Cristal roto

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No hay mejor razón que el amor para echarlo todo a perder. 

El enorme lobo gris, estaba muy lastimado, la sangre brotaba de su hocico a borbotones, cojeaba de las patas traseras y le costaba demasiado respirar debido seguramente a varias costillas rotas, pero no podía cambiar a su forma humana, estando en esa condición, lo mas probable era que el cuerpo de Zayn estuviera aun peor, si seguía vivo solo se debía al enorme tamaño del lobo y a su fuerza.

Le aullaba a la Luna con dolor, desgarrando sus cuerdas vocales en busca de ayuda mientras se arrastraba sobre sus patas delanteras por la maleza, de estar en su forma humana tendría las dos piernas fracturadas y no podría ni siquiera arrastrarse.

No, definitivamente no podía cambiar.

El impacto de la explosión había sido de proporciones bíblicas, absolutamente todo en un perímetro de 30 o 40 kilometros había sido reducido a cenizas y con la detonación también habían muerto el 80% de los integrantes de la manada Malik, todo lo que habían construido Yaser, su padre y su hijo durante mas de 20 años,  había sido destruido y la poderosa familia Malik, aquellos que una vez se sintieron dueños del mundo, habían desaparecido.

Solo quedaba él, Zayn seguía vivo, ¿pero por cuanto tiempo?  Si no encontraba ayuda, seguramente no seria por mucho, claro que también quedaba Borhan como único Alfa, y al desaparecer Zayn tendría que tomar el mando, solo seria un cachorro inexperto sin ningún entrenamiento que los rusos partirían en dos como a un mondadientes en tan solo un parpadeo y bueno también quedaba el menor de los hermanos Caleb, ¡Pobre cachorro omega! Seria tan solo el postre de el bastardo de Harry Romanov. No había esperanza, Zayn necesitaba sobrevivir a como diera lugar.

El fantasma de aquellos terribles pensamientos atormentaba aun mas al humano dentro del lobo gris que seguía enfrentado a una lucha agónica por respirar.

Se había alejado bastante del lugar de la explosión, en todo lo que pudo pensar al recobrar el conocimiento después del impacto, fue en huir y entonces comenzó a arrastrarse sendero abajo, lejos de las luces de neón y el bullicio de la gente, necesitaba ayuda pero debía ser cauteloso o de lo contrario en lugar de encontrar una mano amiga que lo ayudase encontraría una mano enemiga que lo destruya; si cualquier integrante de la manada rusa lo encontraba aun con vida, no dudarían en exterminarlo, por eso debía alejarse lo mas posible para prevenir que alguno de ellos lo viera y le dieran el tiro de gracia que acabara con lo poco que le quedaba de su existencia.

Tenia mas que claro que debía sobrevivir a como diera lugar, debía hacerlo por su padre, por su manada de la que ahora seria el líder absoluto, por sus hermanos antes de que también cayeran en manos enemigas, pero también debía sobrevivir por él, por su lobito, ese hermoso ser que lo esperaba en casa, el mismo que le había rogado que no atendiese el llamado de  su padre y no saliera tan tarde a la calle, ¿pero que podía pasar, verdad? Nada había pensado él.

¡Liam, cuanta razón tenía Liam!

Siguió arrastrándose por lo que debieron ser horas, en realidad ignoraba el tiempo, el dolor recalcitrante en sus patas y hocico nublaban su razón, el lobo tenia que apurarse a encontrar ayuda, Zayn estaba muriendo y ambos eran una unidad, el lobo no podía existir sin Zayn, ni él sin el lobo.

Una cegadora luz ilumino el camino de pronto, algo se aproximaba rápidamente, el lobo gris usando los resquicios de fuerza que aun le quedaban se arrastro hasta ocultarse detrás de un enorme árbol cobijado por las sombras.

Aquella luz no era mas que las farolas de un auto que se detuvo cerca, de él  se bajaron dos personas que parecían estar buscando algo. 

—Rápido muchacho que no tenemos mucho tiempo, su fuerza vital se esta apagando —decía una voz femenina.

Sangre de  Lobos (Ziam Palik) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora