Cap. 10 segunda parte (último capítulo +18)

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A la mañana siguiente...

Como es costumbre, después de sus noches fogosas, Akira siempre amanecía al lado, o en este caso, encima de Charlie. Esa mañana, el primero en despertar fue Charlie, quien aún seguía de manos atadas a los barrotes de la cama, el pobre estaba con ganas de levantarse, pero no podía, porque aparte de tener las manos atadas, también estaba su princesa sobre él, y para no despertarla abruptamente, le habla de una manera tierna:

-Buenos días mi princesa hermosa... ¿cómo amaneciste?

Akira, quien tuvo un sueño pesado, al oír la encantadora voz de Charlie, se despertó de a poco.

-Mmmm- la rubia estira un poco los brazos y esboza un ligero bostezo- buen día mi pompón... mmm... delicioso, me siento nueva- se le echa de nuevo encima a Charlie.

-Princesa, ¿me harías un favor?

-Dime- la rubia apenas si hablaba, estaba medio despertándose.

- ¿Me desatarías las manos? Es que... me urge... quiero ir a, ya sabes... a desaguar

-Mmmm- Akira se estira más y se levanta para quitarle el cinturón a Charlie, ella no se imaginaba cómo no se le cortó la circulación de las manos- Ok, te lo quitaré, pobrecillo, debiste estar aguantando mucho

-No, no, tranquila princesa, apenas me desperté, sentí la sensación, pero descuida, yo aguanto.

Akira, ni lerda ni perezosa, le quitó el cinturón que ataba las manos del rubio. Al quitarle el cinturón, Charlie hace una maniobra para ponerse de pie e ir al baño, pero al parecer, un dolor en la cadera se lo impidió y cayó de rodillas al suelo.

-Mi pompón... ¿qué te pasó? ¿estás bien? - Akira preocupada, le ayuda a levantarse

*Charlie emite ligeros quejidos de dolor*- Tranquila princesa, no es nada- Charlie estaba sobándose en el origen de su dolor, no entendía qué pudo haberle pasado, y a duras penas y casi cojeando, salió de la habitación.

Akira se quedó pensando en la escena que vio hace rato, mientras se ponía una camiseta blanca de tirantes y un short celeste. Estaba preocupada de que el haberle hecho el amor a Charlie pudiera provocarle una lesión y no es para menos su preocupación, después de todo, Charlie es un poco más viejo que ella y además era la primera vez que él tenía una experiencia como la que había tenido la noche anterior. Tranquila, pero un poco afligida, sale de la habitación.

Charlie, a como pudo, llegó al baño a tiempo y lograr su objetivo. Después de eso, y antes de que su princesa saliera de la habitación, salió despacio del baño y se dirigió al sofá grande que estaba casi en el centro del departamento. Allí se quedó hasta sentirse aliviado. Cuando Akira salió, ya él estaba más relajado e incluso la invitó a sentarse al lado suyo.

-Princesa... ven acá, hazme un rato de compañía ¿sí?

-Claro- Akira hace lo que Charlie le pidió, y se sentó a su lado.

-Akira, princesa hermosa... te quería preguntar algo... es algo personal, pero igual lo haré- el rubio estaba sonrojado, mientras jugueteaba con sus dedos índices- no sé, pero... ¿no hay algo que me quieras decir, después de lo sabroso que nos la pasamos anoche?

Akira se dio cuenta de lo que Charlie quería oír de ella, obviamente ella no sabía que su pompón se había quedado profundamente dormido y no la oyó, así que, para poder decírselo valientemente y de frente, evadió la pregunta, se levantó del lado de Charlie y se fue al baño. Charlie por supuesto, estaba decepcionado, creyó que su plan no había funcionado, pero eso no le permitió rendirse y quiso llevar a cabo un plan de contingencia.

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