DESPUÉS DEL CREPÚSCULO

128 19 3
                                    

Pronto, Shuhua y Miyeon se graduarían. Ambas estaban estudiando sin parar.

La pelinegra entraría a una prestigiosa universidad, con la que podría irse al extranjero. Por otra parte, la castaña hacía lo mismo, pero nadie sabía que se iría a la misma escuela que la mayor, era como un tipo de sorpresa. Hasta ese día, ya que los exámenes estaban a la vuelta de la esquina.

—Veo que te estás esforzando, pero deberías descansar un poco —recomendó la pelinegra— Sé que serás capaz de pasar el examen.

—¿Estás segura?

—Sería lindo y divertido estudiar en la misma universidad que tú —comentó Shuhua.

—¿Verdad? Podríamos vivir en el mismo dormitorio y...

—Genial, eso me haría ahorrar bastante dinero —bromeó.

Todas se echaron a reír, era su entretenimiento favorito ver como ellas dos se peleaban.

—Ahora son Miyeon y Shuhua, después serán Minnie y Yuqi, a este paso Soyeon y yo seremos las únicas en el club —dijo Soojin.

—Habrá que reclutar gente de primero, gente fácil de convencer como tú —rio Minnie y la pelirroja se quejó.

A Soojin le habían tendido una broma para que entrara al club, y también entró porque Soyeon estaba en ese.

Yuqi tenía un radio cristal y era necesario para nosotras, y su investigación.

Todos saben cómo entró Minnie. Y las que pronto se irían... solo fue una manera para pasar más tiempo juntas.

—¿Qué tal Rosé? —mencionó la rubia.

—Oh, también sus amigas —indicó Soyeon— Ellas tienen una bonita voz.

—Bueno, pero recuerda que es un club sobre "radio" —habló la castaña.

—Nuestro club de "radio" se convirtió en una especie de juego, aunque al final se convirtió en una gran responsabilidad al cuidar universos no tan lejanos de nosotras —mencionó la tailandesa.

—¿Saben quiénes formarán parte del club el próximo curso? —dijo la pelinegra.

Todas se miraron y alzaron los hombros, no sabían de que hablaba la mayor.

—Jisung, Yuna y Yeojin —contestó con una sonrisa.

—Ese será un gran legado, estoy segura que conseguirán a más miembros.

El timbre de la escuela sonó, era hora de ir a sus casas. El día de hoy no irían a Anteiku, ¿por qué? Debían estudiar.

Miyeon tomó su mochila y se percató que había en ella algo que no le pertenecía. Era el módulo astral de Seriyeon.

Caminó para llegar a su hogar, pero antes de ir a su residencia, se desvió del camino y se quedó caminando en la orilla del mar.

El escenario era hermoso, el cielo despejado y la buena vista del atardecer, la suave brisa. Sonrió al elevar su mirada y tomar el medallón que solía ser de su doble, y sacó el módulo astral.

—¡Ven a mí, ser del Crepúsculo! —alzó su mano derecha y ahí estaba. Un casete color rojo estaba en su mano, era como el de su doble, pero este brillaba.

Ahora estaban completas, todas tenían un casete, eran ecualizadoras. Cada una de ellas había aceptado cada cosa, habían abierto los ojos a la verdad y continuar sin importar lo que les esperaba.

El mundo, no, el universo estaba en buenas manos. Ellas seguirían el legado que dejó Seriyeon y sus pequeñas amigas.

(G)i-dle protegerá a este y a otros mundos del Crepúsculo.


5:55 | (G)I-DLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora