El presente y el pasado

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La incertidumbre de lo desconocido recae en algo tan simple como el misterio de unos ojos en los que se refleja la Luna.

París, Francia

La estancia estaba tenuemente iluminada por tan solo la pequeña luz proveniente de la lampara victoriana sobre su escritorio de madera tallado al estilo barroco, las demás luces estaban apagadas y las cortinas de los inmensos ventanales cerradas para evitar que por ellos se colara la luz de las farolas de la calle.

Era tarde, pasaban de las ocho de la noche y nadie además de él y su atontada secretaria la cual ya estaba también a punto de irse, nadie además de ellos dos y el personal de vigilancia del turno nocturno, se encontraba en el interior de el edificio.

Se sentía cansado y estaba muy estresado, además de que hacia ya unos 30 minutos, había comenzado a sentir una fuerte jaqueca nacer desde sus sienes hasta la parte posterior de su cabeza, aun así debía seguir trabajando, le quedaban montañas de papeleo por firmar, quien diga que ser el jefe de la compañía era tarea fácil, en serio no tenia idea de lo que hablaba. Tenia demasiadas responsabilidades sobre sus hombros.

No le molestaba ser el último en salir de su empresa por quedarse mas horas extras de lo habitual trabajando, pero esa noche en particular solo podía pensar en lo mucho que deseaba irse para su casa, llegar, darse una relajante ducha, cenar algo delicioso y llamar a Dick, el Alfa que desde hace una semana había contratado para que se fuera a Londres a cuidar de sus hijos y mantenerlo al tanto de todo lo que sucediera con ellos.

Tomó esa medida en vista de que hace ya un tiempo que Loraine su ex cuñada no se comunica con él para contarle los pormenores sobre la vida de sus hijos.

Sabia que algo andaba mal, podía sentirlo en su interior; desde hace algunos  años que la sensación de vacío interno y un terrible desasosiego lo rondaban, pero su ex cuñada siempre le tranquilizaba alegando que todo estaba bien con sus hijos, el problema era que ya no podía localizarla y no había quien le dijera que todo iba bien con ellos, fue por este motivo por el cual creyó que contratar a un investigador privado era lo mejor para salir de sus dudas y Dick parecía ser una buena opción, el Alfa tenia muy buenas referencias y al parecer sabia hacer bien su trabajo, se suponía que hoy recibiría el primer informe de su parte, es por esta razón que le urgía terminar pronto, quería hablar con él desde la comodidad de su casa donde no corría ningún riesgo de ser escuchado y para ello le había dicho a su secretaria que podía retirarse y que no quería ser molestado por absolutamente nadie mas esa noche, pero al parecer la chica hizo caso omiso de sus palabras y allí estaba golpeando la puerta con sus nudillos produciendo un desesperante chasquido en la madera, dispuesta a interrumpirlo, sepa la Diosa con que motivo, 

«ojala al menos sea algo verdaderamente importante» pensó para si mismo, cuando el desagradable repiqueteo en la madera de la puerta se escucho un poco mas fuerte. 

—Disculpe señor

Afuera de la oficina presidencial, la elegante secretaria vestida con un traje corto que a simple vista se notaba caro, una bonita Beta muy delgada para su conveniencia y con los pechos demasiado grandes para ser naturales, golpeo un par de veces mas hasta que se escucho un “adelante” por parte de su jefe e ingreso al interior de la oficina con algo de temor, sabia de antemano que no debía interrumpir el trabajo del empresario, ella sabia que esto no le gustaría en lo absoluto y lo pondría de muy mal humor, pero sinceramente no le quedaba de otra, lo que pudiera hacerle la persona que quería verlo le daba aun mas miedo que ser despedida por no acatar las ordenes del presidente de la compañía. 

—Creí haberte ordenado claramente que te fueras y que no quería ningún tipo de interrupción, ni aunque el mundo se estuviera cayendo a pedazos allá afuera, ¿qué parte de eso no entendiste? ¿acaso no fui lo suficientemente claro? —inquirió a su empleada completamente molesto.

Sangre de  Lobos (Ziam Palik) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora