Viernes 20:01 - Confesiones

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Jimin entreabrió los ojos. Un ruido lo había despertado desde la planta baja. ¿Ladrones? No podía ser alguien de la escuela, ya era muy tarde. Alarmado, se sentó y se giró para despertar al chico que debía dormía a su lado, pero no lo encontró. A oscuras, trató de levantarse y encontrar el camino a la entrada sin caerse. No logró su objetivo y se tropezó varias veces a lo largo de la caminata, pero no se hizo daño.

Cuando llegó a la planta baja, sintió que el alma le abandonaba el cuerpo al encontrar a su compañero tirado en el suelo con un corte en la frente y, a su lado, una lata de la bebida extraña que habían encontrado anteriormente abierta. El menor recordó lo que el chico pálido le había dicho el día anterior, que esas latas contenían muchísimo alcohol. Entrando en pánico, cuando vio la mano del rubio estirándose a la bebida, la pateó lejos. Entonces el mayor levantó la mirada y lo encontró. Intentó ponerse de pie, pero no lo consiguió.

- Park -Murmuró. El mencionado sintió un escalofrío recorrerle su espalda. ¿Por qué se había ido a beber allí?-. ¿Te desperté? Lo siento...

- ¿Qué demonios se supone que estás haciendo, Yoongi? -Le preguntó el pelirrosa acercándose a él.

- ¿No es obvio? Estoy bebiendo para desahogarme, como el idiota de Kyan... -Un ataque de tos interrumpió la frase. El menor intentó tomarlo por la cintura y ayudarlo a ponerse de pie. Al principio se resistió con un gruñido, pero luego cedió.

- ¿Con qué te hiciste eso? -Siguió preguntando mientras le señalaba la herida y trataba de ayudarlo a llegar a las escaleras.

- Me caí -Respondió-. Aunque no es nada comparado con lo que me van a hacer cuando llegue a casa. -Murmuró tan bajo que Park apenas lo escuchó.

- ¿Qué estás diciendo? -El chico pálido soltó una risa amarga y el menor decidió ignorarlo.

Con mucho cuidado dejó que él subiera delante, agarrándose de las barandas, para poder sostenerlo desde atrás. Cuando llegaron al primer piso, lo recostó en los almohadones en los que habían dormido y le dijo que lo esperara allí. Entró al baño y regresó con un balde (del que el rubio hizo uso ni bien lo colocó a su lado) y un botiquín. El corte no parecía grave, pero aún sangraba y era demasiado grande como para no curarlo.

Suavemente, pasó el algodón húmedo por la herida, provocando una expresión de dolor de parte del otro chico.

- ¿Arde mucho? -Le preguntó retirando el algodón rápidamente.

- Da igual, eres un maldito ángel, Park. -Contestó el mayor mirándolo a los ojos. El otro negó con la cabeza y siguió con su trabajo. Min suspiró.

- ¿Por qué te fuiste, Hyung? -Le preguntó el pelirrosa tratando de distraerlo.

- Tuve una pesadilla y el alcohol hace que no pueda pensar. -Rió.

- Pero, ¿ibas a tomar todo eso? Tú mismo dijiste que no es bueno, pudiste haberte intoxicado y... -Le reclamó el menor.

- Ah... ¿Sabías que te ves muy tierno cuando te preocupas por mí? -Lo interrumpió el rubio- Me gusta. Tú me gustas. Me estás volviendo loco, Jimin -Confesó. El mencionado se congeló-. Pero tú no te mereces a alguien como yo... Seguro que ya viste los videos. -Volvió a reír con amargura.

- ¿Videos? -El chico sabía que no debía hacerle caso a su compañero, pero no pudo evitar sentir curiosidad.

- No finjas, Park, todo el mundo está hablando de eso. Los videos que grabó Sook -Suspiró-. No los veas, no quiero que vuelvas a alejarte de mí. -El pelirrosa estaba en shock, pero no era el momento para hacer preguntas.

- Estás borracho, Yoonie -Le susurró para luego terminar de guardar las cosas en el botiquín-. Mañana despertarás con un horrible dolor de cabeza y te arrepentirás de todo lo que dijiste. Ahora descansa.

Y tras esas palabras, el mayor cayó dormido nuevamente. Su amigo regresó el botiquín a su lugar y limpió el balde para guardarlo luego. Hecho esto, se recostó junto a Yoongi y se quedó pensando. ¿De verdad le gustaba? No se lo esperaba. Debía admitir que él también lo quería, incluso desde antes de distanciarse. Sentía un cariño especial con él, le gustaba tenerlo cerca. Tal vez por eso las últimas palabras se quedaron haciendo eco en su cabeza. "No quiero que vuelvas a alejarte de mí". ¿De qué videos hablaba? Le echó una mirada preocupada. Se veía tan tranquilo mientras dormía. También en la escuela, parecía que nada podía perturbarlo. Pero eso era sólo una máscara, y Jimin lo sabía. Su vida era más complicada de lo que él podía imaginar. Quizás ese era el motivo por el que cuando lo veía sentía que debía cuidar de él. Pero si él no lo dejaba, no había nada que pudiera hacer.

Se levantó de golpe. Algo que sí podía hacer era evitar que volviera a embriagarse de esa manera. Bajó rápidamente, sin hacer mucho ruido, tomó las latas amontonadas en el primer piso del minibar y las colocó una por una sobre una estantería al fondo del segundo piso. Al menos así era menos probable que el chico pálido las encontrara.

Luego de eso regresó a su lado. Se acomodó a sus espaldas, lo más cerca que pudo, sin tocarlo. No quería que se despertara, pero sí sentirlo cerca. Cerró los ojos, conteniendo las ganas de abrazarlo. Tal vez era sólo el momento lo que los unía, y cuando salieran de allí no volverían a dirigirse la palabra, pero Jimin quería creer que no sería así, que ambos sentían lo mismo.

Se acurrucó y se quedó dormido.

Sábado
~6:40~

Aún estaba muy oscuro cuando Yoongi se despertó tal y como lo había predicho su compañero, con un punzante dolor de cabeza e imágenes borrosas de lo que había ocurrido unas horas antes. Trató de recordar, hasta que escuchó sollozos detrás de él. Asustado, se giró, para encontrarse con Park que aún dormía, pero lloraba. Instintivamente tomó su mano. Cuando se dió cuenta de lo que había hecho, la retiró rápidamente para colocarla en su brazo y moverlo un poco, tratando de despertarlo.

- Jimin, -Lo llamó- ¿estás bien?

El pelirrosa abrió los ojos, medio dormido, y se aferró a la camisa del mayor, tomándolo por sorpresa. Igual que su amigo, cuando se dió cuenta de lo que había hecho, se alejó velozmente.

- P-Perdón, -Murmuró- sólo fue una... -Un ruido en el techo hizo que se sobresaltara, interrumpiéndolo. Cerró los ojos y cerró los puños con fuerza.

- ¿No sueles dormir fuera de casa? -Le preguntó el chico pálido en un susurro. El otro negó con la cabeza.

- ¿Te molesta si me acerco? -Balbuceó avergonzado. Aún recordaba la conversación que habían tenido anteriormente.

- No. -Masculló el otro. El menor se acercó un poco.

- ¿Te da miedo? -Volvió a preguntar. Él se avergonzó aún más- Está bien, no es un lugar muy acogedor. Dime si hay algo que pueda hacer para que te sientas mejor. -Jimin asintió con la cabeza y cerró los ojos con la intención de volver a dormir e inconscientemente se volvió a acurrucar, esta vez, contra el pecho del contrario. No se percató de su posición hasta que sintió una leve caricia en la cabeza. Fingió estar dormido, pero el rubio no volvió a tocarlo. Abrió un poco los ojos de nuevo para buscar a su compañero, pero se encontró con su rostro dormido. Entendió que no era el momento para hablar. Ya tendrían tiempo por la mañana.

~N/A~

¡Buenas!

Vengo a pedirles disculpas por; primero, por haberme olvidado de publicar capítulo el domingo (aunque lo subí el lunes u.u). Prometo que no va a volver a pasar.

Y segundo, por haber publicado accidentalmente el capítulo 15 ayer 😅
Espero que nadie haya llegado a leer, intenté borrarlo lo más rápido que pude...

En fin, voy a tener más cuidado la próxima vez.

Entre pasillos [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora