𝒇𝒐𝒖𝒓

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( ☆. 𝐶𝐻𝐴𝑃𝑇𝐸𝑅 𝐹𝑂𝑈𝑅 )
𝚝𝚘𝚍𝚘𝚜 𝚎𝚜𝚝𝚊́𝚗 𝚖𝚊𝚕.

Luego de visitar el Callejón Diagon, Alaska no salió mucho de casa. Sólo para realizar sus obligaciones con Danniel y Bellatrix cada semana, pero además de eso, creía que pronto se volvería loca si no escapaba de aquella rutina. Sin embargo, a pesar de que las vacaciones estuvieran terminando, no estaba del todo feliz por volver a Hogwarts.

Ella creyó que, para entonces, ya tendría una nueva misión para ayudar al Señor Tenebroso, más eso no sucedió, lo que la tenía al borde de sus nervios, rememorando cada reunión en busca de una equivocación, pero estaba segura de que no había hecho nada mal.

Por ello no comprendió cuando, la noche anterior en la reunión con Voldemort, él solo se dedicó a felicitarla por sus grandes avances, luego de una demostración de sus habilidad había quedado más que satisfecho. Más, cuando le pregunto por su misión de aquel año, el Señor Tenebroso le decía que no tenía nada para ella, sus palabras exactas habían sido: "No hay nada en lo que me seas útil".

¿Nada en lo que fuera útil? Eso era una idiotez. ¿Para qué entonces la estaba preparando tanto? Alaska no lo entendía, pero no había nada que ella pudiera hacer al respecto. Snape la había tranquilizado mientras desayunaban el primero de septiembre, le dijo que tendría más tiempo para dedicarse a otros de sus pasatiempos o a la misión que Dumbledore tendría para ella.

—Tienes razón —Dijo recogiendo los platos sucios—. Sólo espero que sea algo bueno.

—Deja eso ahí —Le indicó el hombre, cuando Alaska iba a comenzar a lavar los platos—. El auto del ministerio llegara en cualquier momento, debes estar lista.

—Aun no entiendo porque un auto del Ministerio debe llevarme —Comentó ella, dejando que Snape se encargara de la loza con un simple movimiento de varita—. Puedo llegar a Kings Cross por mi cuenta, como siempre lo he hecho.

—Dumbledore lo quiere así.

Alaska bufó, no le gustaba la idea de ser llevada por Aurores hasta el tren, pero prefirió no gastar sus energías en quejarse. Fue a buscar su baúl y su capa, y en cuanto el auto llegó, ambos subieron en él. El camino hacia el orfanato fue algo incomodo, la mayor parte del tiempo podía sentir la mirada del chófer sobre ella, observándola por el retrovisor. No se veía cómodo o feliz de estar haciendo su trabajo, pero ella decidió ignorarlo. Con el regreso oficial de Voldemort sabía que las cosas se volverían un poco más complicadas.

Luego de ir a buscar a Tim, se dirigieron a King Cross, que sólo quedaba a unos minutos de distancia. En una situación normal, Severus los dejaría solos en la estación, pero aquel día decidió acompañarlo hasta que subieran al tren. La idea de que Alaska viajara con el resto de los estudiantes y tuviera que estar en el andén 9¾ con el resto de las familias no le agradaba, había intentado convencer al director de permitirle viajar directamente al Castillo, pero Dumbledore creía que no era una medida necesaria.

mortifagos en acción ⁶ ━━ harry potter sagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora