su lobo ya llevan muchas vidas juntos y su animal es muy sabio, por algo es su espíritu guía.

Su mama desde pequeño solía relatarle románticas historias de amor, como la del hilo rojo del destino, cuentos infantiles que solía repetirle hasta el cansancio cuando aún era un cachorro curioso, energético y preguntón que no se mostraba conforme con una respuesta vaga, eran historias de amor y cuentos de hadas que prometían un amor puro y dichoso a las parejas predestinadas, hablaban de almas gemelas complementos perfectos, de sonrisas felices y amores eternos y sobretodo hablaban de finales felices y de para siempres.

Le había enseñado que los lobos son espíritus eternos que vida tras vida acompañan a las almas humanas, y debido a esas enseñanzas de su madre es que él estaba totalmente seguro de que el lobo en su interior conoce al lobo del niño de ojos color miel desde siempre y lo reconoce como su compañero.

Su historia favorita era aquella que escuchaba todas las noches antes de dormir y de que tuviera que rogarle a su mama se la repitiera una vez mas; su madre siempre había sido una persona cariñosa y complaciente, siempre tenía una preciosa sonrisa en los labios para regalarle a sus cachorros y a su alfa, de esas sonrisas del ayer ya solo queda el recuerdo, pues su mama empezó a desvanecerse cada día un poco mas desde que murió su Alfa y de aquella mujer dulce y sonriente ya solo queda el recuerdo.

Pero cuando Liam era un cachorro ella siempre se mostraba feliz de relatarle esa y todas las historias que le pidiese, así que sabia bien que solo le hacia rogarle por el cuento de pura diversión, cada noche ella solo sonreía antes los ojitos suplicantes de su cachorro y comenzaba sin protesta alguna su relato.

Hace muchas, muchas lunas y muchos soles, cuando el mundo aun no era el que conocemos hoy y solo existían el creador, los animales y la naturaleza; los lobos que siempre habían sido la creación favorita del Todopoderoso, por ser los animales mas fieles, leales, dulces pero también feroces, le pidieron al Hacedor de la creación les otorga la bendición de tener a alguien a quien cuidar y a quien amar, a quien enseñar toda la sabiduría que contenían en su interior.

Al Creador le pareció una buena idea y dada su natural inclinación a los lobos, pues decidió complacerlos en su noble petición.

La nueva creación estaba terminada y a sus ojos era perfecta, los lobos estaban eternamente agradecidos y prometieron cuidarlo y enseñarle todo lo bueno que sabían,  guiándolo siempre por el camino correcto.

Pero mas temprano que tarde, sucedió lo que el Creador presintió que pasaría en su interior, aquel ser se sintió muy solo al saberse único en su especie y le rogó a los lobos que intercedieran por él ante el Todopoderoso y le pidieran crease mas seres como él.

Y así lo hicieron, y una vez mas sus deseos fueron concedidos muy a pesar del Supremo que ya sabia que todo terminaría mal, pero él le había regalado a todas sus creaciones el don del libre albedrío, y entonces con una advertencia para los lobos los creo,  y así nació el resto de la raza humana, siendo todos creados diferentes entre si, unos hombres y otros mujeres pero todos igual de sublimes y rebosantes en perfección, cada uno de ellos era en pocas palabras una obra maestra.

Sangre de  Lobos (Ziam Palik) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora