Tres

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A la risa siguió el silencio,uno extrañamente tenso,incómodo y frío. Pudo tratarse de alguien hablándole por telepatía,pero descarto esa idea convenciendose de que se había dormido un momento y la voz había sido parte de un sueño.

-Es sólo eso- se dijo en voz alta, para calmarse-Un sueño nada más.

-Te equivocas,Supremo Kaiosama,esto no es ningún sueño-le dijo la voz.

En completo estado de alerta Shin, se quedó de pie en medio de la sala,tratando se percibir algo ¿un ki?¿pasos?,pero nada.

-¿Quien eres?¡Sal y muestrate!

-Mucho me temo que no puedo hacer eso,Supremo Kaiosama, pero le garantizo algo,no soy ningún producto de su imaginación.

Algunas gotas de sudor rodaban por el rostro de Shin,que en un gesto de agobio se palmeo el rostro con fuerza.

-Es el estrés-se dijo-Es el estrés.
Es eso,por eso oigo voces. Estoy muy cansado,estoy estoy esto...est...es...

-¿Estoy loco?-le dijo la voz.

Angustiado el Supremo, salió corriendo hacia el pasillo y a paso rápido avanzó hacia la fiesta.Buscaría al antepasado y se irían de ahí. Necesitaba descansar,desesperadamente, necesitaba dejar ese lugar y volver a su planeta. Al ir rápido y pensando en lo mal que estaba,
no vio a al dios,que parado de espaldas a él disfrutaba de unas brochetas y una jarra de cerveza. Shin termino por estrellarse contra él y causar que tirará la comida. Bills se giró hacia el Supremo Kaiosama, que había terminado sentado en el suelo tras el golpe y al verlo su mirada se relajo.

-Ah eres tú,chico ¿qué haces ahí tirado?¿estuviste bebiendo de más?

El Supremo Kaiosama, le quedó viendo con una expresión algo boba.Era tan extraño ver al dios de tan buen humor que por un momento, se olvidó de lo que tan acongojado lo tenía.Por supuesto la explicación a eso era lo bien que resultó todo el asunto del torneo.

-Sólo me caí -respondió algo avergonzado.

-Pues no te quedes ahí,párate-le dijo y le extendió la mano para que se sujetara de ella.

Un gesto extrañamente amable que el Supremo Kaiosama, aceptó y se puso de pie,pero la mirada del dios se tornó,de pronto,muy fría. Miraba algo por encima del hombro de Shin,lo que hizo que este volteara a ver tras de sí. No había algo en particular ahí.

-Señor Bills,me suelta la mano-le dijo el Supremo Kaiosama, tras un rato.

El dios la soltó y se quedó mirando al joven dios,alejarse en dirección al antepasado.

El viejo shin-jin se negó rotundamente a irse y la paciencia del Supremo Kaiosama (que solía ser mucha) en ese momento se estaba terminando.

-Bien quédese,pero luego no me regañé por dejarlo aquí-le dijo y se teletransporpo a su mundo.

Allí se encuentro con Kibito, con quien tuvo un breve diálogo en el que le explicó,sin detalles,el resultado del torneo y luego le pidió que fuera a la tierra a acompañar al antepasado,para evitar que hiciera algún desastre,
Kibito obedeció y así finalmente estaba solo.Completamente solo, porque en su planeta no había nadie más a parte de ellos tres. Silencio.Finalmente algo de silencio y respirando profundo se dirigió a la habitación que ocupaba en aquel templo lleno de vegetación.

El Supremos Kaiosama, siempre sentía cuando el Gran Sacerdote, lo espiaba.Esa noche no estaba viéndole y eso era muy agradable, así que se permitió relajarse en el estanque de aguas termales que había en el interior del templo. Despojarse de su atuendo de Supremo kaiosama era un alivio,pues resultaba algo incómodo debido a la cantidad de prendas que tenía.La temperatura del agua era perfecta y poco a poco logro relajarse,olvidarse de Daishikan,del torneo,de la voz; hasta del mismo por unas horas.
Terminado su baño se fue hasta su cama y se recostó en ella sin intención de dormir,pero término haciéndolo. Despertó unas horas después o eso le pareció y lo primero que experimento fue una penetrante mirada sobre él,se giró esperando ver a al Gran Sacerdote,pero no estaba ahí. Suspiro aliviado por eso y se recostó boca arriba relajado, 
cuando "la voz" susurro en su oído: "ahí viene".Una décima de segundo después el Gran Sacerdote, apareció ante él. El Supremo kaiosama palideció,
pues era obvio que Daishikan, no traía buenas intenciones.

  "No"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora