Cap. 9. Camino de reconciliación, primera parte

10 0 0
                                    

Después de la discusión que mantuvo con Charlie horas antes que hizo que quedara atónita, Akira decidió irse a dormir tranquila, esperando que las cosas se calmaran a la mañana siguiente y poder explicar lo sucedido con Ace en la playa, pues ni ella misma se imaginó que el pecoso haría semejante cosa sólo para fastidiarlos a ambos.

A la mañana siguiente...

Eran las 7 am, Akira, a pesar de que la situación de la discusión con Charlie le dio vueltas en la cabeza toda la noche y madrugada, había logrado dormir y despertó antes, pues estaba preocupada que las cosas empezaran a salirse de control. Se había levantado sigilosamente de su cama y abrió la puerta de su habitación lo más callado posible para ver si Charlie aún no se había despertado y en efecto: Charlie seguía dormido en el sofá. Cuidadosamente, la rubia se acerca al lado de Charlie y para despertarlo de manera dulce, le hace suaves caricias al rostro del rubio. Charlie, al sentir las caricias, esbozó una pequeña sonrisa y Akira continuó acariciándolo un poco más. Luego de eso, se acercó más a él para darle un beso de buenos días, pero para ese entonces, Charlie estaba medio despierto y cuando Akira estaba a punto de besarlo, puso su mano en su rostro y la apartó de él.

- ¿Crees que no me di cuenta de cuáles eran tus intenciones? Ni creas que te voy a pasar por alto lo de ayer- El tono del rubio se escuchaba enfático, todavía estaba molesto por lo que había visto.

- ¿Ahhh? ¿Sigues con eso? Charlie... ya te dije que no es lo que crees que fue- Akira también estaba hablando con tono serio, no permitiría que Charlie la juzgara por la escenita de un mocoso

-Ahhh... claro que no... pero como soy el bueno, debo creer en lo que alguien como tú diga, ¿no es así? - Charlie negaba con su cabeza, e inmediatamente, para evadir la conversación, se levantó del sofá y se fue a la cocina.

Akira decidió seguirlo, para enfado de éste, no quería hablar del tema y menos hablar con ella.

-Charlie Nash... no me dejes hablando sola... no sé por qué te encierras en que te estoy mintiendo... Ace es sólo un mocoso celoso que juega al matón para sentirse superior y fastidiar a quien no le cae bien... ¿qué es lo que no entiendes de ello?

-Mira Akira Senju... te he soportado cada maltrato tuyo, te he perdonado cada vez que me hablabas fuerte en la fuerza aérea... pero... ¿una infidelidad de parte de la mujer que amo en frente mío? Eso es imperdonable- el rubio estaba a punto de quebrarse en llanto, pero bueno... el pobre es medio menso que se creyó toda la palabrería de Tyson, aunque él no le diría nada a Akira sobre lo que Tyson le había dicho sobre ella el día anterior, las cosas podrían empeorar de cómo están en estos momentos.

-¿Infiel yo? Por favor... Ace es el culpable en esto... soy inocente

-Deja de culpar al chico... al rato y eres tú la que quería algo con él y me estabas usando de enganche para que él se fijara en ti

-Nash... estás perdiendo la cordura... ¿qué te hace pensar en eso? Estás mal... ¿Cuánto más bebiste anoche?

-Tomé lo que quería, para olvidarme de todo... la verdad... pensé bien las cosas... vine acá buscando un tesoro que dejé ir hace 15 años para encontrarme con chatarra... sí, es lo que pienso de ti... me duele saber que mis sentimientos no valen para alguien como tú, yo creí que podrías amarme a pesar de todo: nuestra diferencia de edad, nacionalidad, personalidades... me duele saber que tu...- Charlie no pudo continuar más, el llanto le había jugado mala pasada, lloraba desconsoladamente frente a la que aun siempre será su amada, no podía evitarlo, a pesar del dolor que sentía, él aun ama profundamente a Akira.

Akira, no pudiendo soportar ver la escena que tenía en frente, se fue de la casa y prefirió irse a WPC, ahí al menos estaría tranquila. Al ser sábado, no habría nadie en la oficina, así que, quitó su escritorio, corrió su enorme silla acolchada, encendió la TV que tenía en la oficina, encendió su viejo PS2 y se dispuso a jugar Guitar Hero para calmarse y pensar con cabeza fría, sabía que discutir con Charlie no la llevaría a ningún lado y lo mejor era esperar a que los ánimos se normalizaran.

No Hay Nadie MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora