BÚSQUEDA

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Buscaban a la rubia y cuando consiguieron encontrarla tuvieron que esconderse porque se encontraban sus dobles presentes. Llegaron hasta una agencia de música cuando las comenzaron a seguir.

Se sorprendieron al ver que en esa dimensión eran un grupo que debutaría en dos días. Sus fotos las hacían ver diferentes, a algunas mayores y a otras como unas bebitas por su lindo rostro. Su look cambió, solo había castañas y pelinegras; no existía la Soojin con cabello rojizo, Yuqi y Soyeon rubias.

Un grupo de chicos y chicas pasaba por el lugar y al verla comenzaron a acercarse a ellas, pero las chinas tomaron las manos de las otras y comenzaron a correr lejos del lugar. Durmieron en un pequeño lugar sin cámaras, fanáticos, etc.; lejos de los medios.

Al despertar pasearon por la ciudad, parecía muy diferente. Varios posters de ídolos que sacarían comeback pronto. Un café caliente y un panecillo como desayuno en su cafetería habitual. Y en la tarde un rico almuerzo en un restaurante cerca y lejos de la agencia de CUBE, se llenaron y sintieron que tocaban el cielo al probar esos deliciosos platillos. Habían aprovechado el hecho de que sus yo serían famosas y todo el mundo esperaba por ellas.

—Aguerden, ¿esa no es Soyeon? —señaló Soojin cuando pasaron por la cafetería de Anteiku— ¡Y está con Seulgi!

—Vayamos con ella, no sé de qué estén hablando, pero esa Soyeon es nuestra —tomaron del brazo a Soyeon y la sacaron del lugar.

Trataban de hablar, pero la cosa se salió de sus manos cuando Minnie ofendió a Soyeon sobre su sueño y la menor se defendió reclamando lo que ella había hecho. La castaña se fue algo enojada con sus amigas a casa.

Miyeon se había sentado en el pasto y las lágrimas no tardaron en brotar, se sentía muy mal. Cho era la mayor y pensaba que debía unirlas a todas y cuidarlas, pero sentía que todo lo estaba saliendo mal y lo arruinaba, haciendo que sus amigas se alejaran.

—Miyeon, no es tu culpa —Soojin posó su mano sobre su hombro y le dedicó una dulce sonrisa.

—Déjala, volverá, y tiene razón. Yo estuve a punto de casarme, habrá que dejarla dar su concierto —Minnie se paró frente a ella— ¿Soojin sabes algo acerca de lo que sucede? ¿Soyeon no solo jugaba al cantar y bailar con nosotras?

—Y-yo, quería decirles, pero ella dijo que no era justo y deseaba demostrarles a todos lo que es capaz —habló la menor— Dijo que tenemos un increíble potencial y somos como su familia, es por eso que le gustaría que debutáramos como grupo, pero la vida de un idol es difícil. No quería arrastrarnos a cumplir su sueño, no deseaba ser egoísta y obligarnos; simplemente quería hacernos y ser feliz, incluso si eso significaba que solo jugáramos a cantar y bailar sus canciones que compone al pensar en nuestras personalidades.

Todas comenzaron a preguntarse ¿por qué lo ocultó?, y más cosas. La pelinegra tomó un respiro y continuó hablando.

—Pronto habrá un concurso y a ella le gustaría que participáramos. Pienso que sería realmente divertido hacerlo, y más si es juntas.

—Yo haría lo mismo —mencionó Miyeon— Dejémosla por ahora y vayamos mañana a ese concierto.

—Estoy de acuerdo, ahora busquen otro lugar para dormir. Miyeon y yo gastamos nuestro dinero en el hospedaje de ayer —habló Shuhua.

Caminando lejos de los lugares con personas se encontraron con Seriyeon y a uno de los portales dorados que provenían del lugar dorado –crepúsculo–.

—Bù hǎo de shìqíng huì fāshēng (algo malo va a pasar)—exclamó Yuqi.

—Wǒ yě yīyàng (pienso lo mismo) —contestó la pelinegra.

5:55 | (G)I-DLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora