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La vida es una comedia, es lo que se repite y se repite y se repite, cada que su cerebro se llena de imágenes que, le suben la temperatura de su organismo sin apenas haberse movido de la cama.

Recostado piensa, analiza, medita, razona.

La historia de su vida comienza a pasar por su cabeza con imágenes que se le vuelven cautivantes.

Se la imagina como, ¿una titiritera?

¿Un bufón?

¿Una farsante?

Busca y busca y busca...

Y nada...

Entonces se decide por creer que es como un ente que nos maneja como se hace con las marionetas, como se manipulan los muñecos, como un mimo que nos engatusa como si fuésemos individuos sin pensamientos.

Los hilos con los que nos mueve, son nuestros sentidos, nuestros sentimientos, nuestras ilusiones, nuestras fantasías y hasta nuestras añoranzas, lo cual nos transporta a mundos desconocidos, a dimensiones asombrosas, a casualidades sorpresivas y hasta a eventualidades desconcertantes.

Sin duda ella es la que nos hace vivir experiencias inverosímiles, ilógicas, inauditas.

A pesar de todo lo que ha vivido, siente que sus días trascurren despacito, monótonos, abúlicos.

La desesperante cotidianidad se le ha convertido en su más férrea compañía, es irritable lo que le sucede, porque nada cambia, nada varía, nada se altera, nada se transforma, siempre es lo mismo, es una continua repetición de eventos que sucede día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto y hasta segundo tras segundo sin modificarse nunca.

La insoportable futilidad se vuelve agobiantes, opresora, sofocante, es meterse a la ducha, desayunar y correr, los compromisos no dan tregua, ni las citas en las noches logran incentivarlo, solo lo divierten los encuentros furtivos con algunas chicas, el placer de la carne es lo único que lo saca de ese letargo que se le ha vuelto intolerable, no encuentra nada que lo estimule, su diario trasegar ya no tiene finalidad, propósito.

Cumplió con los compromisos en la universidad, se graduó como médico y finalizó cabalmente con su año de residente.

De los últimos veinticuatro meses, doce los pasó trabajando en un hospital público, situado en un lejano poblado, le agradó todo el tiempo que pasó en ese sitio, porque lo atendieron como a una persona verdaderamente influyente y como el personaje más importante.

Ahora labora en jornadas temporales en una de las clínicas más prestigiosa y más emblemática de la ciudad.

El tiempo de lo que resta del año, lo aprovechará para descansar, porque al comienzo del siguiente, tendrá que lidiar con las prácticas para especializarse como Médico Cirujano, lo hará en la universidad más destacada del país, claro, si logra cumplir con los requisitos que le imponen para concederle, uno de los escasos cupos que se ofrecen y eso sí logra hacer los méritos necesarios para llegar a merecerlo.

Es sorprendente la cantidad de candidatos que anhelan hacer realidad ese sueño, al que tanto esmero le dedican.

No ha dejado de prepararse, se ha mantenido actualizado, ha investigado por su cuenta, muchas de las cosas que cree que serán importantes en el examen que, debe presentar para ser admitido como uno más de sus estudiantes.

Ese es su objetivo más soñado, si lo consigue, será becado por el tiempo que dure la nueva asignatura.

Recibirá como compensación, comida, transporte, vivienda, gastos personales, que mejor regalo, todo sea por el esfuerzo, el empeño y la dedicación que se ha mentalizado, para a hacer realidad ese sueño que tanto anhela llevar a cabo.

La Ronda de Negocios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora