Parte 16: Lágrimas

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16-Lágrimas

**Jugram**

Realmente es peligroso retener a esta bestia aquí. Desde que tengo a Yhwach en mi poder, he tenido que sedarle bastantes veces porque se libraba fácilmente de las ataduras y he tenido que pagar a un cerrajero para que le ponga un candado en condiciones a las cadenas que rodean sus muñecas y tobillos. Al oírle gruñir mientras parpadea, me levanto de la mesa en la que estoy apoyado para mirarle de brazos cruzados

-Ah... ¿vas a dejar que me despierte o vuelves a drogarme?-

-Ya no. Ahora no irás a ningún sitio- Yhwach suelta una ronca carcajada aún bajo el efecto del sedante y fija su vista turbia en mí observándome de arriba abajo.

-Eres muy mono, rubio....te follaría- eso hace que me sienta incómodo y excitado, por lo que retiro mi mirada para coger una silla y sentarme frente a él.

-Solo quiero protegerte. Llevo años tras tu pista-

-Me halagas....-

-Escúchame bien. No te queda otro remedio que obedecerme si no quieres que te entregue a Aizen o Kurotsuchi que estará encantado de tenerte como un juguete-

-¿ese viejo de Kurotsuchi sigue vivo? Juraría que le arranqué la cabeza-

-No. Es su hijo, Mayuri-

-Joder....otro tarado.....- se me pone el vello de punta de recordar los informes que leí sobre la muerte del padre de Mayuri. Sin duda Yhwach lo hizo y no le ha costado nada reconocerlo aunque ese loco se lo tenía bien merecido.

-Voy a cambiarte el vendaje de la pierna. Espero que no hagas ninguna tontería-

Me arrodillo entre sus piernas y estiro mis brazos hasta su pierna herida que ya ha sido curada tras extraer la bala. Me arrepiento de haberle disparado pero no me dejó opción.

Veo que su herida tiene mejor aspecto que estos días atrás aunque el olor corporal sucio me tapona la nariz. Debería dejar que se bañara, pero no me fío aún de él.

-Ya está. Pronto podrás andar con normalidad-

-Pero no correr para huir-

-No, eso no, lo lamento- Yhwach entrecierra sus ojos volviéndome a mirar tan fijamente que me molesta. Eso parece divertirle mientras yo cojo unas toallas húmedas y las paso por las zonas de su cabello más sucias. Lo tiene larguísimo y lacio. Me gusta su tacto, incluso el bigote tan espeso que lleva con patillas le hace más imponente.

-¿te gustaría ver tu nombre en mi piel?-

-¿Cómo??-

-Cuando me dejaste a solas durmiendo, mi nieto Shunsui me visitó a escondidas. Era él el que deshacía mis ataduras dejándolas flojas-

-Será.....tengo que advertirle a mi hermano que no le deje suelto-

-Ya veo que para vosotros somos perros con los que jugar. Si quieres marcarme es porque te intereso ¿no es así? ¿Quieres mi poderoso semen ya o esperamos?-

-No quiero tu maldito semen, que te quede claro-

-Oh, ya....claro que no....-

-¡No actúes tan soberbio!! ¿Acaso crees que todos los hombres caeremos ante ti?-

-Sí cuando puedo darte unos hijos fuertes y hermosos. Mírate Ukitake Jugram...tienes las pupilas dilatadas, has tragado saliva ya cinco veces desde que te has acercado a mí, eso sin contar que intentas controlarte para que tu polla no suba-

-No es cierto. Intentas provocarme, pero no lo conseguirás- me incorporo para apartarme de él lo suficiente para no caer en su influjo. Salgo de la habitación y me encuentro con mi hermano Jushiro que viene paseando junto a los gemelos.

"Semental"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora