veintitrés

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La nada. En ese sitio que ni siquiera podía definirse como un lugar,es donde la conciencia de Whis se desvanecia. Allí no había arriba o abajo,luz o oscuridad sólo el vacío que ni siquiera podía explicarse.

El ángel mantenía los ojos cerrados,porque al menos así veía oscuridad.Apenas era conciente de él mismo,cuando  que una voz pronunció una palabra en el vacío.Era su nombre,o eso creía porque no estaba seguro de nada realmente. La voz insistía y se sintió tentado a abrir los ojos.

-Whis,no habras los ojos -le advirtió la voz-imagina que estás caminando y avanza hacia mi.

-¿quien eres?-le pregunto desde su pensamiento.

-sólo imagina que estás caminando hacia mi,Whis.Date prisa o toda tu existencia terminara por diluirse en la nada-le advirtió aquella voz que estaba seguro de haber oido antes,en alguna parte.

Hizo lo que le pidieron sin cuestionar la petición.En la oscuridad,que le entregaban sus párpados cerrados,imagino que ponía los pies en el suelo y caminaba hacia donde creyó que venía esa voz tan familiar.

En el planeta supremo, Merlot seguía dormido,ajeno a la escena que ocurría a unos metros de él.
Shin se quedó entre los brazos del dios, tanto tiempo como este se le permitió. Fueron se quedó allí varios minutos. Fue el propio Supremo, quien dió el encuentro por terminado apartandose para alejarse definitivamente,pues no quería que él,resultara afectado. Enfrió la cabeza para poder poner sus ideas en orden y así poder pedirle al dios, de una forma tranquila que se retirará.

-me iré,pero ni creas que voy a alejarme de esto ¿entendiste?-le dijo el Bills.

-supongo que no puedo hacer nada respecto a eso,sólo le pido que entienda.

-¡no voy a alejarme de esto!-reitero el dios,con esa voz que usaba cuando quería adquirir ese aspecto intimidante.

-tampoco puedo tener cerca a Merlot,por favor llévelo  con usted-le dijo el Supremo Kaiosama, tímidamente después de una larga pausa.

-bien,cuídate chico-le dijo.

Bills le dió una última mirada al supremo y volvió hacia el ángel.Lo puso bajo su brazo y se fue. Tenía bastante claro que terminaría en el mismo planeta en que estuvo antes,pero para su sorpresa término de regreso en su templo cosa que lo desconcertó,pues no acavaba de entender como funcioanaba ese botón que le dió Whis.Dejo caer al ángel en el sofá y él se sentó en el que estaba al frente,mas bien se dejó caer apoyando los brazos sobre el respaldo.

Estaba realmente agotado,pero sobretodo confundido y agobiado. Ese tic nervioso volvía apoderarse de su pierna, mientras imaginaba que Daishinkan aparecía allí y terminaba con su existencia.Por otro lado estaba la incertidumbre de no saber dónde estaba su ángel.

Whis,en sus años de juventud,
su amor por él, era como una hoguera que le quemaba por dentro,pero con el paso de los años ese fuego comenzó a menguar hasta convertirse en brasas al rojo vivo,que en ocasiones se encendían nuevamente con un gesto de cortesía o una palabra que el sacaba de contexto. Ese amor estaba ahí,pero tan apasiguado que en ocasiones se preguntaba si ya no sólo era la costumbre y el que nunca puso sus ojos en alguien más lo que lo hacía creer que seguía enamorado.Chasqueo la lengua con disgusto al descubrirse reflexionar respecto a esas cursilerías. Lo único de lo que tenía certeza, era de que estaba preocupado por él y no quería que algo malo le pasara,
pero ¿a caso no sentía lo mismo por el Supremo Kaiosama? Y no estaba enamorado de él. Como estarlo si era un muchachito distraído,dócil,ingenuo y
demaciado correcto que siempre llamaba a la calma y a la sensatez. Pero era valiente y siempre se podía contar con él. Además ese rostro redondo,la boca pequeña y esos mechones de cabello que a veces le caían sobre la faz, le daban un aspecto bastante ¡pero que demonios estaba pensando! Se reprochó y se puso de pie para mirar esos peces que tenia en el acuario.

"Yo lo amo" que extraño sonó eso a oídos del dios que nunca,
siquiera imagino que el ángel llegará a decirle eso.¿como pasó?
¿Hizo o dijo algo para lograr que el Supremo Kaiosama lo amará?
Como fuera las circunstancias no eras las propicias para pensar en eso.Tenia hambre y no estaba Whis, así que fue hasta la cocina a "intentar" hacerse algo de comer,pues la verdad es que él, era un completo inútil en la culinaria y en muchas otras cosas.

Después de casi cuatro horas termino con una plato de algo que parecía ser carne asada y un desastre en la cocina como nunca había visto antes,pero al menos le sirvió para distraerse.Se disponía a probar su comida, cuando una presencia que se aproximaba lo hizo dejar el plato de lado. Supo de inmediato de quien se trataba y fue hasta la sala para esperar que llegará allí,unos pocos minutos después entraba por la ventana,Vados el ángel de su hermano Champa,
pero este no venía con ella.

-hola-le dijo y echo un vistazo al lugar buscando algo-¿donde está mi hermano?

El dios no supo que responder a eso.

-señor Bills le hice una pregunta ¿donde está mi hermano Whis?

-no lo sé-respondió el dios-salio y no a regresado-no quería dar explicaciones a ese ángel,pues quizá podía empeorar la situación si ella llegaba a involucrarse.

Vados miro a Bills,con una expresión de duda e iba a caminar hacia él,cuando vio en el sofá al durmiente Merlot. Se le quedó mirando con curiosidad y se aproximó a él,para verlo más de cerca. Lo observó un instante y luego,ante la atenta mirada del dios,le jaló las mejillas al ángel  como si estuviera estirando algún tipo de juguete y no conforme con eso le apretó el rostro entres las palmas de sus manos.

-¿se puede saber que estás haciendo?-le pregunto Bills.

-siempre he querido hacer eso con el rostro de mi padre,pero por supuesto no me atrevería a pedirle algo así y ya que él, se le parece tanto,pues...-le respondío y continuo con lo que hacía.

El tiempo no existía allí o bien él, había perdido la capacidad de percibirlo.La distancia que recorrío tampoco hubiera podido medirla de algún modo,sólo sabía que entre más avanzaba (si es que lo estaba haciendo) más podia sentir y más  podia recordar,porque por un lapso estuvo vacío de si mismo y al borde de la extinción, sino es por esa voz que le llamaba de tanto en tanto señalandole a donde ir. Lo primero que vio,en su mente, fue el gentil rostro de Shin bajo los rayos de sol,que se filtraban por el follaje del árbol donde él, acostumbraba a tomar el té,pues fue allí donde lo vio por primera vez. Esa sonrisa amplia y luminosa le entivio el corazón del que podía llegar a oír sus latidos, en ese silencio tan enorme. Lo segundo que vio fue al señor Bills cuando era muy joven, diciéndole que él, le gustaba y recordo que se río y el dios se molestó.Lo tercero fue su hermana Vados y de hay en adelante todo le llegó de golpe, hasta el momento en que su padre le lanzó una esfera de energía que de algún modo le impidió esquivar.Recordo a Merlot,interfiriendo con su bastón y estaba seguro de que  no ser por él,hubiera sido destruido.

De pronto pudo sentir una fuerte luz sobre él y se quedó quieto,  esforzándose por descubrir que era lo que tenía en frente,pues ya no oía aquella voz y no se atrevía a abrir los ojos.

-¡ya déjalo en paz!-le dijo el dios a Vados.

Ella lo ignoro. Continuo tirando de las mejillas y de la boca del ángel con un afán travieso (y algo malévolo según Bills)

Subitamente el ángel abrió los ojos y se sentó en el sofá, haciendo que Vados se apartara disimulando un poco lo que había estado haciendo. Él la miro con ojos cándidos,mientras se frotaba  las mejillas que sentía algo adoloridas y de pronto escapo de su boca una sola palabra,con el tono de quien reconoce algo que hace mucho no veía:

-Vados-dijo con voz clara.

Tanto como la mencionada,como el dios quedaron intrigados con aquella exclamación,pues hasta donde sabían y recordaban,
Vados y Merlot no había sido presentados.

  "No"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora