Prueba final (primera parte)

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Aviso: A partir de este capítulo algunos contienen escenas de violencia física y psicológica, mención de canibalismo, tortura, parafilias, muerte, violación sexual y otros temas fuertes, leer con la mente abierta y mucho respeto.  




Reloj no marques las horas, deten tu camino,  voy a morir... ya no hay ruido, solo silencios que gritan, fantasmas que vienen a buscarme y mi voz que lentamente se apaga.




Seúl, Corea del sur, 11:45 pm.

El ambiente estaba muy tenso en aquella habitación en la cual la presencia de tantos Alfas que estaban allí reunidos hacia difícil respirar.

Todos los Alfas lideres de las principales manadas de cada uno de los continentes se habían dado cita en aquel lugar como cada año en espera de sus palabras. La esperaban a ella, a Tabala, una vieja Alfa de 97 años, la última de una jerarquía de Alfas profetas, la única que conocía el destino de todos quienes en sus palabras creían.

La esperaban hace mas de una hora, se suponía que la reunión comenzaría a eso de las diez de la noche, los Alfa volubles e impacientes por naturaleza comenzaban a impacientarse, el ambiente estaba tan cargado de los diferentes aromas que en el momento cuando por fin ella llegó las puertas y paredes de aquel pequeño lugar se veían corroidas como si el paso del tiempo hubiera dejado su huella por ellas.

Por otro lado las cosas para Zayn no habían cambiado mucho, cada día se veía obligado a enfrentarse en una batalla cuerpo a cuerpo con alguno de los Alfas que habitaban ese lugar, batallas en las que le fue enseñado que el objetivo no solo era ganar sino también deshacerte por completo de tu contrincante sin importar hasta que extremo debías llegar para lograrlo.

Todo eso no había cambiado en los últimos meses, hasta ese día en que Yoon llego a buscarlo en compañía de Lebrón, llegando hasta el lugar en el cual  dormía el Alfa, y sin mediar palabra entre ambos, le asestaron un duro golpe en el bajo vientre que le saco todo el aire dejándolo como una pelota pinchada.

Aprovechándose del momentáneo aturdimiento que el golpe inicial le provoco, cuando se inclino por inercia doblándose debido al dolor, Lebrón nuevamente lo golpeo pero esta vez con su arma justo por encima de la cabeza dejándolo inconsciente, le cubrieron los ojos con un pañuelo y luego el gigante se lo alzo en hombros, después de ello se lo llevaron.

Cuando Zayn despertó se encontraba en una celda de techo alto, sin ventanas y con paredes de reluciente porcelana blanca, lámparas ocultas inundaban el recinto de una fría luz y había un sonido bajo y constante, un zumbido que suponía estaba relac...

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Cuando Zayn despertó se encontraba en una celda de techo alto, sin ventanas y con paredes de reluciente porcelana blanca, lámparas ocultas inundaban el recinto de una fría luz y había un sonido bajo y constante, un zumbido que suponía estaba relacionado con la ventilación.

Un banco, o mejor dicho, una especie de estante ubicado a lo largo de la pared, le daba la vuelta a la celda, interrumpido sólo por la puerta y en el extremo opuesto de esta, había un retrete sin asiento, hecho de madera; sentía un sordo dolor en el vientre, pero también tenía hambre, una roedora, anormal, feroz hambre, misma que estaba justificada, pues por lo menos llevaba veinticuatro horas que no había comido nada... quizá eran treinta y seis a decir verdad.

Sangre de  Lobos (Ziam Palik) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora