Stay With Me ||Pausada||

1.

Mayo del 2007.

—Mer... -la mujer de cabello corto tocó en la puerta del camper– Mer... Voy a pasar.

Christine abrió la puerta del remolque, entro en el de manera silenciosa cerrando la puerta detrás.

—¿Meryl?

Un sonido proveniente del baño llamó su atención.
Se acercó lentamente a la puerta sin embargo antes de que pudiera colocar su mano sobre la perilla, la puerta de color blanco se abrió súbitamente asustandola.

—¡Christine! -la rubia exclamó.

—¡Oh dios Meryl! ¡Casi me da un infarto! -Su amiga comentó tomando asiento en el sillón– ¿Qué pasó? ¿Estas bien?

Meryl estaba nerviosa, muy nerviosa y la castaña lo notaba.

—¿Meryl? -Insistió ella.

—No pasa nada...

—¡No mientas!

Enfadada por la insistencia de su amiga, Meryl tomó el objeto blanco el cual se encontraba dentro de sus bolsillos de su oberol y se lo lanzó.

—¡Oye! -Christine se quejo masajeando su mejilla– ¡¿Qué te pasa?! ¿Acaso crees que lanzar...?

Christine se quedó en blanco al ver el objeto en sus manos, dos franjas rosas, dos franjas rojas, ¡dos franjas rojas!.

—¡Oh por dios! ¡Oh por Dios ! ¡¿Estas embarazada?!

—No idiota, me la encontré en la calle y te la estoy enseñando. -Ironizó la rubia– ¡Si! ¡Lo estoy!

—¡oh por dios! -Christine exclamó emocionada– Los fans se volverán locos.

—¡Christine! Los fans no interesan ¡¿Qué se supone que le diga a Don?!

—Pues muy fácil, que estas embarazada. -La castaña fue obvia.

—Hace casi un mes que no nos vemos ¿Como se supone que le diga que estoy esperando un bebé?

—Ese estómago no es un embarazo de dos semanas.

—¿Estas insinuando que...?

—Qué puedes tener más de un mes de embarazo y tú, como la gran tonta que eres, te acabas de dar cuenta porque tienes ganas de hacer pipí cada tres minutos.

—Don no es tan idiota como para pensar que te acostaste con el guapo 007, porque no lo haz hecho ¿o si?

—No...

—¡Meryl!

—¡No, no lo he hecho! -Se defendió rápidamente ella.

—Ves ahí esta, mañana iremos a el doctor para que te haga un ultrasonido y así podrás llamar a Donald.

—Christine...

—Andando Donna, esas escenas no se van a grabar solas.

.

—¿Entonces qué le diré?

—Creo que es muy fácil Mary, solo dirás “Don tengo un mes de embarazo” y luego él responderá y será fácil.

Meryl suspiro tomando el teléfono en sus manos, marcó el número de su casa y se llevó el objeto color negro a su oreja.

—¡Meryl! ¡Cariño, hola! -Su esposo exclamó entusiasmado, pero ella no respondió, no pudo– ¿Mary?

—Don...

—¿Qué sucede? ¿Mary? ¿Está todo bien?

—Don... Estoy embarazada...