veintinueve

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Esas palabras sólo vinieron a confundir más al Supremo kaiosama,pero en ese momento la voz del antepasado se escuchó en el pasillo discutiendo con Kibito,por encontrarlo escuchando tras la puerta.
Merlot se inclinó un poco para susurrar en el oído del shin-jin:

"Estaré cerca,mi señor".

Ese cosquilleo que le hizo el aliento del ángel en  la oreja la dió un pequeño escalofrío,que lo estremeció. 

Los días apartir de ese transcurrieron  más o menos igual para el Supremo Kaiosama, que mantenía sus rutinas estrictamente como se las diseño Merlot,pues así le quedaba poco tiempo para pensar.Pero eso significaba pasar varias horas con Kibito que en realidad era Zamasu,lo que no le agradaba tanto,pues a veces lo sorprendía viéndolo y eso lo incomodaba, además no confiaba mucho en él y con frecuencia se lo pensaba unas tres veces antes de comer algo que él,preparaba y para colmo solía hacerle comentarios como:"no tiene veneno"o "si quiera matarte no lo haría con la comida"

Para aumentar su estrés,durante esa semana, Daishinkan lo visito tres veces y sentía como lo observaba con más frecuencia de lo habitual. De algún modo sabía que Zamasu,también lo sentia y lo hacia notar volviéndose más silencioso de lo habitual.

La primera semana pasó rápidamente y no tuvo oportunidad de averiguar lo que quería,para colmo a ratos se cuestionaba si confiar o no en Zamasu y otra cosa que lo mantenía inquieto era Bills. No lo hacía notar,pero él sabía que a diario el dios lo visitaba y lo vigilaba durante media hora desde la distancia,todos los días a la misma hora,esa rutina le despertaba su perspicacia,pues se preguntaba por qué hacía allí.

El dios le había dicho que no se apartaria del asunto,pero sentía que estaba tramando algo. En una oportunidad intento acercarse,pero apenas Bills lo noto se fue inmediatamente.

Merlot era otro que había empezado a tener una actitud similar aunque al menos él, no tenía problemas con acercarse y hablarle y había empezado a esperar verlo allí,cada vez que abría la ventana en las mañanas Sólo se quedaba un momento y apenas intercambiaban unas palabras.

Aún cuando tenía serias dudas respecto a Merlot y lo que era realmente,no podía evitar sentirse cómodo con él y eso empezaba a asustarlo,hubiera querido poder echar un vistazo otra vez en sus pensamientos,
pero no se atrevía a intentar besarlo de nuevo.

De los ángeles era difícil leer la mente,con suerte podia llegar a ver un pensamiento repentino o una vaga idea y Merlot no era la excepción. Le pasaba lo mismo con Whis.Whis ¿que sería de él?¿que tormentos estaría padeciendo? No le guardaba afecto alguno,pero se sentía responsable de su suerte.

¿Que hice para que se fijara en mi? Se preguntaba a veces y caía en cuenta de que en muchas ocasiones,no se hacía nada para cautivar a alguien porque sólo sucede ¿no fue así que le paso con Bills? Para todo era un patán,un sujeto soberbio y arrogante; tenían razón,pero era justo y hasta podía llegar a ser bastante gentil si se lo proponía,
ademas era seguro de si mismo y sabía imponerse,era algo que admiraba de él,pero así mismo (según su juicio) un ser como ese no pondría sus ojos en alguien de temple suave como él.

-¿que vio Whis en mi?-se pregunto un día,en voz alta, en la soledad de la biblioteca.

-que eres un sujeto muy gentil-le respondío una voz.

Miro a su lado y ahí estaba Zamasu recargado contra la pared.

-eres  gentil,no...eres amable.
Siempre demuestras educación y afecto a los demás y por eso todo el mundo te ve como alguien débil-continuo Zamasu-suele pasar,entre los humanos aquellos que son como tú,siempre sufrían más que los que tenían una actitudes más desinteresada hacia otros...Lo vi muchas veces.

"Eres amable,te preocupas por todos olvidándote de ti mismo,lo se porque te ví morir en el futuro. Usaste tus últimas energía para detener a Dabura y permitirle así a Trunks darle el tiró de gracia. Sabías que eso te costaría la vida y lo hiciste para mantener la paz del universo, pensaste en otro antes que en ti...en tus salvajes humanos que no valen la pena tal sacrificio,
pero prueba el enorme corazón que tienes"

-no te lo pregunte a ti-le dijo el supremo después de mirarlo por un rato.

-y también puedes ser bastante arrogante a veces-replico Zamasu.

El supremo se sonrió divertido.

-¿crees que él vio eso en mi?-le pregunto luego descolocado a la fusión.

-bueno no lo sé,sólo digo lo que yo veo-se interrumpió en ese momento,pues noto con algo de espanto lo que estaba a punto de decirle.

El Supremo se le quedó mirando algo intrigado,lo que lo puso incómodo. Fingió tocer y señaló que era hora de hacer la cena para salir del lugar.

-quiza no hubieras sido tan mal Supremo Kaiosama, después de todo-le dijo Shin y Zamasu volteo a verlo -sólo quizás...

-cretino-murmuro Zamasu y al apartar su vista de él se sonrió.

Whis,desde esa celda,estaba atento a cada movimiento en el palacio y comenzó a memorizar las rutinas de su padre.Cada tanto se ausentaba por unos 40 minutos y ese tiempo debia aprovecharlo. El problema es que ese cadenas no eran objeto ordinarios y estaban hechos para restringir ángeles y dioses.Si pudo liberar su mano derecha fue gracias a que se rompió la muñeca,pero el grillete izquierdo estaba más apretado y no lograba liberarse de ninguna forma,de tener sus cetro todo le hubiera resultado más fácil,pero asumió que su padre de lo había quitado,aunque no podía aseguaralo.

En uno de esos momentos en que
Daishinkan dejaba el palacio,
Whis intento nuevamente liberarse,pero no ya no le quedaban fuerzas. Sentía que iba a desfallecer cuando de su pecho se desprendió un tenue resplandor que lo tomo por sorpresa.Un segundo después su báculo salió de allí.

-que astuto eres Merlot-dijo en voz baja y con una sonrisa amplia.

  "No"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora