Capítulo 05

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Heartbreak Girl

"Te dedico esta canción,
a la que nunca puede ver la verdad,
yo puedo aliviar tu dolor
chica del corazón roto" -5SOS.

Toda la tensión que se sintió justo cuando tocamos el tema de Ed y Rachel parecía haber desaparecido para todos nosotros. Los días parecían correr una maratón y ya casi llegábamos a mediados de septiembre, y se sentía como si jamás hubiera pasado algo -aunque realmente no pasó nada-, y eso estaba bien para mí porque podía respirar con tranquilidad ahora. Mis deseos por saber quién era esa chica secreta estaban apagándose.

No he tenido muchas oportunidades de hablar con Ed hasta el momento, porque está muy ocupado organizando un proyecto sobre un generador de energía o algo así que tiene todo el valor de su nota, y Hanna y él han estado distantes.

Aún así, tengo que admitir que tenía pequeña espina en el pecho porque no había superado el que Hanna supiera cosas de Ed antes que yo. No hacía mucho que ellos apenas intercambiaban un par de palabras.

Selene y yo salíamos de la clase de Comunicación No Verbal del profesor Nichols para realizar un reporte de investigación sobre la Kinestesia, Proxemia y Paralenguage. Hasta el momento, la escuela no me resultaba tan complicada porque me encargaba de siempre estar al corriente, pero los maestros siempre se encargan de que tengamos algo que hacer.

Me gusta realizar mis tareas y proyectos en la escuela o en alguna cafetería del campus -como el Pilot House- lejos de casa, porque mis sobrinas Valerie y Violet suelen consumir la mayor parte de mi tiempo y, a pesar de que pueden ser una molestia, mi amor hacia ellas lo vence todo.

Es esa clase de amor que quisiera conseguir a la vuelta de la esquina.

Pensé en el momento adecuado.

Cuando Selene y yo íbamos a la inmensa biblioteca Clark a completar la tarea de Nichols, fue el momento exacto cuando todo pasó.

Media alrededor de un metro setenta y portaba una seguridad al caminar que no era tan normal entre los universitarios de Oregón. Su semblante mostraba un aire fresco y renovado, con su atlética pero delgada figura bañada en una piel cremosa y firme. Su cabello rubio cenizo se movía de un lado a otro con cada paso que daba, salvaje y rebelde; mientras que sus ojos imitaban a un felino, admirando cada parte del pasillo sin miedo alguno.

Sólo que no me miró. Ni tampoco lo hice yo hasta que era demasiado tarde. En un segundo lo sentía tan lejano -como si una luz divina lo iluminara desde arriba y un coro de ángeles le cantara- y al siguiente mi rostro impactó sobre su pecho con tanta fuerza que reboto hasta hacerme caer sobre mi trasero. En pleno pasillo.

Y bueno, el impacto fue catastrófico. Partirme en dos en ese momento hubiera valido lo mismo. Mi retaguardia y la parte baja de mi columna hicieron contacto con las baldosas blancas y duras y pude haber sufrido un desmayo más dramático que Lara Jean en la película de A todos los chicos de los que me enamoré por el dolor.

Selene comenzó a reír sin ocultar ni un poco su gracia por tal escena que protagonicé y se quedó parada sin hacer o decir nada. Muchos de los presentes también lo hicieron, pero con menos intensidad. Y el chico maravilla se estaba recuperando del hecho de que casi se le sale el corazón por la garganta, o quizá la nariz. No sé cual es peor en este u otro caso.

Y yo estoy realmente preocupada de no volver a caminar.

No sabía que estaba inmóvil hasta que el chico de los ojos verde-amarillo-cafés me jaló por los brazos haciendo que me impulsara hacia delante, quedando de pie. Al principio no me soltó.

No te quiero pero también te sufro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora