Cuando la Madre comienza a caminar, Luis voltea la cabeza y le envía un beso en el aire, Alex lo recoge como si fuese el mejor presente que jamás alguien le hayan ofrendado.
Se pierden por varios minutos, entonces un hombre se le acerca a formarle charla, ella lo corta en forma radical, le señala que está esperando al esposo, el joven entiende y rápidamente se pierde entre la gente.
Cuando regresan Madre e hijo, Alex se levanta y se prepara para marcharse, las piernas le tiemblan, la emoción la descompone, presiente todo lo que le va a sentir al volver a saborear esos labios que tan solo con mirarlos, le producen una sensación casi de infierno están a punto de volverla loca.
Luis cuando llego a la sala de espera, analizó la forma como podía quedarsen a solas, se dio una vuelta por todo el sitio y también donde quedaban los baños, lo recorrió despacio caminando por un pasillo bastante largo y se encontró con varias puertas, al abrir la tercera se dio cuenta que era el sitio ideal y se decidió de una vez, planeo muy bien todo lo que va hacer, por eso al encontrarse con las dos, las llevó al sitio donde se hallan en este momento, lo hace para tener el tiempo necesario para satisfacer los deseos que tiene de la boca de la mujer que acompaña a su Madre.
Cuando doblan la esquina para tomar el pasillo que ya había recorrido con anterioridad y cuando apenas pasan las dos entradas y llegan a la elegida, en un movimiento rápido la hala del brazo, se mete encontrándose con un cuarto que está totalmente en penumbras por la escasa claridad que apenas medio la alumbra.
La ciñe por la cintura y sin dejar que se recupere de la sorpresa, le atrapa los labios queriéndoselos arrancar.
El desconcierto de Alex apenas dura unos segundos, para enseguida colgarse del cuello y dedicarse a saborear ese delicioso manjar que le roba hasta el aliento.
Se besan como si el mundo se fuese a desaparecer, aguantan sin respirar hasta cuando están a punto de desmayarse por la falta del oxígeno en los pulmones.
— Uuuufffff... mi amor, cuanta necesidad tenía de tus labios.
— Papito lindo... creo que se me soltaron algunas góticas de pis... ¡Dios mi amor... buuuuffff... — se agita como convulsionando.
Se chupa los labios como si alguna clase de miel se le desperdigara por la comisura.
— Te aseguro que si no me besas, me hubiese desmayado delante de tú Mami. — jadeante.
No la deja terminar cuando de nuevo sus labios han desaparecido, la boca de Luis le atrapa la suya como si se la fuera devorar.
Las caricias son anhelantes, polifagicas, hambrientas, son como dos fieras que se quisieran engullir.
Solo ha pasado un día y ya están enloquecidos por la necesidad de sentirse, por eso no miden los actos que están cometiendo, porque a pesar de la poca cordura que les queda, las mentes se le nubla, por la nube oscura que le desatan los deseos.
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La Ronda de Negocios.
Любовные романыAlguien dijo una vez, "Cuando entro en mi cuarto solitario después de un fracaso, éste no me hiere; pero si estuviese obligado a encontrarme con los ojos interrogadores de la mujer que le ha dado sentido a mi vida y tenga que decirle que he fallado...