EL CREPÚSCULO

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Miyeon se levantó del banco de aquel parque donde su mejor amigo había desaparecido, ese parque donde solían ir varias familias a divertirse, pero ahora estaba totalmente desierto.

Tras estar de pie, corrió detrás de una sombra de un niño.

Pasaron unas cuadras hasta llegar a la orilla de la playa, la marea y la brisa eran muy fuertes.

Sabía perfectamente que parecía una chica desesperaba al correr por casi toda la ciudad hasta el mar, pero algo dentro de ella le decía que no podía detenerse.

—¿El rey del...? —dijo al ver a la persona con el impermeable azul, pero ésta la detuvo.

—No soy el rey, soy el Guardián del Crepúsculo, el sirviente elegido por el rey —cuando dejó ver su rostro, pudo apreciar a una versión suya, de hace seis años— Tú eres yo, yo soy tú.

—No me importa si eres el Rey o el Guardián, si estás aquí es para destruir este fragmento, ¿verdad? —cuestionó— ¿Cómo puedes hacer algo terrible?

—Todas las cosas perpetúan un ciclo de destrucción y crecimiento, todo es luz y oscuridad, y el Rey del Crepúsculo no es más que uno de esos procesos. Mi trabajo es asegurar que ese proceso se lleve a cabo, usamos ghouls para asimilar conciencias humanas en el Crepúsculo —sacó una máscara blanca— Es imposible cambiar una fuerza de la naturaleza, lo único que harías sería atrasar el proceso.

—¡No dejaré que nos conviertas en Crepúsculo! —la castaña trató de golpear a su doble, sin embargo, ésta creó un campo de fuerza y le impidió moverse.

—Olvida tus creencias y también serás digna de escuchar el llamado del Crepúsculo. Acompáñame y te enseñaré el camino del Crepúsculo.

—¿Quieres que te ayude a destruir mundos? —exclamó al estar de pie.

—Si aceptas acompañarme, tal vez pueda atrasar el destino de este mundo —propuso la otra Miyeon.

—¿Realmente evitarás que mi mundo sea consumido por el Crepúsculo?

—Nunca miento —dijo la Miyeon de unos, aproximadamente, doce años. Y le tendió la mano.

—Eso no será suficiente —dio tres pasos al frente— Quiero que traigas a Seriyeon de vuelta, al igual que su mundo.

El tiempo se detuvo, todo a su alrededor, las olas se detuvieron, el viento, los autos que pasaban, todo estaba en pausa.

—Ese fragmento pertenece al Crepúsculo, traerlo de vuelta sería una violación al orden natural de las cosas —la castaña más alta se arrodilló implorando que trajera a Seriyeon de vuelta— Recuerdo este sentimiento, hace unos años yo también perdí a alguien importante para mí.

—¿Tú también perdiste a Taeyong?

—Desde ese día, la tristeza y el dolor se adueñaron de mí, y fue ahí cuando lo escuché, el Crepúsculo me había llamado.

»El Crepúsculo me necesitaba y yo a él, el tiempo se detuvo y maté a todos mis sentimientos, así fue como quedé libre del dolor, arrepentimiento, tristeza, angustia, y todas esas emociones negativas.

»Ven conmigo, no puedes restaurar tu pérdida, pero si puedas olvidar.

Dispuesta a acompañar a su contraria y cuando estaba a punto de tomarle la mano, una voz familiar gritó su nombre y suplicó que se quedase. Hizo que saliera del trance y tratara de escapar de aquel escenario, sin embargo, la pequeña la jaló bruscamente.

—Los intrusos no son permitidos —creó una esfera dorada alrededor de ellas.

ShuHua corrió hacía ellas, pero llegó tarde, la esfera había encerrado a sus contrarias.

5:55 | (G)I-DLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora