C41: Flash

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—Te quiero hacer el sex de una vez ya me gaste todo el dinero del mes, y tu nada de na', de na'... — canturreaba Cody mientras me soltaba una mirada Pervertida.

—Deja de verme así.— le amenacé fulminándolo con la mirada.

—Vamos Flash, tengo necesidades. Además nunca te he dado motivos para que me celes o algo así.— soltó socarrón mientras mi cara se ponía como un tomate.

—¡Callate!. — me tapaba la cara mientras se lo decía.

—Y si no quiero, bebé.—me susurró al oído.

—¡Cody por Dios!.—exclamé alterada y con pena.

—Pues toma pa' que te enamores more moreeee... Desde que te ví, me fui tras de ti disimulas pero se que andas en busca de mi y aunque ya te veo con los ojos te deseó. — me cantaba mientras apartaba mis manos de mi cara y empezaba a dar pequeños besos de murciélago en todo mi rostro.

—Te amo. — le dije mientras sus ojos café atrapaban los mios.

—Te amo Barrie. — me correspondió con un besó en los labios.— esperaré lo que sea necesario por ti.— añadió mientras sujetaba mis manos y besaba mis nudillos.

Juró que morí de ternura... pero se esfumó al recordar el "Barrie".

—Cuantas veces te he dicho que me dejes de llamar así. — Bufé apartando mis manos de su agarré.

— Pero si tú nombre es lindo.— dice mientras sus dedos se enredan en mi mata de cabellos.

—¡Ush! Ya quisiera. — le reprendí.

—Pero para mi lo es, y suficiente con ello baby. —me lo dice coqueto, y seguido me guiña el ojo.

Al instante me puse roja cómo un tomate, no recuerdo ¿cómo? o ¿cuándo? me terminé enamorando de Cody... Mi amor por Ed fue desapareciendo lentamente y con el pasó del tiempo.
Ahora Ed estaba más minuciosamente pensando cómo dar con Salomón y Salvarlo de las manos de Papel.

No hemos formalizado la relación cómo se debe, pero estamos empezando a pequeños pasos... Cody juega con las hebras de mi cabello negro. Estabamos en un silencio muy agaradable, sólo el sonido de nuestras respiraciones hacia eco en la habitación.
Luego sus ojos traviesos me encontraron y por un instante vi curiosidad de saber algo ... pero ¿Qué será?.

—Cariño, no te enojaras si te hago una pregunta. —Me dice el muy calmado.

—Dependiendo qué sea.— le dije viéndolo. Se puso nervioso.

—Y si la pregunta es en relación a ti ¿me responderias con total sinceridad?. —Luego de decir eso vi que dejo de respirar nevioso.

—Cómo te dije depende de que sea. —Le volvi a recalcar lo anterior.

—Bien.— suspira. —Me podrias contar sobre ti y el ¿por qué de tú nombré?. — me mira, y un deje de arrepentimiento lo ataca. —Olvidalo, es mejor no presionarte. —suspira, un suspiro asi cómo de desamor.

—Claro. —Cuando me escucha decir eso me observa con los ojos muy asombrado. Deseguro no esperaba escuchar esa afirmación de mi. —Escucha bien cada detalle no volveré a contar esto. —Lo miró dura. El sabe que no me gusta hablar sobre mi vida.

—No te preocupes bebé. — me responde dandome un casto beso en los labios.

—Todo Comenzó ...Hace 6 años atrás...

—¡Mamá!. ¡No te vayas!, ¡No, nos dejes!. —Gritaba, mis gritos se escuchaban desde el otro lado de la calle. Mis vecinos curiosos salian a ver.
Un fuerte golpe en mi cabeza hizo que perdiera el conocimiento, Y me soltará de su pierna a la cuál me tenia aferrada.

Media hora después, despierto gritando.

—Tranquila Hija. —Me acariciaba mi padrastro las piernas. Y un dejé de malicia aparecia en su rostro. Estabamos solos en un cuarto, el abusaba mucho de mi desde que tenia 6 años y a los 14 no dejó de hacerlo. 

—¿Y mi mamá?. — fue lo primero que recordé.

—Se fue. —me respondió seco.

Los nervios de estar con él en la habitación incrementaban... podia darme algo al estar tan cerca de ese  monstruo.

Una lágrima recorrió mi rostro y una rabia creció en mi interior y no la pude contener hasta que le estampe una cachetada en el rostro.

—¡Fue tú maldita culpa!—Le grité, señalandole el error. —Si no hubieras traido a esa zorra a casa nada de eso estuviera pasando.— respiraba alterada.

Se puso encima de mi, sosteniendo mis manos y mis pies... sabia lo que venia y por más que luchara el tenia más fuerza que yo.

—Te voy a enseñar a respetar a tú papá. —dice hecho una rabia, mientras a como puede se deshace de su cinturón y el primer evillaso fue en las piernas, solté un gritó ahogado. Pero rápidamente amordazó mi boca con un trapo ahogando mis lamentos.

Luego de darme seis fajazos, desabrocha la bragueta de su pantalón y empieza a desvestirme sin pudor alguno... no me defendia habia perdido las fuerzas con los golpes, ya no me importaba lo que pasará... se empezó a introducir dentro de mi violentamente, y me manoseaba asquerosamente toda...
sentia asco, me sentia sucia.. Juré después de eso que volvería a ser la última vez que me tocaria un pelo.

Cuando finalizó de hacerme el dañó, quede llorando en cama, con dolor en mis entrañas y sin poderme levantar... pero saqué fuerzas de los más recondito de mi y empecé a buscar la salida.

Me las pagaria, todas y cada una de las que me hizo.
Terminé en la calle, luego del abandonó de mamá. Nunca supe bien porque me abandonó con ese diablo me dejó en un infierno dónde no tenia escapatoria alguna o bueno hasta que me escape de casa y vagaba por las calles de la ciudad buscando quién me diera comida, pero como tenia catorce años sus ojos a veces tenian otras intenciones.

El nombre de Barrie Fue por mi papá que le gustaba la serie de Flash era muy Fanático de ese personaje. Pero fatalmente falleció en un accidente. Al principió me dijo mi mamá que no le parecía el nombre pero al final le gusto y asi fue cómo me sentaron con ese nombré.Y el apodó, me lo pusieron porque siempre que jugaba a ladrón y policía les costaba atraparme. Según mis padres y compañeros de la escuela me sentaba bien el apodo de Flash, hacia honor a la velocidad con la que me escapaba.

— En cuánto luego de andar por las calles un dia me encontré con el tío de Barby y me adoptó y ya lo demás supongo que lo sabes. —observe a Cody éste se quedó dormido le di un besó en la frente... esperó que no vuelva a preguntar.

FugitivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora