Cap. 7. Confesiones de un corazón sincero y una reunión épica. Parte 1

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Había pasado ya casi mes y medio desde que Charlie llegó a Japón a visitar a Akira después de 15 años de no verse. Los días que pasaba con ella los disfrutaba plenamente y desde la última vez que había hecho el amor con Akira, ambos empezaron a tener más encuentros íntimos, a disfrutar de esos ratos a solas, era en esos momentos en que ambos estaban conociéndose uno al otro más profundamente. Sé que debe ser raro que ambos siendo mejores amigos tenían intimidad como si fueran esposos, pero así era la relación de ellos, de hecho, Charlie era el más beneficiado con esto, ya que tuvo la magnífica oportunidad de ver a su mejor amiga desde otra perspectiva, algo más íntimo, pero no al sexual, sino algo más abstracto, algo más sentimental, quería por fin confesarse, decirle a su amada rubia lo mucho que la amaba, y no quería que fuese su mejor amiga por toda la vida, quería que fuera algo más: su novia y quizás en un corto o mediano plazo: su esposa. El solo imaginarlo le hacía sentirse dichoso, al fin, después de 15 años podría ser más extrovertido con ella, decirle lo que siente. Akira por su lado, poco a poco fue conociendo un lado más maduro de su amado rubio, veía en él un hombre sincero con sus sentimientos definidos por ella, aunque en parte sabía que a veces Charlie era demasiado imprudente al hablar y decía cosas que la molestaban, aunque a esas alturas del partido ya nada le molestaba de él, al contrario, Akira empezó a fijarse más en las virtudes y cualidades de Charlie... y en efecto Shana tenía razón cuando le dijo que él era el hombre perfecto para ella... ¡cuánto le agradecía eso a su hija! Sabía que sus hijos buscaban siempre el bienestar de su madre y la querían ver feliz después de que el ex prometido de Akira, un hombre simplemente llamado Yagami, la había engañado con falsas promesas y un amor falso haciéndole creer que la amaba y luego simplemente le fue infiel a Akira sin importarle lo que ésta sintiera por él. Akira pensó que era hora de una nueva oportunidad de dejarse amar y cómo no... si Charlie era un puro amor con ella.

Dos meses después...

En una mañana fresca y soleada, Akira salió a caminar con Aleu y Coffee en compañía de Charlie. Al rato de estar caminando, ambos deciden irse a sentar en una banca de un parque, mientras Aleu y Coffee disfrutan de ir a tomar agua y juguetear en la fuente. En un momento dado Charlie decide hacerle plática a Akira.

-Akira... ¿te puedo hacer una pregunta?

-Claro que sí Charlie... anda

-Akira... ¿qué piensas de nuestra convivencia juntos?

-Bueno... pienso que ha sido de beneficio, mira que ahora nos tratamos mejor, como debió ser desde el principio

-En ese aspecto... tienes mucha razón, cada día que paso aquí contigo te conozco más y es lo más hermoso que me ha pasado... por cierto Akira... ¿en verdad... me... amas? -preguntó el rubio sonrojado

- ¿Ah? ¿cómo?... este... Charlie... ¿de dónde viene esa pregunta? Digo... ¿me has oído decir eso? - preguntó Akira ruborizada.

- Bueno... sé que no debería escuchar esas cosas... pero... a veces, cuando me quedo dormido en tu cama... tú abrazas mi brazo y no sé si es porque esté dormido... o sonámbulo, pero... te he oído muchas veces decir que me amas.

-Charlie...

-Akira... yo.... Yo... yo te amo

- ¿Cómo?

-Ya no puedo seguir ocultándolo Akira... Te amo... te amo desde hace 15 años, pero yo... yo no podía decírtelo, eras menor de edad en ese entonces... me resguardé para ti todo este tiempo... la verdad es que yo a veces me debatía si venir o no, tenía miedo de que estuvieses casada, que yo ya no tenía oportunidad... me deprimía saber que era tarde para mí... tarde para amarte... pero el destino me sonrió... aunque ya tuvieras hijos, no me importó... porque a pesar de todo... me gané el cariño de los tres, y también... el tuyo.

No Hay Nadie MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora