Entre pasillos [Yoonmin]

??? - Detrás de las cámaras

Cuando la puerta se cierra, ahogo un suspiro. No esperaba eso, nunca antes había pasado. ¿Acaso estoy en peligro? No, no creo que sean capaces de contarlo. Además, mi actuación fue realmente buena, no debería desconfiar de ella.

Me siento en la silla, agotado. Ya siento que estoy sudando. ¿Qué ocurriría si alguien se enterara? ¿Me quedaría en la calle? Eso no sería bueno, para nada.

Prendo la computadora unos minutos después, cuando me aseguro de que se marcharon. No puedo correr el riesgo de que me descubran. Busco el programa en el que tanto estuve trabajando y lo abro, cruzando los dedos para que funcione. Pego un pequeño salto cuando nueve videos se reparten en la pantalla. ¿Realmente lo había conseguido?

Voy a la grabación del viernes y los veo entrar. Se van a un rincón del segundo piso donde no hay cámaras. Acelero la velocidad del video y al rato los veo bajar. Pero eso no es lo que me interesa. Más adelante discuten... Siguen trabajando... Paro el video cuando veo a Yoongi meterse detrás de una estantería de la entrada. Unos minutos de video después, Jimin se le une. Pude contemplar la escena completa porque había escondido una cámara en la parte de atrás de la estantería luego de ver a la anterior pareja esconderse ahí. ¡Beso! ¡Al fin! Observo unos minutos más, llegando a la noche del sábado. Cuando entendí como iba a terminar la escena, lo frené. No necesitaba tantos detalles.

Perfecto, logré mi cometido. Bueno, no es como si alguna vez hubiera fracasado, no puedo fracasar, pero pensé que quizás necesitaban más que un empujón. Pero no fue necesario, ambos se gustaban, y ya era hora de que el chico pálido dejara de sufrir. Fue una muy buena estrategia, debo admitirlo. ¿Qué habrá pasado después?

Bueno, da igual. Abro otro archivo de video, para apreciar una nueva victoria. La patada en el estómago que recibió Sook luego de intentar recuperar a su ex novia... Es legendaria. Y, para mejor, luego su celular padeció una muerte cruda bajo el pie de un chico que pasaba por allí. ¿Namjoon, se llamaba? El pobre se ganó un diccionario de insultos y gritos que no se merecía, pero en fin, eso no fue para tanto.

Y luego estaba la grabación del tercer pasillo después del comedor, dónde a la enferma que acosaba a Min se encontró con su nueva alma gemela luego de ver a Park besando a su víctima anterior. Entonces, todo está en orden. Mi trabajo está hecho.

Vuelven a tocar la puerta.

– Pase. –Digo minimizando la pestaña en la que estaba trabajando, por si acaso. Pero quien entra no es ningún alumno. Un hombre bajo, de ojos oscuros y cabello rubio, que me mira con una sonrisa. Se la devuelvo y lo invito a sentarse sobre mis piernas.

– ¿Lo lograste? –Pregunta con su voz suave.

– Lo logré. –Le regalo una media sonrisa y pongo el video del beso. Él suelta una breve risa.

– Yo diría que eres la encarnación de cupido. –Me comenta. Yo rio. No es la primera vez que lo dice.

– Tal vez, ¿pero cupido tenía a un hombre tan perfecto a su lado? Yo creo que no, estaba muy solo. –Respondo rodeándolo con mis brazos. Vuelve a ver la parte del beso y agrega:

– Se parecen mucho a nosotros, ¿no?

– Sí... Más o menos –Murmuro–. ¿Quién pensaría que yo terminaría haciendo el mismo trabajo que el profesor...? Hum... ¿Cómo se llamaba? –Miro al rubio, pero niega con la cabeza.

– Parece que es una herencia –Sonrie él–. ¿Y tú? ¿A quién piensas dejarle este trabajo?

– Hay un chico de la misma clase que ellos –Los señalo en la pantalla–. Te dejaré una nota en el tablón con su nombre.

– Vaya... Te estás tomando esto muy en serio –Creo que está pensando en voz alta. Acaricia mi nuca un rato antes de pararse y dirigise a la salida de mi oficina–. Veré si puedo hablar con él más tarde. Tengo que trabajar, así que, ¿nos vemos en el lugar de siempre? –Pregunta con algo de picardía. Asiento con la cabeza y él sale.

Suspiro. ¿Quién lo diría? Hacía unos años estaba en la misma situación que esos chicos, encerrado en la biblioteca de esta misma escuela con quien ahora era mi pareja. Gracias a un profesor que se encargó de que fuese así. Luego habló conmigo y me explicó cómo lo había hecho, ofreciéndome su lugar cuando él dejara su trabajo. Y ahora, yo avancé lo que él había dejado.

Si esos chicos supieran la cantidad de parejas que se habían formado entre aquellas paredes. Lo que me había costado convencer a la bibliotecaria francesa de esconder la comida junto con su bebida favorita, a cambio de no revelar su escondite. El tiempo que me llevó conectar las cámaras a mi computadora sin que se notara, para poder guardar una copia de las grabaciones. El trabajo de encontrar a la profesora de Historia y asegurarle indirectamente que la biblioteca estaba vacía. La tensión que sufrí cuando utilicé el celular de un alumno para enviarle un mensaje tranquilizador a la madre del más chico. Pero sobre todo, nunca podrían imaginarse toda la investigación previa que había tenido que realizar. Pero en fin, mi objetivo está cumplido

Agarro un papelito y mi lapicera de brillantina favorita, le escribo a mi novio y ayudante encubierto el nombre de la persona a la que había elegido para que continuará mi trabajo cuando yo me fuera de la escuela.

Hoseok... Buena suerte con eso.