CATORCE

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Emma

El día transcurrió con una lentitud abismante, pero pese al lento pasar de las horas no era lo suficientemente lento para prodigar paz a mi angustiado corazón.

Interminables fueron los paseos y recorridos que di por mi habitación durante el transcurso de la tarde. Sólo una llamada por parte de Mía avisando que me alistara que pasaría pronto por mí, fue la que me hizo salir del transe tortuoso. Inhalé aire profundamente intentando calmar el torbellino que se anidaba en mi interior.

No tenía idea donde estaba Francia, había horas que se había marchado diciendo que tenía algo importante que conseguir para la cena y que nos veríamos en el local.

No tenía ni la más remota idea de sus andanzas ni el plan que tenía mi hermana, pero deseaba de todo corazón que funcionara.

Finalmente logré terminar de arreglarme y me di el tiempo de relajarme en medio del silencio de la sala de estar, pues mis padres estaban en sus trabajos y se irían directamente al local.

Sin poder controlar del todo el manojo de nervios del que estaba siendo presa, dirigí mis pasos al bar, sin duda necesitaba algo que me ayudara a calmarme. Visualicé distraídamente las botellas y finalmente escogí la de Wisky.

Ante los dos primeros sorbos que me supieron a gloria, deseé ahogar los miedos y dudas que me alteraban al fondo del vaso que sostenía en mi mano. No alcancé a dar el tercer sorbo para cuando sonó el timbre, y sobre la misma me levanté rápidamente a abrir.

Mía resplandeció con luz propia al momento que acabé de abrir la puerta y aferrando mi cintura entre sus manos se abalanzó a besar mis labios con su efusión habitual, tan sensual y entregada a la vez.

Nos separamos ligeramente y dio una distraída mirada al vaso que aún sostenía en mi mano.

— ¿Nerviosa? — sonrió atrapando su labio inferior entre los dientes.

— Como no tienes idea... — suspiré quedamente tirando de su mano para hacerla entrar.

Dejé el vaso con casi todo su contenido intacto sobre la mesa del recibidor y busqué refugio en los brazos de Mía, donde la calidez humana que emanaba y los latidos de su corazón no tardaron en mecerme suavemente. Como siempre, toda la paz que necesitaba estaba allí, junto a ella.

Interminables fueron los minutos en los que me arrulló con sus caricias y palabras suaves, lo que produjo un efecto sedante instantáneo en mi atormentada mente. Pero aún seguía inquieta, necesitaba de su voz.

— Amor... ¿Me puedes cantar? — suspiré profundamente con mi rostro aún escondido en el hueco de su cuello.

— Sólo para ti mi amor — accedió con dulzura, dejando un suave recorrido de caricias en mi cabello, mientras tomaba aire para comenzar.

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Heart beats fast
Colours and promises
How to be brave?
How can I love when I'm afraid to fall?
But watching you stand alone
All of my doubt
Suddenly goes away somehow

One step closer

I have died every day waiting for you
Darling, don't be afraid
I have loved you for a thousand years
I'll love you for a thousand more

Time stands still
Beauty in all she is
I will be brave
I will not let anything take away
What's standing in front of me
Every breath
Every hour has come to this

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