Trece

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Ambos se miraron como aguardando la respuesta del otro,pero por un minuto ninguno habló. Sólo se veían de forma fría.

El Supremo Kaiosama se despertó y al ver a Daishikan a su lado,se levantó casi de un salto y término de pie al lado de su ángel.

-mi nombre es Merlot-dijo este al fin.

El ángel tomo al Supremo, suavemente, del brazo y con discreción lo fue poniendo detrás de él.

-Merlot-repitió el Gran Sacerdote mirándole con curiosidad.

-asi es-afirmo el ángel-soy el asistente del Supremo Kaiosama de este universo,por orden de Zen oh sama.

La mirada del Gran Sacerdote, se tornó oscura y amenazante. Camino entorno a la cama buscando llegar con Merlot,quien se veía muy tranquilo a pesar de lo tensa que se había tornado la atmósfera de la habitación. El Supremo,en cambio,estaba casi templando y no pudo evitar sujetarse del brazo de Merlot,
pero de esa forma que te tomas de alguien cuando estás asustado que es más un pellizco. El ángel miro Shin, por encima de su hombro y vio como una mezcla de miedo y repugnancia se apoderaba de la mirada de este.

-que extraño-exclamó el Gran Sacerdote al plantarse frente a Merlot-no estaba enterado de algo así.

-y porque debería estarlo. Las decisiones del Rey del todo,no son algo que deba consultar con usted-le dijo con cierta petulancia.

-¿no sabes quién soy yo?

Merlot no respondió.

-yo soy el Gran Sacerdote.Es  extraño que un ángel,no sepa quién soy-dijo mirándolo a los ojos.

-que extraño que el Gran sacerdote no conozca a todos los ángeles-respondió Merlot.

Ninguno volvió a hablar por unos minutos.

Daishikan busco con la vista al supremo tras el ángel,pero este lo bloqueó moviendo a su derecha.

-¿puedo saber a qué viene el Gran Sacerdote, a esta hora, a la habitación del supremo kaiosama?-preguntó Merlot con un tono suspicaz.

-eso es un asunto entre él y yo ¿no es asi,Shin?

El Supremo dió un paso atrás y al notarlo, su ángel hizo lo mismo.

-mi señor en este momento se encuentra un tanto indispuesto-le dijo Merlot-le agradecería que se retirara.

El Gran Sacerdote se encogió de hombros sonriendo y luego se fue,no antes de dedicarle una mirada afilada a aquel extraño ángel.

Las piernas de Shin, temblaban y una vez el Gran Sacerdote se fue, simplemente se doblaron. Hubiera terminado en el suelo sino es porque el ángel lo sostuvo a tiempo.Respiraba aliviado sobre el hombro de Merlot,quien rodeaba su cintura con su brazo para sujetarlo,pues él no podía sostenerse en pie. Cuando el ángel fue conciente de eso, apoyo una rodilla en el piso para lentamente sentar al supremo en el suelo.

-¿se encuentra bien,mi señor?-le pregunto amablemente.

Un casi inaudible"si" fue la respuesta de Shin, que recargo su cabeza contra el pecho del ángel.
Siempre pensó que no había alguien en los universos capaz de ayudarlo y de pronto apareció ese ángel, que fue capaz de auyentar al Gran Sacerdote y que en su frío contacto le transmitió una enorme paz.

-te llamas, Merlot ¿verdad?

-asi es mi señor.

-¿podrías quedarte aquí,mientras duermo?

-por supuesto,pero creo que debe...-se interrumpió al ver como el Supremo Kaiosama dormía.

Dejando su bastón en el piso,se sentó apoyando la espalda contra la cama para poder poner al Supremo, en una posición más cómoda y allí se quedó.Alzó los ojos hacía la puerta que quedó entre abierta y le dió la impresión de que alguien estaba del otro lado. De hecho ahí estaba Zamasu,recargado contra el muro con los brazos cruzados y una expresión que hubiera fundido el hielo.

"Ese ángel va a arruinar mis planes"

Pensaba y deseaba poder apartarse y no tener que mirar el rostro casi cándido con que el ángel veía,al Supremo dormir en sus brazos.

Por la mañana el Shin, se despertó en su cama. En su suave y cómoda cama que hace tanto no se sentía así. Era la primera vez en muchísimo tiempo que dormía tan bien,que despertaba de buen humor y con energía.

-que buena noche pasaste,Shin-le dijo Zamasu en un tono algo incisivo.

-no molestes -le respondío el supremo y se metió al baño.

En ese momento el ángel tocaba a la puerta para anunciar que el desayuno estaba listo,unos minutos después el Supremo Kaiosama, salió para reunirse con él. Lo sucedido la noche anterior le parecía un sueño lejano y saludo al ángel con una sonrisa que tomó a este, por sorpresa.

En el templo del dios las cosas,en cambio,estaban algo tensas.
Después de la visita de Daishikan,el ángel curó a Bills con ayuda de su báculo y este se levantó del piso con una expresión de furia letal.

-¡maldito bastardo!-exclamó con toda la rabia que llevaba por dentro.

-le pido que no se exprese así de él,sea como sea es mi padre-le dijo el ángel.

-¡no te hagas Whis!¡tú sabes muy bien lo que ese sujeto hace! Y la verdad me sorprende que puedas permanecer tan tranquilo con este asunto.¿acaso no estas enamorado del supremo kaiosama?¿acaso no te importa lo que le pase?-le reclamaba el dios con tal ímpetu que el ángel retrocedió un par de pasos-te informó que hace unos días el Supremo Kaiosama, por poco se ahoga en uno de los lagos cerca de su templo.

Esa última parte si sorprendio al ángel,que a tientas busco una silla donde dejarse caer y una vez lo hizo se quedó ensimismado.

-oye Whis¿oíste lo que te dije?

El ángel no respondío.

El dios se paró en frente de él y se inclinó un poco para verlo a la cara.

-él está bien ¿verdad?-le pregunto el ángel al cabo de un rato.

-creo que si,la verdad no estoy seguro-le respondió Bills-hay algo extraño en él,ya te lo había dicho.Es como si algo lo estuviera drenando de algún modo.

El ángel lo miro sin entender.

-debes ser el estrés por el acoso de mi padre.

-no lo sé Whis,a mi me parece que es algo diferente-le dijo el dios.

-siempre supe lo de mi padre con el Supremo Kaiosama -dijo el angel de pronto- y creo que todo es culpa mía.

Aquella revelación desconcertó al dios quien,se sentó en el suelo a observar al ángel que parecía estar evocando algo muy remoto.

 

  "No"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora